Es un proyecto comunitario en Nayarit que, con apoyo de diversas organizaciones, entre ellas el ITESO, trabaja para hacer valer los derechos de los pueblos, entre ellos una educación con rasgos culturales y lingüísticos propios.
En un acto que no fue como cualquier otro cierre de ciclo, porque esta generación de jóvenes son la representación de una larga lucha que durante 10 años han llevado a cabo comuneros, padres de familia y jóvenes de dicha comunidad, el viernes 21 de junio tuvo lugar la ceremonia de clausura del ciclo 2012-2013 del Bachillerato Intercultural Muxatena, ubicado en la comunidad indígena Presidio de los Reyes, Nayarit.
Esta comunidad trabajó por la reivindicación de sus derechos a una educación propia, de los pueblos para los pueblos, que fortaleciera su cultura, promoviera la sustentabilidad de la región y esté en comunión con el desarrollo de sus integrantes, mediante el rescate de sus tradiciones. La generación 2010-2013 es la primera que se gradúa bajo la modalidad intercultural.
Presidio de los Reyes es una comunidad Na’ayeri (Cora) en donde convergen otros pueblos originarios de la región: los Wixaritari, Tepehuanos y Mexicaneros; una constitución pluriculturalidad que se enclava en la Sierra del Nayar, donde el 90% de los habitantes es de origen indígena.
La historia de este proyecto es larga y persistente. El responsable del centro, Pedro Cayetano, advirtió durante el acto académico lo siguiente: “La educación occidental nos está orillando a perder nuestra propia identidad, a perder nuestra propia cultura, a perder nuestros propios usos y costumbres […] tenemos derecho a una educación en nuestra propia lengua materna, a hacer valer nuestros usos y costumbres y derechos como pueblos indígenas. Por eso agradezco a quienes están de parte nuestra por lograr nuestro objetivo”.El ITESO apoya este centro educativo a través del Programa Interculturalidad Indígena, del Centro de Investigación y Formación Social (CIFS).
A ritmo de bailes tradicionales y modernos, interpretación musical, el vals y portando sus trajes tradicionales -aunque también luciendo vestimenta occidental- 19 jóvenes, 11 mujeres y ocho hombres, egresaron de este bachillerato. Nueve de ellos ya han hecho trámites a la Universidad Pedagógica Nacional y otro más apostó por la carrera de Agronomía. Todos ellos son ahora responsables de transmitir lo que este centro educativo buscó rescatar en sus jóvenes: el conocimiento de su cultura, lengua materna y fiestas tradicionales.
Pero además, ellos tienen la visión de continuar sus estudios para que al término de ellos, regresen a sus comunidades para apoyar y encontrar nuevas oportunidades de mejorar las condiciones de vida de los pueblos originarios y desarrollarse personalmente. Todos fueron formados con la intención de hacer valer sus derechos, y si así lo quieren poder emprender proyectos productivos en pro de sus comunidades. Texto Alondra Barba Foto Cortesía CIFS