Arte para equilibrarnos

Hoy más que nunca la educación tiene que estar vinculada a la realidad, a nuestro contexto local y global. Más que nunca debemos dejar tiempo para pensar, para reflexionar sobre lo que hacemos, escuchamos y nos preguntamos. Tuvimos que pasar repentinamente de lo predecible a lo inesperado, ¿por qué no entonces experimentar y pasar de lo contemplativo a lo vivencial, de lo ajeno a lo personal y de los recursos didácticos obsoletos a los actuales? (Acaso, 2015).

Y este “actual”, más allá de la tecnología, tiene que ver con volver a la esencia del disfrute del aprendizaje, preguntar para aprender y, sobre todo, “unir los sentimientos con el conocimiento, las emociones con el intelecto” (Luis Camnitzer, 2017). Como el artista menciona, una forma de hacer esto es “meter las artes en el centro de nuestro quehacer”. Las artes como metodología, por ejemplo, según se plantea en la propuesta del Art Thinking; las artes para generar experiencias y aprendizajes de cualquier otro tema.

El Centro de Promoción Cultural del ITESO atiende a esta necesidad humana, educativa y social, a través de sus programas al aire libre, de sus clases y talleres. En estos tiempos de contingencia, cuando el trabajo en línea, ya sea académico o de oficina, puede ser por momentos complejo y muy exigente, el arte y la cultura se muestran como opciones para “refrescar” los días y como detonantes para enriquecernos como personas: para nutrir el cuerpo, el espíritu y el intelecto. Así lo experimentan algunos estudiantes que en este ciclo escolar cursan asignaturas de arte y cultura.

Para Paulina Stone, estudiante de Diseño, la materia de Danza Contemporánea con la profesora Georgina Gastélum es su clase favorita en línea. Y a pesar de que han tenido que sortear problemas técnicos por el internet, han generado dinámicas como grabarse en video para una retroalimentación entre las compañeras, o trabajar de manera personal en una propuesta conceptual sobre la situación de la pandemia –Paulina eligió el tema “la locura del aislamiento”- para representarlo primero con fotografías de objetos y posteriormente con movimientos.

“La clase con Gina pone a tu mente, a tu cuerpo y a tu alma en un mismo lugar, en sintonía y eso para mí es la danza, es algo muy complejo que no solo se trata del cuerpo. La he disfrutado muchísimo”, comenta Paulina.

Por su parte, Emilia Díaz Corona Centeno alumna de Psicología está tomando la clase de Arte contemporáneo. “Me gusta que es algo distinto a lo que he visto en la carrera, es como un break de ese mundo”.  A Emilia le interesa “mezclar la psicología con el análisis de arte desde un sentido social antropológico, en qué contexto se hicieron las pinturas y qué dice cada una de ellas…. creo que pueden ser muy mágicas (las obras), que cada una esconde cosas que a veces ni el propio artista se da cuenta.”

Respecto del trabajo en estos días de cuarentena, Díaz Corona menciona que la clase les ha llevado a plantearse qué tipo de arte va a salir de este momento de pandemia. “Hay muchos collages girando en torno a este tema y dentro de algunos años va a existir una colección de arte entorno a él… y aunque el mundo esté globalizado se hará un arte ‘homogéneo’ en los fondos de caos”, aunque en las técnicas y las formas de expresión se diferencien.

Y es que con o sin contingencia, las propuestas formativas a través del arte se enfocan en lo que pasa en la persona cuando se adentra a la experiencia artística, ya sea como ejecutante (aprendiendo a tocar un instrumento, a danzar, a pintar, a narrar creativamente…), o bien, analizando la historia del arte y del patrimonio cultural, como testigos que hablan de quienes hemos sido o somos como sociedad.

Referencias Bibliográficas:

Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación. María Acaso y Clara Megías. Paidós Educación, 2017

Por una pedagogía de la pregunta. Crítica a una educación basada en respuestas a preguntas inexistentes. Paulo Freire. Siglo XXI Editores, 2013 (Primera Edición 1985)

rEDUvolution. Hace la Revolución en la Educación. María Acaso. Editorial Paidós, 2015