Los egresado del ITESO y fundadores de Villar Watty Arquitectos, impartieron la primera charla #HablarArquitectura de 2015.
Todo arquitecto debe hacerse preguntas ante cada propuesta constructiva que imagina. ¿Por qué un muro? ¿Es adecuada esta técnica? ¿Se apega a la idea del cliente? Cuestionarse los motivos, los intereses de sus clientes y los propios es un trabajo constante, opinaron Alberto y Gerardo Villar Watty, socios y fundadores del despacho VWA Villar Watty Arquitectos (www.villarwattyarquitectos.com).
Durante la primera charla del semestre #HablarArquitectura, organizada por la Sociedad de Alumnos de esta carrera en el ITESO, los hermanos Villar Watty compartieron sus experiencias profesionales en la empresa que crearon hace casi cinco años.
“Creemos que la arquitectura no es solo una cuestión utilitaria, creemos que la arquitectura tiene que estar muy vinculada a la imaginación y las emociones, debe tener cierto grado de misterio y llevarlo más allá de simplemente darnos un espacio que nos cobije”, mencionó Alberto.
Los también egresados del ITESO mostraron algunos de los proyectos que han desarrollado en su firma, algunos con ayuda de técnicas y materiales innovadores de construcción y otros de forma más artesanal; en ambos casos, siempre cuidando la convivencia entre la construcción y el ambiente que la rodea.
Un ejemplo de ello es la edificación la Casa en Atemajac (foto principal), una residencia de descanso de fin de semana que se ubica en el Fraccionamiento Atemaxac Country Club, en Jalisco. La zona, según describieron los arquitectos, es una zona montañosa donde abundan los bancos de extracción de piedra.
Durante su desarrollo respetaron las técnicas constructivas de la región y se levantaron muros de piedra de 40 centímetros de espesor, reforzados por medio de técnicas constructivas contemporáneas.
En opinión de Gerardo, entender el uso del espacio ayuda a construir junto con el cliente un proyecto funcional para sus necesidades. “Lo que los clientes quieren hacer dentro de un espacio determinado es realizar una actividad; lo más importante es esto: cómo se va habitar el espacio”, aseguró.
Otro de sus proyectos, una casa-terraza en El Limón, en Chapala —catalogado en Arch Daily, sitio web de arquitectura internacional, como uno de los proyectos más visitados durante 2014—, se concentró de nueva cuenta en los intereses del cliente, tomando en cuenta la afluencia de visitantes que sus dueños tendrían, dato que les permitió distribuir cuartos, terraza y zona de amenidades, sin descuidar el factor “privacidad”.
Lo que sí subrayaron es que, además de buscar la satisfacción del cliente, la buena arquitectura también debe procurar crear construcciones sustentables que aporten al entorno y, de preferencia, empleen elementos naturales presentes el terreno.
Conocer el mundo para conocer tu casa
Alberto, Maestro en Arquitectura por la Universidad Politécnica de Catalunya, ha colaborado con proyectos en Finlandia. Gerardo estudió su Maestría en Arquitectura en la Universidad de HafenCity, en Alemania, país en el que colaboró a lo largo de seis años en el despacho Dinse Feest Zurl Architekten, en Hamburgo.
Su estancia en estos países les ha permitido conocer y estudiar distintas formas de concebir y apreciar la arquitectura, lo que desembocó en una mayor claridad y aprecio por la arquitectura mexicana.
“Todos tenemos una historia que te ayuda a interpretar la realidad, es el cimiento sobre el cual se edifica una visión arquitectónica propia”, señaló Alberto, quien al igual que su hermano da clases en el ITESO con la premisa de incentivar una visión global y original en sus alumnos, basándose en figuras como la del tapatío Luis Barragán, uno de sus favoritos.
“Barragán era un arquitecto al que le interesaba mucho la tradición; la interpretó a la manera de su tiempo y sus recursos”. Texto Octavio Covarrubias Fotos Francisco Gutiérrez/Octavio Covarrubias