Estudiantes de diferentes carreras se reúnen para compartir, acompañarse y para hacer frente a aquello que ha interrumpido el contacto consigo mismo, con los otros y con lo otro.
POR FRANCISCO J. CIBRIÁN, COORDINADOR DE COMUNICACIÓN DEL C-JUVEN
Los cuerpos, desde el punto de vista físico, son visibles por dos razones: ya sea porque poseen luz propia o porque tienen la propiedad de reflejar la luz que reciben de otros objetos. En términos metafóricos también aplicamos estos conceptos en nosotras y nosotros. Como seres humanos consideramos que también somos fuente de luz y tenemos la capacidad de reflejar a otras personas y de reflejarnos en otras personas, en un camino de autoconomiento en comunidad.
Mater (a ella le gusta que la llamen así) es una joven que ingresó al ITESO el semestre pasado y, desde sus primeros días universitarios, le entusiasmó la gran cantidad de actividades disponibles más allá de las clases que cursaba. De esta forma llegó a un grupo coordinado por el C-Juven. “Algo que me impactó bastante fue que una de las chavas, que estaba en el grupo espejo, pasaba por una situación que a mí me había sucedido. Hice una conexión tan fuerte de entendimiento y empatía con ella, que pude acompañarla desde mi experiencia.”
Los grupos espejo son espacios en donde jóvenes, hombres y mujeres de diferentes carreras, se reúnen para compartir y aprender de la vida, y acompañarse para hacer frente aquello que, de alguna manera, ha interrumpido el contacto consigo mismo, con los otros y con lo otro. “Se llaman ‘espejo’ porque quizá aquello que cuenta una persona, alguien más lo vivió o lo sintió de forma similar y puede ofrecerle alternativas para manejarlo”, comenta Mater, quien estudia la licenciatura en Psicología.
Mater encontró en los grupos espejo compañía, empatía y un espacio para ayudar a otras personas desde sus vivencias personales.
Desarrollar una escucha activa, es decir, escuchar con todos tus sentidos, ha sido una de las habilidades que ella ha puesto en práctica dentro del grupo, algo que le ha servido en su formación profesional; no obstante, considera que lo más enriquecedor ha sido a nivel personal: “Me ha ayudado a conocer más gente y a generar esa conexión emocional que en ese momento necesitas. Ha ampliado mi perspectiva de la vida y he podido identificar diferentes soluciones o herramientas para afrontar las dificultades. Me he dado cuenta de que no soy la única a la que le ocurre tal situación.”
Desde su perspectiva, integrarse a un grupo de este tipo puede ayudar en gran medida a las y los estudiantes universitarios, lo cuales están en crecimiento y en constante cambio, e incluso, en proceso de independizarse de la familia. Puede ser de gran apoyo para construir lazos auténticos con otros jóvenes y para sobrellevar la frustración, la angustia, el enojo o aquellos sentimientos que se experimentan en esta etapa, y que el contexto actual de crisis e incertidumbre está acentuando.
El C-Juven es el centro universitario que acompaña tanto a estudiantes como personal de la universidad en su dimensión emocional y psicológica. Además de ofrecer los grupos espejo, brinda asesoría psicológica individual; orientación profesional en caso de que la elección de carrera no haya sido satisfactoria o existan dudas; acompaña a estudiantes con discapacidad motora y/o sensorial a lo largo de su formación, así como la promoción de una cultura de inclusión frente a la discapacidad; además, diversos talleres para el crecimiento personal y las asignaturas Inteligencia Emocional y Liderazgo en Grupos del área complementaria.
Te invitamos a vivir un camino de autoconocimiento a través de ser reflejo y encontrar el propio en los otros, y a construirnos como una comunidad que brinda apoyo cuando nos encontramos en situación vulnerable. Si tienes alguna inquietud o dificultad que esté afectando tu desarrollo, no dudes en acercarte al C-Juven.
Si te interesa integrarte a un grupo espejo este semestre, consulta aquí la información:
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