Conoce la cura personalis, un rasgo de la espiritualidad ignaciana que ha enriquecido a las y los itesianos porque ha iluminado el camino para considerar a los demás como “fines en sí mismos” (Kant), pero también ha provocado algunos malentendidos en su aplicación, ya que el ejercicio de la autoridad se ha topado, aunque en contadas ocasiones, con este argumento para impedir la actuación de la misma autoridad en casos aparente o patentemente conflictivos
Para comenzar, conviene aclarar la tensión encerrada en el término cura personalis: San Ignacio de Loyola experimentó que en su camino hacia Dios la persona tiene necesidad de la “cura”, es decir, de la ayuda de un compañero de ruta, aunque esta aventura espiritual se desarrollará en el Espíritu, la cual es rigurosamente personal; por eso el nombre: “cura personalis”.