El Dr. Alejandro Anaya Muñoz, coordinador de la Maestría en Derechos Humanos y Paz, fue el encargado de impartir la Lectio Brevis, acto con el que se inaugura oficialmente el ciclo escolar en el ITESO. Su lección llama a la comunidad universitaria a lograr que los derechos humanos y su igualitarismo radical sean de verdad “evidentes en sí mismos”

Como sucede desde hace siglos en las escuelas jesuitas alrededor del mundo, en el ITESO el inicio del curso se hizo oficial mediante una lección breve, Lectio Brevis, dirigida por Alejandro Anaya, coordinador de la Maestría en Derechos Humanos y Paz, que exhortó a la comunidad a reflexionar y a orientar sus esfuerzos e involucrarse en la lucha para lograr que los derechos humanos y su igualitarismo radical, sean de verdad “evidentes en sí mismos”.

Con lleno total en el auditorio Pedro Arrupe, SJ, el doctor Anaya comenzó su discurso puntualizando que, aún cuando en los documentos fundacionales de la doctrina de derechos humanos, “que planteó, casi a finales del siglo XVIII, que los derechos del hombre – hoy diríamos, por supuesto, los derechos de la mujer y el hombre – son evidentes en sí mismos”, en la práctica, para amplios sectores sociales, “no hay nada evidente sobre los derechos humanos”.

“Me atrevo a plantear, sin demasiado temor a estar equivocado realmente, que no es así para muchas personas en México, en Guadalajara e incluso dentro del propio ITESO, nuestro tan ‘derecho-humanero’ y tan progresista ITESO. Para muchas personas en nuestro entorno cotidiano, no hay nada ‘evidente’ en la idea de igualdad intrínseca e inalienable en dignidad y derechos de todas, todas, todas las personas”, señaló.

Invitó a los estudiantes y a quienes trabajan en la universidad, a cuestionarse si ellas y ellos mismos y la gente de su entorno familiar, de amigos y de escuela consideran que un chofer del transporte público, un campesino o un migrante centroamericano, por señalar algunos ejemplos, tienen el mismo valor que ellos o ellas, la misma dignidad y, por lo tanto, los mismos derechos.

 Acercarnos al igualitarismo radical

En la segunda parte de su discurso, Anaya se centró en señalar cinco de los fenómenos socioculturales que se alejan de la idea radical de la igualdad intrínseca de derechos: el clasismo, el racismo, el machismo, el conservadurismo y la “securitización”; en los que yacen la diferenciación profunda y radical por ser jerárquicos entre ciertos tipos de personas.

Tras la exposición de cómo cada uno de estos fenómenos abonan a la desigualdad, el experto internacionalista en derechos humanos finalizó sugiriendo la manera en que desde el ITESO se puede contribuir a librar la batalla “por los corazones y las mentes de las y los mexicanos”: Primero, entender bien el fenómeno o el problema, y posteriormente buscar el desarrollo de narrativas atractivas que comuniquen mejor y más eficientemente el mensaje de los derechos humanos, apoyándose en ejercicios cotidianos, multi e interdisciplinarios, y a largo plazo.

“Estoy convencido de que esa es la gran batalla por los derechos humanos: la batalla por las mentes y los corazones de la sociedad en su conjunto. La batalla por lograr que los derechos humanos y su igualitarismo radical sean, en verdad, evidentes en sí mismos. Y mi llamado esta mañana es que la batalla la demos no solo desde el ITESO sino también en el ITESO. Tenemos que y tenemos con qué. Hay que entrarle. Ésa es parte de nuestra responsabilidad con nuestro entorno, con nuestra realidad, con la historia. Hay que asumir el reto”, finalizó Anaya.

Tras este discurso, el Rector Luis Arriaga, SJ, retomó el tema de los derechos humanos, desde la óptica de las Orientaciones Fundamentales del ITESO y el Proyecto Educativo Común de la Compañía de Jesús para América Latina. “A nosotros, a ustedes, incluyendo desde luego a quienes empiezan en estos días a ser universitarios, nos toca asumir el reto de transformar nuestra sociedad hacia la dignidad y la justicia, hacia la fraternidad entre las personas y hacia la sustentabilidad en nuestra relación con la naturaleza, y así ayudar a construir vías hacia la esperanza. La universidad es un lugar privilegiado para recorrer estos caminos y el ITESO lo es aún más”, mencionó. “Sigamos cumpliendo pues con la máxima de San Ignacio de ‘en todo amar y servir’, ahora con ánimo renovado y esperanzado, con la alegría y la certeza de que es posible transformar las realidades que son fuente de dolor, abuso y opresión”, pidió.

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“Estoy convencido de que la gran batalla por los derechos humanos es por las mentes y los corazones de la sociedad en su conjunto. La batalla por lograr que los derechos humanos y su igualitarismo radical sean, en verdad, “evidentes en sí mismos” para más de nosotros. Y mi llamado esta mañana es que la batalla la demos no solo desde el ITESO sino también en el ITESO”.

 Dr. Alejandro Anaya Muñoz