Las autoras nos comparten su experiencia y hallazgos en un año de trabajo en una investigación acerca de la manera en que los estudiantes de licenciatura del ITESO desarrollaron la autogestión de su aprendizaje en el marco de la educación a distancia por la contingencia. Novena y última entrega de la serie #AprendizajesDePandemia

Por Karen Zenteno, Evelyn Moreno y Guadalupe González

En el semestre Otoño 2020, aún inmersas en el confinamiento debido a la pandemia por covid-19 nosotras, estudiantes de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, investigamos sobre el desarrollo de las habilidades para la autogestión del aprendizaje en estudiantes de licenciatura de ITESO durante un año. Para nosotras fue una experiencia relevante, tanto a nivel profesional como personal, porque tuvimos la oportunidad de conocer un fenómeno de manera más profunda y confiable.

El estudio lo llevábamos a cabo en la materia Investigación Educativa, con la profesora Karina Vázquez Garnica, en el contexto de la pandemia de SARS-CoV-2. A causa de la transición de modalidades educativas pudimos descubrir un antes y un después en relación con las acciones y actitudes de los aprendices sobre la autogestión de su aprendizaje. Nos pareció interesante indagar sobre este tema porque es una situación con la que nos sentimos identificadas, y más porque nos daba mucha curiosidad e inquietud dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿cómo la experiencia de formación virtual, durante el confinamiento por Covid 19 ha influido en el desarrollo de habilidades para la autogestión del aprendizaje en estudiantes de licenciatura? ¿cómo los estudiantes se han organizado para llevar sus cursos en línea y qué aspectos de cambio han realizado para el desarrollo de las habilidades necesarias ante las circunstancias? Estas interrogantes fueron clave para nosotras porque reconocemos que adaptarse a las circunstancias actuales no ha sido un proceso fácil para la comunidad estudiantil e incluso para algunos docentes.

El proceso de investigación, sin duda, fue todo un reto, nunca habíamos realizado una investigación de esta magnitud, por lo tanto, buscar los antecedentes fue una gran dificultad, debido a que la cantidad de información que encontrábamos en ese momento era casi nula, apenas estaban surgiendo las investigaciones relacionadas a la pandemia enfocadas hacia la educación a nivel universitaria, así que fue complicado encontrar informes que nos ayudaran a sustentar nuestra problemática del estudio. Así que recurrimos a estudios previos en torno a la autogestión en estudiantes universitarios.

A medida que avanzábamos en nuestro proceso de investigación buscábamos en fuentes científicas como libros, artículos de revistas universitarias, ensayos o publicaciones para darle un sustento teórico a todo aquello que habíamos encontrado en los estudios sobre el tema. Es importante decir que la vinculación de lo teórico con lo práctico es aquello que permite un verdadero fundamento sobre la situación problema y los elementos que la conforman, sin perder de vista el contexto del escenario en el que se está trabajando.

Después de tener completa la parte del sustento de nuestra investigación, recurrimos a discriminar las herramientas y metodologías que nos ayudarían a obtener la información que necesitábamos para contestar nuestras preguntas de investigación. Tras pensarlo y discutirlo por dos semanas, concluimos que realizar grupos focales vía Zoom sería la mejor estrategia. Y, siendo sinceras, esta vía nos ayudaba más a que las personas se sintieran en total libertad de expresar sus sentimientos y sus experiencias, a sabiendas que sus identidades serían tratadas en los resultados de forma anónima.

Hacer un grupo focal de forma virtual fue realmente asombroso, ya que era más una plática entre amigos o compañeros que comparten el mismo sentir, las mismas penas y la misma angustia sobre lo que estaba pasando e iba a pasar con nuestro aprendizaje durante la pandemia. Además, para nosotras fue increíble conocer cómo desde las distintas carreras los estudiantes estaban viviendo la autogestión y, sobre todo, identificar algunos de los factores que intervienen en el logro de la esta.

Durante el desarrollo del estudio nos fuimos dando cuenta de que la autogestión toma un papel importante y primordial en el proceso y logro de los aprendizajes. Sin embargo, notamos que los estudiantes del ITESO teníamos cierta debilidad en la parte de ser autónomos porque estábamos acostumbrados a las clases 100% presenciales, dábamos por hecho que siempre tendríamos al frente al profesor y a los compañeros que estaban cerca y nos apoyaban de manera rápida y precisa ante cualquier duda que tuviéramos. Es decir, los medios de respuesta ante nuestras disyuntivas eran la consulta cara a cara con compañeros y maestros.

