Un entorno amigable con las personas mayores: mirando la vejez desde nuevas perspectivas

¿Cómo pensamos la tercera edad? ¿Qué implicaciones tiene para una persona y su relación con el entorno? ¿Cómo aportar a este tema desde mi carrera?

Por Luis Fernando González

El trabajo que realiza el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Ciudades globales amigables con las personas mayores en la AMG, fue creado ante la urgente necesidad de resignificar la idea que tenemos de ser adulto mayor. La pirámide generacional está cambiando fuertemente: la cantidad de personas mayores incrementa cada vez más en relación a la de adolescentes y adultos jóvenes, lo que tendrá un impacto en diversos aspectos sociales y de salud, principalmente en relación a las enfermedades crónico – degenerativas. Además, el incremento en la esperanza de vida de la población hace más común que convivan hasta cuatro generaciones en una misma casa.  

Por ello, uno de los principales objetivos del PAP es aportar a la dignificación de la vejez desde una perspectiva multidisciplinaria, tomando en cuenta las visiones en conjunto de los adultos mayores, los estudiantes y los profesores. Para conocer un poco más sobre cómo lo hacen platicamos con Cristina Rojo, Margarita Maldonado y María Martha Ramírez, profesoras a cargo del proyecto, y con Laura López y Andrea Luna, ex alumnas del PAP en el periodo Otoño 2021. “Es cuestión de promover una cultura del envejecimiento», explica María Martha, “de generar estrategias para vivir esta última etapa de la vida y apostarle a un envejecimiento activo y saludable”. 

Este tipo de proyectos son de carácter intergeneracional, pues implican la cooperación de ambos lados: tanto los estudiantes y las profesoras como los adultos mayores son quienes plantean las bases, las necesidades y las propuestas para alcanzar los objetivos del proyecto. “Muchas veces no nos damos cuenta de las necesidades que tienen nuestros abuelos, nuestros padres o que nosotros mismos llegaremos a tener algún día”, comparte Andrea, alumna de Arquitectura.

La experiencia de los alumnos al trabajar con este sector poblacional es muy singular, pues este tipo de interacción suele pensarse erróneamente como algo reservado para los profesionales de la salud. “Es muy enriquecedor el encontrarse con personas mayores», menciona Cristina, “colaborar con ellas, plantear proyectos y estrategias para constuir alternativas que mejoren las condiciones de vida de ambas generaciones”. 

Cada semestre comienzan el trabajo con la sensibilización: los estudiantes aprenden sobre el panorama de la vejez en nuestra sociedad, la forma en que la ciudad y los espacios no suelen incluir a toda la población y se desarrollan a costa de ellos, cuáles son las definiciones y recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una ciudad amigable con los adultos mayores, y qué tipo de adecuaciones deben hacerse para que el espacio público sea realmente incluyente con dicho sector poblacional.

Durante esta etapa preparan instrumentos de entrevista para saber cómo hablar con ellos, mantener el respeto y la empatía adecuados, además de identificar alternativas que puedan lograrse a futuro. “Además de sacarte de tu zona de confort y ser un reto importante”, menciona Laura, egresada de Psicología, “te abre mucho los ojos a realidades diferentes a la nuestra, tanto socioeconómicas como de edades”. 

Después, se comienza el trabajo directo con las personas centrándose en tres ejes principales: la activación física, la salud mental (hablando sobre los procesos de duelo y estilos de afrontamiento) y la adecuación del espacio físico. “A nivel profesional me ayudó a saber más acerca del interiorismo», explica Andrea. “Investigar mucho, plantear medidas de seguridad como arquitecta enfocadas en personas mayores. A lo largo de mi carrera nunca había hecho algún proyecto para las personas mayores”. 

Para ello, el PAP trabaja en colaboración con los sistemas DIF de cuatro municipios: Tlaquepaque, Tlajomulco, Guadalajara y Zapopan. Sin embargo, debido a las condiciones actuales de la pandemia, el proyecto se lleva a cabo de manera virtual. Esto supone un reto muy grande, pues se requiere de la producción de videos, imágenes y otros recursos didácticos que estén pensados para facilitar el acceso y la comprensión de las personas mayores, creando redes de colaboración virtuales muy activas. 

El aspecto multidisciplinario del proyecto otorga una gran variedad de opiniones y perspectivas al trabajo, permitiendo mirar la vejez desde diversos ángulos. Esto propicia el crecimiento del PAP, pues con la suma de alumnos de distintas carreras se va ampliando el panorama en que se entiende el tema y, por ende, la forma en que se puede atender. “Esto nos enseña que el envejecimiento no es propio de ninguna disciplina», señala Margarita, “cada quien abona desde donde está, dando una visión mucho más abierta y enriquecedora”.