A partir de su experiencia mejorando las estrategias de dos empresas donde laboró, Jorge Eloy León Orozco, egresado de la Especialidad en Gestión de la Cadena de Suministro explica cómo la relocalización en boga de las industrias transnacionales plantea un escenario que convendría aprovechar del mejor modo
Gracias a los conocimientos que adquirió al estudiar la Especialidad en Gestión de la Cadena de Suministro del ITESO, Jorge Eloy León Orozco logró optimizar el traslado de productos por ferrocarril en dos empresas donde trabajó: la primera, enfocada en resina plástica, y la segunda, una cementera de alcance internacional.
Ambos casos de éxito forman parte de una tendencia creciente en el sector industrial global: la mejora de sus cadenas de suministro, es decir, el proceso de producción y entrega de productos y servicios de una empresa al cliente final.
Una de las acciones de optimización de las cadenas de suministro es el nearshoring, una estrategia mediante la cual las grandes empresas relocalizan parte de su producción en países cercanos para ahorrar costos en transporte y reducir los riesgos de interrupción en las operaciones. El ejemplo más reciente y conocido de nearshoring es la decisión de Tesla de instalar una fábrica de autos eléctricos en Nuevo León.
Importancia de las cadenas de suministro
¿Te has puesto a pensar cómo te llega el pedido que hiciste en Amazon o Mercado Libre? Es gracias al funcionamiento de sus cadenas de suministro.
“El gran éxito de las grandes empresas en comercio electrónico, por ejemplo, se debe a lo robustas y eficientes que son las cadenas de suministro y cómo han logrado comprometer una entrega en 24 horas o menos. Eso se logra con una planeación enorme y con muchísimos modelos, sistemas y gente detrás”, explica León Orozco.
Una cadena de suministro puede definirse como la gestión del flujo de los materiales y la información de una empresa, un proceso de ida y vuelta donde controlas los elementos que hacen operativa a una empresa: qué producto envías, cómo lo envías, cuánto envías, en qué fechas, cuánta materia prima debes comprar para hacer el producto, etcétera.
En síntesis, la cadena de suministro gestiona toda la producción de una empresa, desde la materia prima, la fabricación y la venta al cliente final, y el éxito de esa gestión deriva en beneficios como ahorros en los costos de producción o precios más bajos al consumidor.
“Tener buenas cadenas de suministro es la diferencia entre ganar y perder en una empresa, entre que una empresa sea rentable y eficiente o no”, afirma León Orozco.
Para el joven de 28 años, el principal reto de las cadenas de suministro es el impacto social y ecológico que dejan en el país donde operan: de ahí la importancia de regular procesos como el nearshoring.
Redistribuir la riqueza y cuidar el medio ambiente
La pandemia de covid-19 dejó impactos duraderos en la economía global. Uno de ellos fue la disrupción de las cadenas de suministro, es decir, creció la demanda de ciertos productos que no fue cubierta por la oferta disponible.
Un ejemplo de esa disrupción fue la crisis de los microchips: las empresas redujeron su producción por las restricciones sanitarias; sin embargo, subieron los pedidos de computadoras y otros dispositivos electrónicos, mismos que no pudieron ser cubiertos, generando escasez y aumento de precios.
Ante esta situación y para garantizar la cobertura de la demanda de productos y servicios, varias compañías transnacionales han decidido reubicar fábricas, plantas y otras cadenas de suministro a países cercanos, es decir, el nearshoring. Esta tendencia está ganando enteros frente a la estrategia clásica de relocalizar producción en países de Asia donde los costos sean más baratos.
Algunas de las industrias que más están recurriendo al nearshoring son la electrónica, los productores de materias primas y la automotriz, como se ejemplifica en la decisión de Tesla, la compañía de autos eléctricos de Elon Musk, de poner una fábrica de vehículos en Nuevo León.
México es un país particularmente beneficiado por este nuevo esquema, dada su ubicación cercana a Estados Unidos, de donde son gran parte de las empresas con grandes cadenas de suministro, así como por las ventajas competitivas del tratado comercial vigente entre ambos países y Canadá (T-MEC).
“Sí, estás pagando en México un mayor costo respecto al que podrías pagar en Asia, pero definitivamente ganas en otras cosas: la cercanía es muy buena, estás en un punto geográfico estratégico, tienes varias entradas accesibles por vía aérea, terrestre o marítima, y tienes mucha mayor facilidad de responder ante otra contingencia como una pandemia o una guerra”, explica León Orozco.