Ahora sabemos que para ser autónomos de nuestro aprendizaje tenemos que estar bien con nosotros mismos, se necesita disciplina, responsabilidad y compromiso por lo que hace y se estudia. En este sentido, encontramos dos formas de vivir la experiencia del confinamiento social, por una parte, el aislamiento social no favorece que tengamos emociones positivas, a veces nos sentimos desmotivados -hasta cierto punto- para hacer alguna tarea. En cambio, también hay estudiantes que dicen que estar en casa, sin la necesidad de ir al campus, ha sido una de las mejores cosas que les pudieron pasar, ya que el trabajo individual a distancia ayuda a crear nuevas habilidades, especialmente en el manejo de las tecnologías y para desarrollar la autonomía, y poder seguir aprendiendo y generando conocimientos nuevos, es decir, ha sido un proceso de crecimiento y aprendizaje personal.

En la investigación también descubrimos que desarrollar habilidades autogestivas ha sido un gran reto para varios de nosotros, porque la mayoría de los estudiantes nunca había tenido la necesidad de fortalecer esta destreza para un aprendizaje más individual y a distancia. Sin embargo, la situación actual requiere de los universitarios las siguientes capacidades: responsables de su propio aprendizaje; administrar, priorizar y distribuir tiempos y actividades; adaptar los recursos necesarios para facilitar su manera de aprender; centrar la atención; disminuir distractores intrínsecos y extrínsecos.

Es a partir de las demandas provenientes de la contingencia por la pandemia y la necesidad de querer seguir adelante, que todos los estudiantes tuvimos que conocer una modalidad virtual para aprender desde casa – sin pensarlo y sin tomar la decisión por voluntad propia -. Sin duda, sabemos que el espacio educativo es un elemento cardinal que influye en el aprendizaje y en la manera en la que el estudiante crea el ambiente para  – por sí solo – lograr su conocimiento; por ejemplo, algunos universitarios optaron por crear una mini oficina en algún espacio común de su casa, otros en su cuarto y otros se vieron en la necesidad de improvisar y aprender en cualquier lugar de casa, en busca de que hubiera la posibilidad de conectarse al internet y poder entrar a la clase o a una reunión.

Otro concepto que surgió en los grupos focales como un punto clave en el desarrollo de la autogestión fue la independencia un poco forzada, explican que, al estar a distancia, la comunicación es limitada por tiempo, uso de diferentes plataformas digitales, organización y disposición de los compañeros y maestros, tanto así que algunos trabajos que son en grupo han sido uno de los problemas más sonados en este tiempo.

Finalmente, llama la atención que algunos estudiantes, ahora se reconocen como personas más responsables y autodidactas, que decidieron investigar información de manera independiente, para complementar lo abordado en el curso o para aclarar dudas; dicen ser más críticos con los resultados que obtienen en sus tareas o proyectos; y además, organizar de mejor manera sus tiempos.

Lo que identificamos de forma general es que la pandemia, y particularmente llevar los estudios universitarios en modalidad virtual – a pesar de las pérdidas, de las añoranzas, de los desafíos y de las incertidumbres – ha influido para que los estudiantes del ITESO desarrollemos y fortalezcamos nuestras habilidades para la autogestión, así como facilitemos nuestro proceso de aprendizaje.

Karen Zenteno cursa actualmente el quinto semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Es una fiel creyente de que todas las experiencias y aprendizajes conducen a los seres humanos a sus verdaderas pasiones en la vida.

Guadalupe González cursa el noveno semestre en la carrera de Ciencias de la Educación. Desde pequeña cree en la frase “la unión hace la fuerza” ya que, al compartir nuestro conocimiento con el otro, transformamos todo aquello que deseamos y queremos ser.

Evelyn Moreno Lemus está a punto de cursar el semestre de la Licenciatura en Ciencias de la Educación. Considera que aportar información sobre las nuevas circunstancias y contribuir en ellas nos brinda la posibilidad de tomar consciencia de nuestra realidad y compartirla con los demás con la finalidad de investigar, conocer y actuar de manera individual y grupal en caso de ser necesario para mayor bienestar y aprendizaje.

FOTOS: StartupStockPhotos en Pixabay y cortesía de las autoras