Un innovador proyecto de investigadores del ITESO que ya ha solicitado su patente, tiene como objetivo actualizar vía radio digital el software de autos a escala masiva con un mayor nivel de seguridad al que utiliza la industria en la actualidad.
Desde hace varios años, y la tendencia va más y más más hacia allá, los automóviles que circulan por el mundo son una computadora con llantas, una red interconectada de diversos software que controlan desde el acelerador o los limpiaparabrisas, hasta las bolsas de aire, las luces, el consumo de gasolina, los frenos o los seguros de las puertas.
Hoy, lo que se hace cuando se presenta una falla relacionada con ese software (dividido según la parte del vehículo en ECU’s, siglas en inglés para Engine Control Unit) tengamos que llevar nuestra unidad al taller para que el técnico se conecte físicamente a la computadora y, a través por ejemplo de Internet, resuelva el problema.
Esto podría cambiar drásticamente a nivel mundial gracias a un invento de un grupo de académicos del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática del ITESO (DESI), quienes durante un año trabajaron en un innovador concepto para el cual ya se ha solicitado –en coordinación con la Unidad de Transferencia del Conocimiento de la universidad–, la patente en México ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI), además de haberlo hecho simultáneamente en países como Estados Unidos o Alemania.
¿De qué se trata? De actualizar esas ECU vía la radio digital de los vehículos sin necesidad de utilizar cables o Internet y de paso incrementado la seguridad para los fabricantes y el cliente final. El nombre oficial de este proyecto que ya ha solicitado su patente es “Sistema y método para la reprogramación de dispositivos ECU (Unidades Electrónicas de Control, por sus siglas en inglés), en vehículos vía radio digital”.
“Ni siquiera será necesario que prendas el coche; puede estar estacionado en la noche, y como ya se le pagó a la estación de radio para que transmitiera el nuevo archivo de software junto con la música, no necesitas reproducir la música, solamente se decodifica y la computadora validará que esa actualización en específico está destinada para ese coche. El cliente ni se va a enterar”, explica Luis Enrique González, académico del DESI.
Además de González, Raúl Campos, Héctor Rivas y Riemann Ruiz conforman el cuarteto de ingenieros que, junto a un grupo de alumnos de la “Especialidad en sistemas embebidos” del ITESO, ha ideado esta innovación para la industria automotriz, la cual ya ha interesado a importantes empresas transnacionales dedicadas a la ciberseguridad.
“Esto tiene que ver con temas de ciberseguridad, en cómo controlar que otras personas accedan o no a ciertos datos confidenciales, lo cual también aplica a la industria automotriz, porque será cada vez más común que los coches puedan ser actualizados de forma remota”, explica Rivas. “Prácticamente no hay una parte de los coches [nuevos] que no tenga que ver con una ECU, y la tendencia va en ese sentido”.
Coches más seguros y eficientes sin pasar por el taller
Si se rompe una manguera o revientas un amortiguador por culpa de un bache, no hay de otra: el auto tendrá que ir al taller. Pero si se trata de un problema de software, habrá problemas que tu auto resolverá por sí mismo mientras escuchas a los Rolling Stones en la radio digital, en lugar de que el cliente reciba el aviso del fabricante (ya ha ocurrido con firmas como Toyota o Ford) de que tiene que acudir a la agencia para resolver tal o cual falla relacionada con el software de la unidad.
El invento surgido desde el ITESO tiene tal potencial que Ibiquity, una de las más importantes empresas del mundo en cuestiones de transmisión de datos vía radio digital, ha mostrado su interés de aliarse con la Universidad Jesuita de Guadalajara, debido a las ventajas de seguridad que conlleva no transmitir a través de la web este tipo de datos tan sensibles –ningún automovilista o fabricante querría que un hacker intervenga al unísono los frenos de miles de autos–.
“Mucha gente sabe cómo funciona Internet, entonces en automático ahí ya tienes un problema de seguridad en tu auto [porque el Wi Fi es hackeable]”, menciona Campos.
Entonces, como mucha menos gente tiene los conocimientos necesarios para intervenir la radio digital –ya que es una tecnología más restringida–, las ventajas competitivas del concepto creado en el DESI son muy atractivas para la industria automotriz.
“De que se puede se puede, no hay ningún protocolo que no sea hackeable, pero la curva va a ser mucho más brutal para hackear algo así”, subraya menciona González.
Para probar su creación, los ingenieros adquirieron un tablero Audi que tienen montado en una sala del edificio J del campus ITESO, el cual compraron con los recursos que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología aportó al proyecto y con el que han obtenido excelentes resultados.
Hoy cuentan con un demo de cuatro canciones [una de ellas “La marcha de Zacatecas” y dos secuencias de código con las que ya pueden reprogramar algunas ECU de un vehículo, además de que siguen afinando importantes detalles de seguridad para que su propuesta tenga un alcance global en un futuro no muy lejano.
“Para que a una industria tan exigente como la automotriz acepte un concepto como este se necesita tiempo; los fabricantes de autos requieren varias pruebas para mostrarles a sus clientes que ese auto es completamente seguro, que sus actualizaciones vía radio digital son más fiables que las que se hacen por Internet”, apunta Rivas.
Ahí está uno de los principales retos para los ingenieros del ITESO: que la información salga perfectamente encriptada y segura desde la estación de radio digital y que posteriormente esa misma información sea recibida y “leída” de manera fiable por el coche en cuestión. Hacia allá van.
“Estamos coordinando estas dos dimensiones como un solo proceso integral en el que podamos tratar la información de manera segura”, señala Rivas. Texto Enrique González Fotos Roberto Ornelas