El tráfico en las grandes ciudades es uno de los principales problemas a los que deben enfrentarse los ciudadanos diariamente, y la aplicación SocialGo, diseñada para dispositivos móviles en el Parque Tecnológico del ITESO por la empresa SocialDot, tiene el objetivo de aminorar sus efectos para los usuarios que deseen descargar.
Esta app gratuita cuenta con un simulador de tráfico y tiene la capacidad de que los datos se actualicen gracias a la participación de los usuarios. Creada para funcionar en el sistema operativo Android y con una cuenta en Twitter para quienes no cuenten con el citado sistema, la aplicación ayuda a determinar el flujo vehicular con base en los diferentes eventos viales y ambientales que se generan durante el día, como choques, lluvia, baches, semáforos descompuestos y otros. Mediante el simulador los conductores o copilotos pueden determinar las rutas más fluidas.
La colaboración del ITESO, a través del Programa para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (Proginnt), consistió en entregar un modelo y un algoritmo de simulación de una vialidad, esto mediante un convenio con el Centro Estatal de Investigación de la Vialidad y el Transporte y el trabajo de campo realizado en la avenida López Mateos, en su tramo comprendido entre Ciudad Bugambilias y Patria Norte.
Diez alumnos de Ingeniería Industrial, coordinados por la profesora Yolotxóchitl Ramírez, del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales del ITESO, hicieron la medición del flujo vehicular y las horas pico en dicha arteria. Uno de los principales fines del proyecto es disminuir el tráfico, “motivar a los jóvenes a que den aventones, pero que la persona que reporte sea el copiloto. La intención es darle puntos para promociones o premios tanto a la persona que conduce el auto como a quien reporte, y de esta manera ayudar a que disminuya la circulación de autos y la contaminación”, dijo Iván Lira, director general de SocialDot.
La aplicación pudo desarrollarse gracias a recursos provenientes del Consejo Nacional para la Ciencia y Tecnología (Conacyt). Texto Gustavo Abarca Foto Roberto Ornelas