Tras la emergencia sanitaria por el Covid 19, tendrán un rol muy importante por las contribuciones de sus capacidades y trabajo en el sector productivo, coinciden académicas.
Nueva normalidad, pospandemia o lo que sea que venga al terminar estos trastornados momentos, la realidad es que gran parte de la reactivación económica correrá a cargo de las mujeres. Las nenis (Nuevas Emprendedoras de Negocios por Internet) son ejemplo de ello y voltear a la colectividad es otra opción, opina Josefina Robles Uribe, académica del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM).
La profesora afirma que una alternativa muy viable para encarar los próximos meses es la economía social y solidaria, en la que la mujer es figura fundamental. Para muestra, cita datos de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) que reporta que de los mil 200 millones de socios cooperativistas que existen en el mundo, el 49 por ciento son mujeres.
“Hay muchos proyectos, principalmente de soberanía alimentaria o artesanales liderados por mujeres. En el movimiento de cajas de ahorro también es muy fuerte la participación femenina”, dice.
“La economía social es una alternativa al modelo económico que ya estaba en crisis, que con la pandemia sólo se vio más acelerada. Es alternativa no a la economía capitalista, sino al sistema hegemónico que nos han enseñado es lo económico”, menciona la académica.
La también coordinadora de los Programas de Aplicación Profesional (PAP) de Economía Social añade que la pandemia pegó mucho más a las mujeres en el aspecto económico. Ello, ya que el impacto más fuerte fue para el sector de servicios, es decir, en empleos que tradicionalmente llevan a cabo mujeres, como labores de limpieza y aseo.
“Según la ONU en un estudio que sacó el año pasado, la pandemia ha orillado a la población a la pobreza extrema a más de 47 millones de mujeres, niños y niñas”, dice. A ello se suma la mayor carga emocional para la mujer, ya que, atendiendo a los estereotipos de género, a ella tocan los cuidados de la familia.
Es en este contexto que la economía social y solidaria ofrece un rol protagónico a la mujer, aún más evidente en el proceso de la reactivación de la economía. “La mujer tiene la capacidad y el derecho de generar recursos para su vida y la de los suyos. Entonces, ¿por qué la desacreditación a las nenis? ¿Cuándo se ha visto un nivel de desacreditación así con memes de Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon, si también se dedica a las ventas en línea?”, pregunta.
“Ante una desacreditación individual, el trabajo colectivo fortalece”, asegura. “Tenemos muchas expectativas de que este actuar de forma colectiva nos permita reactivar la economía desde una visión diferente”.
Una asignatura para reflexionar
Tomando en cuenta lo anterior, Primavera 2021 es el primer semestre en el que el ITESO oferta la asignatura “Economía social y solidaria” para la Licenciatura en Administración y Emprendimiento; en Verano 2021 quedará abierta para tomar como optativa para el resto de la carreras.
Josefina Robles comparte que las cooperativas son asociaciones de personas que se juntan para resolver sus problemas; las hay de consumo, de producción, de vivienda, de plataforma y de muchas otras índoles. “En América Latina hablamos más de economía solidaria, porque son movimientos sociales: indígenas que luchan por su tierra, personas que luchan por la biodiversidad, o las mujeres que luchan por sus derechos. La economía solidaria se nutre de todos los diferentes movimientos”, dice.
La profesora admite que hay un estigma que rodea a la economía social y solidaria y la califica como la economía de los pobres. “Va a ser difícil quitarlo, pero hay que aprender que ver el mundo de otro modo sí es posible. Regresar a una nueva realidad donde la discriminación no sea tan fuerte es posible. Eso es lo que queremos con esta materia, decirle a los estudiantes que sí hay una alternativa”.
Mentorías Banregio
Desde el Centro Universidad Empresa (CUE) del ITESO se realizan distintas estrategias para el apoyo de empresarias y emprendedoras; el programa Mentorías Banregio, llevada a cabo en colaboración con la banca del mismo nombre, es uno de ellos.
Tan sólo en 2020, a través de este programa se acompañó a más de 103 empresas a nivel nacional, de las cuales el 53 por ciento son dirigidas por mujeres, comenta Imelda Rojas Rendón, coordinadora del Programa de Emprendimiento y Dinámica Empresarial del CUE.
En el marco de las mentorías se realizó un panel de mujeres para comprender y atender las necesidades específicas de este sector. “Fue un espacio muy valorado, porque más allá de la situación económica, (la pandemia) ha causado estragos también en la parte emocional. Nuestra intención fue ayudarlas a encontrar un equilibrio en sus vidas, tanto en la parte laboral como en la emocional y personal”, dice.
La académica adelanta que este foro tendrá su segunda edición en junio. “En el programa no buscamos empoderar. Partimos de ayudar en un espacio en el que las empresarias se sientan en confianza y encuentren una perspectiva de colaboración, que vaya más allá del género. Vamos a impulsar mucho la innovación y trabajar áreas como distribución y logística, marketing y ventas digitales”.
Tanto para la generación 2020 como para la 2021, que recién comenzó actividades en el primer día de marzo, se hicieron adecuaciones a la metodología para responder de mejor manera a las cambiantes necesidades y demandas de las empresas, especialmente en el contexto de la pandemia.
“Hicimos cambios para hacer los procesos más diligentes, estratégicos y ágiles para el acompañamiento de las empresas. Estamos impulsando el desarrollo de habilidades en los empresarios relacionadas con la gestión del cambio”, mencionó la académica.