Durante la inauguración del XIV Modelo Internacional de las Naciones Unidas, UNITESO 2013, Juan Luis Orozco, SJ, Rector de la universidad, exhortó a los jóvenes participantes (procedentes de distintas universidades del país y América Latina) a dejar de ser observadores de las trasformaciones sociales que ocurren en el mundo y en lugar de eso convertirse en actores.“Hacen falta jóvenes con ideales, con principios, con fuerza, con capacidad para saber trabajar con otros jóvenes y no tan jóvenes, que quieran y luchen por un mundo más justo, más fraterno, capaz de aceptar las diferencias de género, culturales, étnicas, religiosas y de opción de género”, les pidió Orozco la mañana del 18 de septiembre, en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ.
El modelo UNITESO, responsabilidad de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, trabajó a partir de un tema eje, el empoderamiento de los jóvenes, y seis comités que simularon el trabajo que lleva a cabo la ONU, entre ellos el Consejo Económico y Social, el Consejo de Seguridad o la Corte Penal Internacional.
El primer día de actividades, Kateri Salas, directora de operaciones de World Youth Alliance Latin America y Rossana Reguillo, investigadora del ITESO, participaron en el panel precisamente titulado “El empoderamiento de los jóvenes”. Este segmento de la población –que en México es mayoría, la mitad de la población tiene 26 años o menos– ha liderado alrededor del mundo diversos movimientos sociales que han emergido como reclamo a las acciones de gobiernos en Medio Oriente, Europa o América.
Salas afirmó que ese empoderamiento también debe verse en las universidades y en los medios de comunicación. Habló de desarrollar programas académicos y gubernamentales que generen espacios y fomenten la toma de decisiones.
Por su parte, Reguillo detalló algunas de las precarias condiciones en las que viven los jóvenes mexicanos: el 98% no tiene contrato de trabajo en su primer empleo; el 78% carece de seguro médico; el 50% vive en situación de pobreza, alrededor de 15 millones; apenas el 14% alcanza la educación superior y 4 mil 500 mueren asesinados al año. Texto Fabián Ramírez Foto Luis Ponciano