Presentan en la FIL el libro colectivo El Populismo: estado de la cuestión y el caso de México, un análisis de varios académicos coordinado por el especialista del ITESO Alberto J. Olvera

Hay que notar todo concepto de la ciencia política y de la sociología suele ser bastante ambiguo y ambivalente, es intrínseco a la disciplina, ahí está la democracia que en su mínima expresión se refiere a elecciones libres, pero en su ampliación debemos incluir al estado de derecho y a la ciudadanía. El caso del populismo no es la excepción. 

Pensando en este abanico tan amplio fue que se creó El Populismo: estado de la cuestión y el caso de México (ITESO, 2024) un texto recopilatorio que será presentado en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) y en el cual, el editor y académico del ITESO, Alberto J. Olvera, reunió a una multitud de voces especialistas de distintas latitudes de América Latina y Estados Unidos, para debatir y fijar ideas acerca del tan traído y llevado populismo, especialmente, pensando en la coyuntura nacional.  

“El tema populismo ha sido, obviamente de interés para América Latina en todo lo que va del siglo XX, producto de los regímenes políticos que se instauraron en el Cono Sur, especialmente en los países andinos, Bolivia, Ecuador y Venezuela. Posteriormente, con expresiones populistas en Argentina, que es el país de donde viene el modelo original del populismo, de la época de (Juan Domingo) Perón. Por supuesto, en México esto adquirió actualidad de urgencia con el gobierno de (Andrés Manuel) López Obrador, que asumió características abiertamente populistas”, explicó Olvera, quien es investigador del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Desoj) del ITESO. 

Este es un documento creado a partir de la colaboración al interior de una red profesional entre colegas del continente que convergen en la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en ingles), quienes se han dedicado al estudio del populismo.  

“Nos referimos por populismo, a esta idea de polarizar el campo político entre amigos y enemigos, centralizar el poder en la figura de un líder que asume por sí mismo la representación de un pueblo vago, no bien definido, que se enfrenta a unas élites todopoderosas”, explicó Olvera, quien durante 40 años fue investigador de la Universidad Veracruzana.  

Entre los colaboradores del ITESO se encuentra la académica del Desoj, Azul Aguiar, quien habla sobre la erosión de la democracia, el fenómeno global de la autocratización y como el concepto de populismo ayuda a entender lo que pasa no sólo en México, sino en el mundo; y el profesor del Departamento de Estudios Socioculturales, Víctor Hugo Ábrego, quien analiza el caso mexicano a través de la propaganda y los escenarios de polarización digital en el país. 

Desde otros sitios participa Carlos de la Torre, actual director del Instituto de Investigaciones de América Latina de la Universidad Florida, y especialista internacional quien hace un cruce entre populismo y autoritarismo; Benjamín Arditi politólogo paraguayo, quien es profesor en la UNAM y ha hecho una larga carrera estudiando los aspectos culturales del fenómeno populista y reflexiona sobre el origen y vigencia del término;  Rocío Annunziata, profesora de la Universidad de Buenos Aires, quien añade una categoría al estudio del populismo mediante el concepto de “proximidad”; y Enrique Peruzzoti, académico argentino de la Universidad Torcuato Di Tella, quien reflexiona sobre los déficits democráticos y la concepción populista de la rendición de cuentas. 

También participan de la Universidad de Guadalajara, Jaime Antonio Preciado y Carlos Barba, el primero con un texto que aborda los movimientos sociales en el entorno de la Cuarta Transformación (4T), centralmente las resistencias indígenas campesinas populares ante los megaproyectos del nuevo régimen; y el segundo con un análisis acerca de la política social del actual gobierno en comparación con las políticas sociales del periodo neoliberal. 

Olvera hace su propio aporte en el libro con un escrito sobre lo que define como neopopulismo, concepto para referirse a los fenómenos más recientes y distanciarse del populismo clásico –el peronista o el que algunos historiadores identifican con el gobierno de (Getúlio) Vargas en Brasil o el cardenismo en México–, fenómenos identificados entonces con una súbita transformación social e industrialización, y con la emergencia de una clase obrera. 

“El neopopulismo se produce en un contexto distinto, si bien el neoliberalismo sí produjo enormes cambios, los cambios que produjo son muy distintos de país a país. No hay ninguna homogeneidad en la representación de clases y sectores identificados. Lo que tenemos es una crisis de representación, la imposibilidad de representar a una sociedad donde la clase obrera es minoritaria, el campesinado está totalmente fragmentado y las clases urbanas en general se han multiplicado y diferenciado exponencialmente. El neopopulismo es una respuesta a una crisis de representación política en una sociedad fragmentada, debido a la naturaleza del capitalismo neoliberal. Por tanto, es una respuesta que podremos llamarle temporal, que resuelve en un momento dado la ausencia de partidos con capacidad de representación legítima mediante un recurso retórico: la creación de un pueblo”, dijo. 

Para el académico, esta solución desde el poder es un tanto tramposa, porque este pueblo se construye simbólicamente, aunque no exista sociológicamente, pues lo que hay son un montón de grupos sociales diversos a los que se unifican a través de una idea, y dado que no se puede representar algo tan diverso, entonces hay un líder que asume él solo la representación de esa diversidad. 

“Como solución temporal, solamente hay dos salidas, se va del poder por las vías electorales –eso es muy importante, el neopopulismo se produce dentro de la democracia, pues el populismo clásico es fuera de la democracia–, y como están en democracia, dependen de que esta se mantenga para que puedan legitimarse; pero al mismo tiempo corren el riesgo de perder las elecciones, lo que ha sucedido muchas veces, como lo demostró las crisis de Bolivia o Ecuador, o el propio (Jair) Bolsonaro (en Brasil), o bien, pueden transitar un régimen autoritario abierto, como es el caso de Venezuela, donde ante la imposibilidad de seguirse reproduciendo por la vía electoral, se incurre en un fraude masivo y se convierte en una dictadura”, añadió. 

El análisis del populismo resulta entonces útil ante los tiempos que corren a nivel mundial, pues hay muchos líderes populistas de diversos tipos, tales como Donald Trump, quien prototípicamente es el populista de derecha; el propio Viktor Orbán en Hungría también de corte conservador y anti-establishment; o como lo ha sido recientemente el argentino Javier Milei con su ideología libertaria. 

 

FOTO: Luis Ponciano