Miembros de distintos colectivos del ITESO conversaron sobre sus proyectos durante el Día de la Comunidad Solidaria.

“¿Qué rostro tiene México?” Esta fue la pregunta con la que inició el conversatorio Colectivos de jóvenes trabajando por la paz, que reunió a universitarios en la explanada de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla del ITESO el martes 10 de marzo, en una de las actividades por el Día de la Comunidad Solidaria.

Comunidad

Quienes respondieron fueron Alfonso Magaña, Ana ¿?, Aldo Osorio y Daniel, integrantes de los colectivos Diversidad Igualitaria ITESO, Universidad Solidaria, Más de 131 ITESO y Hábitat Social, respectivamente.

Violencia, decadencia, individualismo o discriminación, fueron palabras que se repitieron en sus discursos, pero al ser cuestionados sobre sus razones para pertenecer a un colectivo a pesar de haber pintado un panorama tan gris, prevaleció la idea de querer construir entornos más justos a partir de redes humanas.

“Me mueve seguir siendo un punto de reflexión en mi colonia”, respondió Daniel –o “Emes” como lo conocen entre sus amigos raperos–. Las letras de sus canciones son una crítica a lo que sucede a su alrededor. “Antes de cambiar al mundo, debemos cambiar nosotros”, dijo.

Aldo contó que antes de participar en este tipo de colectivos era apático ante las problemáticas del país. “Desde que empecé a tener experiencias de colectivismo vi que se pueden hacer grandes cosas, que podemos cambiar un poco las estructuras de este país que está yendo por un mal camino”.

Cuando Ana termine de estudiar la Licenciatura en Educación en el ITESO, quiere volver a su comunidad Mixteca en Oaxaca para impulsar un proyecto educativo que fortalezca la lengua indígena que hablan allí. Mientras eso sucede, participa en Universidad Solidaria, un espacio en el que estudiantes de origen indígena o de comunidades rurales han encontrado el acompañamiento que necesitan para adaptarse a la vida universitaria lejos de sus lugares de origen.

“Vivir juntos, hablar y escucharnos todos es la frase que caracteriza a Universidad Solidaria”, contó.

Conforme se fue desarrollando el diálogo que moderó el académico Jorge Narro, se fueron sumando las voces de otros alumnos y maestros del ITESO reunidos en la explanada, por ejemplo la de Omar García, antropólogo hondureño que hace seis meses llegó a México para buscar a su hermano desaparecido, quien señaló que América Latina requiere de una reconstrucción que los jóvenes pueden concretar.

Alina, estudiante de Diseño, se interesó en cómo los colectivos se dan a conocer para que más personas se sumen a sus acciones, mientras que Isaura, egresada de Psicología, mencionó que continúa participando en las asambleas de Comunidad Solidaria y que su paso por el ITESO la impulsó a participar en proyectos como Sueño de Mujeres Mixtecas o a formar parte de iniciativas relacionadas con la salud mental de comunidades indígenas, en este caso desde el posgrado que cursa en la UdeG.

“Creo que el granito de arena que cada quien está poniendo aquí es diferente, cada quién sabe cómo le abona a la construcción de esta justicia social”, dijo Francisco Navarrete, de Nutrición para señalar que a pesar de los problemas del país, sobrevive la esperanza de que no todo está perdido. Foto Luis Ponciano