El Seminario Desigualdades Sociales y Sostenibilidad de la Vida –presentación del nuevo Doctorado en Estudios Científico-Sociales del ITESO– tuvo como invitada a la directora de OXFAM México, Alexandra Haas, con la conferencia “Raíces Sistémicas de la Desigualdad”
El informe de OXFAM «Beneficios en fuga» en su capítulo México, da cuenta que, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, las fortunas conjuntas de los millonarios mexicanos se mantuvieron constantes en términos reales –154 mil millones de dólares–. No obstante, el número de estos aumentó de 10 a 22 en el mismo período, y 8 estos nuevos miembros son herederos o sucesores en vida. Estas cifras pierden el calificativo de “admirables” si se toma en cuenta que estas fortunas se fraguaron en un país donde 46.8 millones de personas viven en situación de pobreza (datos del Informe de Coneval, 2024).
El germen de la desigualdad, rastreado en políticas históricas y coloniales de despojo y saqueo, así como de legitimación e institucionalización de esta situación, fueron abordadas en la conferencia magistral “Raíces sistémicas de la desigualdad” a cargo de Alexandra Haas Paciuc, Directora Ejecutiva de Oxfam México, impartida dentro de la apertura del Seminario Desigualdades Sociales y Sostenibilidad de la Vida, como marco para la presentación del nuevo plan de estudios del Doctorado en Estudios Científicos-Sociales del ITESO.
Durante la ponencia, la especialista en derechos humanos compartió como tesis central la necesidad de la existencia de un Estado fuerte, capaz de controlar a los intereses del capital privado a través de una regulación adecuada, y la identificación de patrones de abuso, para combatir la persistencia de la impunidad y la política económica del despojo.
“Un Estado fuerte significa un estado que recaude y que no viva en el recorte permanente. Que tenga herramientas para supervisar, pero también para ser el garante de los derechos. El estado debe tener capacidad institucional y regulatoria para dejar de ser un ente político reactivo, para convertirse en un actor que corrija las dinámicas destructivas del pasado”, mencionó la ex presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación de 2015 a 2019.
Hass Paciuc consideró que cualquier andamiaje institucional nuevo que busque transformar de fondo la economía mexicana debe cumplir la promesa constitucional de equidad, dándole dientes, presupuesto y herramientas para garantizar la justicia económica bajo tres principios centrales: redistribución, progresividad y corresponsabilidad. “No pensamos que es posible la prosperidad compartida, si no replanteamos el rol del estado y su capacidad de recaudación, para que sea posible construir otro país”.
La jurista y ex encargada de Asuntos Políticos de la Embajada de México en Washington, compartió un análisis histórico de las dinámicas económicas que han generado la desigualdad desde tiempos coloniales –mismo que puede encontrarse en el propio Informe de Oxfam 2025– y que se siguen repitiendo hoy en día en casos puntuales como los servicios bancarios, las concesiones de agua o los servicios de hotelería y turismo.
Este análisis explica un modelo en el que los mayores poderes tienen una dinámica en cuatro pasos: toman, es decir ocupan lugares, recurso, personas y territorios; transan, esto es se formaliza el andamiaje jurídico para crear mecanismo, reglas e instituciones para apropiarse de más de esos bienes o recursos y garantizar quedarse con lo que ya han tomado; agandallan, estableciendo barreras legales y políticas que excluyan a las comunidades y otras empresas de beneficiarse como ellos; y finalmente, lo llaman mérito, haciendo creer, mediante el discurso de la meritocracia, que cualquiera puede hacerlo y que, en lugar de quedarse en manos de un puñado de personas, los beneficios son para todos.
“Es un modelo que ha sido extractivista y que no ha significado la repartición de la riqueza nacional a toda la población (…). Hay países que hasta la mitad del siglo XX seguían pagando deuda vinculada a los acuerdos de paz e independencia que hicieron con ellos los países colonizadores”, añadió.
La especialista recordó que actualmente el concepto de igualdad está en crisis, debido a que algunos de los países poderosos dentro del sistema de Naciones Unidas lo están cuestionando, en especial Estados Unidos –tras el ascenso de Donald Trump– que, por ejemplo, está pidiendo erradicar las nociones de género o derechos humanos para adherirse a la agenda de la ONU. “La pregunta existencial del sistema de la ONU, está muy en el corazón de las disyuntivas que va a enfrentar nuestro país, como el vecino de EU y el país más afectado por la política interior y exterior de ese país”.
FOTOS: Zyan André
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