El ITESO dedicará su Ciclo de la Comunidad Solidaria 2025 a la desaparición forzada, con un recorrido artístico y simbólico que busca transformar el dolor en memoria viva.

Utilizar otros lenguajes para narrar el horror y sensibilizar sobre él ayuda a extender el horizonte, y justo esa es la mirada aplicada para el próximo Ciclo de la Comunidad Solidaria del ITESO 2025.

Esta ocasión, el ciclo, que esta vez es coordinado de manera conjunta por la Coordinación de Reconciliación para una Cultura de Paz (Cerpaz) y por el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ (CUDJ), está dedicado a la desaparición forzada de personas, y tendrá una serie de actividades centrales el próximo 3 de septiembre –aunque otras se extenderán hasta noviembre de este año–.

“El ciclo ha sido un evento muy importante en el ITESO desde que comenzó en el año 2000 con el padre David Fernández. Es un evento que nos recuerda cuál es la visión y la misión del ITESO, el compromiso social que tenemos hacia comunidades vulneradas y marginadas”, explicó Paulina Quintero, coordinadora de Cerpaz, quien dijo que el tema de esta edición es “Camina la ausencia. Sembrando esperanza”, tiene también el objetivo de reconocer la capacidad de agencia que tienen las familias, y reconstruir la narrativa de estigmatización que existe ante la gente que desaparece.

El ciclo es parte de un programa que impulsa procesos de sensibilización para estudiantes ante la problemática de la desaparición forzada y lo que implica el acompañamiento a las víctimas de este delito.

“En estos momentos, en la coyuntura que pasa nuestro país, me atrevo a decir que la desaparición forzada es el mayor flagelo que estamos pasando en México. En el panorama tenemos la poca honrosa cifra de 129 mil personas desaparecidas en este momento, ya sea que tienen un reporte de búsqueda o una carpeta de investigación abierta. Particularmente, Jalisco, se encuentra en el epicentro de este horror, porque encabezamos la numeralia con 16 mil personas desaparecidas hasta ese momento”, expresó el director del CUDJ, Luis Enrique González.

Este año, la intención es que las actividades salieran de los auditorios, y que no fueran solo eventos de corte académico. Por lo que se diseñaron siete estaciones diseminadas en distintos puntos de la universidad, donde habrá diversas intervenciones tales como una ceremonia paralitúrgica y expresiones artísticas vinculadas con disciplinas como la música, el tejido, el video, el cartel gráfico, la fotografía y los testimoniales –por ejemplo, la artista Paulina Vargas montará una pieza interactiva y también habrá una presentación del coro del Centro Universitario Ignaciano–.

“El arte es un dispositivo sumamente potente para sensibilizar a las personas, por eso queremos reconocer ese trabajo. Creemos también que en la universidad tenemos que tejer redes entre departamentos, y el arte nos ha demostrado que puedes generar procesos de reflexión y aprendizaje muy profundos”, añadió Quintero.

Este evento contó con la colaboración de la Licenciatura en Arte y Creación del Departamento de Estudios Socioculturales, de la Coordinación de Divulgación y Difusión Académica y del Centro de Promoción Cultural.

El recorrido por las siete estaciones (que incluirá sitios icónicos del campus como el Ombligo, la Plaza de los 50 años o la Black Box) busca ser una alegoría del Vía crucis que pasan las familiares de personas desaparecidas.

“Queremos que, de manera simbólica y vivencial, se represente no solamente ese horror que pasan, sino esa esperanza que las madres buscadoras y familiares de personas desaparecidas tienen en la búsqueda de sus seres queridos”, añadió González.

Ese día también se brindará información relevante al tema que se ha creado desde el ITESO, tales como un par de guías –sobre qué hacer en caso de desaparición forzada, o sobre la declaración de ausencia–, y un tríptico sobre pasos básicos ante desapariciones.

El ciclo incluirá actividades durante varios días, algunas ya realizadas como un encuentro entre familias de desaparecidos y la inauguración de la exposición “Huellas de la Memoria”, que estará durante un mes en La Fabriquita. Pero también otras por venir como la reinauguración de la exposición “Vestir la Represión” –que el año pasado estuvo en el ITESO– y que ahora irá al Museo del Periodismo y las Artes Gráficas, añadiendo la recuperación de puntos en Jalisco donde se vivieron agravios; así como un conversatorio en el campus, el jueves 27 de noviembre con la artista y fotógrafa española Espe Pons, quien ha realizado trabajos alrededor de las víctimas del franquismo.

 FOTO: Luis Ponciano