Estudiante de Diseño, la integrante del equipo de porristas del ITESO fue elegida para recibir el galardón que reconoce a estudiantes de los equipos representativos que se distinguen por su rendimiento académico, su compromiso social y su desempeño deportivo

Cuando era niña, a Gissele García Hernández le gustaba nadar y no le gustaban las porras. Practicaba nado sincronizado, formaba parte de la selección de Jalisco de la especialidad y un día le pidieron que entrenara gimnasia para mejorar las cargadas en las rutinas. Así empezó un camino que la sacó del agua y la llevó al gimnasio y terminó poniéndola donde nunca se imaginó. Hoy Gissele forma parte de los equipos de animación del ITESO y no sólo eso: gracias a su desempeño como deportista y su actuar como persona, fue elegida ganadora del premio Magis 2025.

Jessica Brito, directora de Deporte y Salud ITESO, explica que el galardón, que se entrega cada año desde 2014, “es un reconocimiento a un deportista de los equipos representativos universitarios que ha sobresalido por ser ejemplo de un deportista integral, con un compromiso deportivo, social e institucional”. Las y los candidatos a obtener el galardón son propuestos por quienes integran los equipos representativos del ITESO y posteriormente las candidaturas son evaluadas por una comisión. Este año, menciona Brito Vera, se eligió a Gissele porque “cumple con los valores que representan a los equipos representativos, ha estado muy activa en su labor social y dentro de su equipo representativo ha sido un ejemplo de constancia, resiliencia, compromiso y amor al equipo”.

Para Gissele García, estudiante de octavo semestre de la Licenciatura en Diseño, haber sido elegida como merecedora del premio Magis es algo que la hace sentir orgullosa, porque “significa bastante, no sólo en el esfuerzo deportivo, sino en lo personal: es un crecimiento como persona; también es un logro para mis padres, mis entrenadores, las personas que me rodean y que me ayudaron a formarme, a crecer y tener este premio”.

El reconocimiento le llega a la estudiante luego de un año complicado: en enero de 2024 tuvo una lesión que, además, fue mal diagnosticada. “Me rompí la rodilla, hueso, ligamentos y meniscos y estuve cuatro meses en silla de ruedas”, cuenta. El error en el diagnóstico derivó en que no se le practicó la operación que necesitaba sino hasta noviembre del año pasado. Actualmente sigue en proceso de rehabilitación y ya ha comenzado a entrenar. El tiempo que estuvo lesionada y usando la silla de ruedas, comparte, le ayudó “a comprender las situaciones que padecen las personas que viven con alguna discapacidad y tienen que usar diariamente la silla de ruedas. Es muy difícil para ellos adaptarse a un mundo que no está hecho para todos”.

Gissele ve incluso un paralelismo con la vida de Ignacio de Loyola, que inició su conversión espiritual después de ser herido en una pierna durante la batalla de Pamplona. Conocer este pasaje de la vida del fundador de la Compañía de Jesús, dice, “me marcó bastante, me reflejé mucho en él, porque a partir de lo que me pasó también empecé a crecer espiritualmente, empecé a ser más empática, a apoyar a las personas que veía que lo necesitaban y a saber escuchar”.

Para poder ser considerada como candidata para obtener el premio Magis, la persona debe cumplir con tres requisitos: contar con un promedio académico arriba de 9, realizar una labor social y cumplir con un buen desempeño dentro de su equipo representativo.  En su caso, la labor social es algo que realiza desde hace tiempo gracias la educación que recibió en casa. “Mis papás son católicos y desde muy chica he estado en grupos que apoyan a casas hogares. Yo apoyo a dos, una es Casa Paipid (Proyecto de Atención Integral a la Persona Inmunodeprimida) y otra la casa hogar María Teresa para niñas. Ahí apoyo con alimentos, ropa, hago dinámicas con ellas y encantaría ser un ejemplo para estas niñas”. Menciona que también realiza labor social para el Code Paradero como apoyo a los equipos de la Selección Jalisco de nado sincronizado y un voluntariado como diseñadora gráfica en Deporte y Salud ITESO. Eso sin mencionar que fue la diseñadora que ganó la convocatoria para crear la identidad visual del ITESAT, el satélite del ITESO que ha formado parte de una misión con la NASA.

Aunque nunca se vio como porrista, afirma que cuando tuvo contacto con la disciplina en el ITESO el flechazo fue inmediato. “Me enamoré de este deporte”, dice y agrega que es una práctica que muchas veces no es vista como un deporte y en torno a la cual hay muchos estereotipos que es importante dejar de lado. En su caso, la experiencia ha sido muy buena ya que gracias al entrenador David Rubio y a todo el equipo desde el principio ella pudo sentirse “como en casa”. A esto ayuda la que describe como “mentalidad jesuita, que te permite ser como eres, sin ser juzgada. Podemos abrirnos con los demás con mucha facilidad. Me ha servido para abrirme con otras personas, ser muy tranquila”.

Para finalizar la charla, Gissele García Hernández agradece el apoyo recibido de parte de sus padres durante el tiempo de la lesión. “Ellos me sostuvieron, fueron mis muletas para salir adelante”.

FOTO: Zyan André