No obstante, el principal reto del nearshoring es generar riqueza sin afectar el medio ambiente de un país y redistribuir las ganancias empresariales a la gente, es decir, cómo lograr un nearshoring sustentable. Para ello, serán fundamentales las regulaciones gubernamentales.
«Que venga inversión extranjera es bueno y beneficia a todos, pero hay que cuidar temas como los impuestos, la redistribución de la riqueza y la calidad del empleo. Respecto a las regulaciones, hay países que van mucho más avanzados que nosotros. Hay que reglamentarlo, pero tiene que ser con reglas muy claras y promoviendo, por ejemplo, las energías verdes y renovables como la energía solar, que en el Norte de México hay una capacidad enorme para producirla de manera sustentable”.
León Orozco observa al menos tres tendencias que el nearshoring traerá a México en un corto y mediano plazo: a) aumento de parques industriales; b) ampliación de la capacidad de almacenamiento de los puertos mexicanos más importantes, como Manzanillo o Veracruz; c) más oportunidades de hacer negocios para emprendedores y empresarios que quieran ser parte de las cadenas de suministro de una industria.
La importancia de la experiencia y la formación
Al terminar su licenciatura en Ingeniería Industrial en el ITESO, en 2018, Jorge Eloy comenzó su experiencia laboral en una empresa de resina plástica, que es la materia prima con las que se hacen los productos de plástico que tenemos en casa. Duró dos años y medio.
Allí empezó a trabajar dentro de las cadenas de suministro de esa compañía, planificando su abasto ferroviario, y el éxito en el proceso lo llevó a encargarse de la planeación del mismo medio de transporte dentro de su segundo trabajo, una empresa cementera.
“En un plazo de entre seis a ocho meses encontramos una oportunidad importante de ser más eficientes en el abasto, es decir, escoger el tipo de transporte adecuado en el momento adecuado para disminuir el costo por tonelada de nuestros productos cementeros”, recuerda. “Logramos reducir el costo por tonelada del abasto a los centros de distribución».
Su experiencia laboral lo convenció de las ventajas de usar el transporte ferroviario para mejorar la eficiencia de las empresas y cuidar el medio ambiente.
“El ferrocarril en México es un transporte con muchísimo potencial. La infraestructura actual es limitada y no está presente en todo el país, pero vale mucho la pena explorar el tren por varias razones: su costo es muy bajo comparado con otros transportes y sus emisiones son 50 por ciento menores respecto al autotransporte, por ejemplo”.
En 2019, un año después de graduarse en Ingeniería Industrial, Jorge Eloy se animó a seguir su preparación académica en la Especialidad en Gestión de la Cadena de Suministro del ITESO, de la que egresó al año siguiente.
“Fue una bonita experiencia, especialmente por tener compañeros de diferentes industrias como la electrónica o la farmacéutica, de las que no sabía nada”, recuerda. “También los maestros influyeron muy fuerte, son gente con mucha experiencia en la industria y en la academia”.
Su trabajo de obtención de grado fue sobre la eficiencia en compras de inventario y su impacto en los costos de la empresa de resina plática donde laboraba.
León Orozco afirma que la filosofía de formación jesuita del ITESO le dejó una gran huella. “Siempre se toma en cuenta el impacto social y ecológico del entorno, cómo hacer nuestros proyectos de forma responsable, de manera que no sólo cumplas regulaciones, sino que también generes valor agregado a tu gente, a tus vecinos, a tu comunidad y al planeta. También se motiva el pensamiento crítico y aprender a escuchar, no es una filosofía cerrada».
Además de su trabajo profesional, León Orozco fungió como mentor en Diprojal, un programa impulsado por el Gobierno de Jalisco a través del Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (Coecytjal) que busca capacitar a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para mejorar sus habilidades digitales y que se conviertan en proveedores de industrias importantes de la entidad.
Hoy planea viajar al extranjero para vivir nuevas experiencias profesionales que espera implementar a futuro en México.
“La salida laboral de una especialidad en Cadena de Suministro es muy amplia, puedes trabajar en áreas dentro de una empresa como distribución, logística o embarques. En mi caso, como a mí me interesa mucho la planeación, me he desempeñado allí», concluye el egresado del ITESO.
FOTO: Luis Ponciano