Mariana, Anna y Karla son estudiantes de posgrado con un objetivo en común: hacer cambios positivos en la sociedad desde la ciencia y la tecnología a partir de sus retos, pasiones y experiencias
Con el objetivo de promover una mayor participación e inclusión de mujeres y niñas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (conocidas como STEM, por sus siglas en inglés), cada 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Este 2023, la UNESCO propuso como lema: Innovar. Demostrar. Elevar. Avanzar. Sostener (I.D.E.A.S.).
Sin embargo, en México aún hay muchas mujeres rezagadas y excluidas en la formación de estas habilidades para el futuro. De acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en 2022 solo tres de cada 10 profesionistas en STEM eran mujeres. En ese mismo año se registraron a nivel nacional 494 mil 753 mujeres estudiantes de algún programa de STEM, en contraste con los 996 mil 519 hombres inscritos en estas áreas.
En el ITESO existe la firme intención de impulsar a más mujeres para que, desde el estudio de la ciencia, del desarrollo tecnológico y del compromiso con la sociedad, puedan generar soluciones a los problemas actuales y colocarse como referentes para las nuevas generaciones. El propósito es que la igualdad de oportunidades sea cada vez más tangible y que no solo permanezca como un discurso diplomático de buenas intenciones.
Conoce aquí las historias de tres estudiantes de posgrados del ITESO.
Mariana Bulos Rodríguez, estudiante de la Maestría en Ciencia de Datos.
Mariana, originaria de Pachuca, nos comparte que su entusiasmo por los datos y las matemáticas comenzó desde que estudió la Licenciatura en Matemáticas Aplicadas en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Debido a su pasión por el desarrollo tecnológico y la visualización de datos con impacto social, en 2019 asumió el cargo como directora del Sistema de Recaudo en la Secretaría de Transporte de Jalisco, y tiempo después entró al programa de posgrado del ITESO.
Uno de los retos más significativos que enfrentó fue llegar a un sector en el que predominan hombres en puestos operativos y directivos, un entorno donde aún prevalecen prácticas machistas; además de lo anterior, Mariana encabeza un equipo conformado por técnicos, cuya mayoría son hombres. «Parte de mi trabajo también es impulsar que otras mujeres se vean involucradas en los procesos. Es muy importante que como mujeres participemos cada vez más en la construcción y toma de decisiones. Estamos abriendo espacios, aunque aún no haya esa igualdad en condiciones de trabajo», apunta Mariana.
Su principal interés es aplicar sus conocimientos en la mejora de la movilidad y del transporte público del Área Metropolitana de Guadalajara. Por eso su Trabajo de Obtención de Grado (TOG) emplea la ciencia de datos con la que analiza cómo opera el pago electrónico dentro del transporte público en relación con el comportamiento de usuarios, rutas y estaciones de trenes y camiones. Su objetivo es comprender cómo este método de pago puede ser una solución para alcanzar un modelo de transporte más eficiente.
Mariana añade: «Como mujeres tenemos necesidades distintas, en el tema de la innovación y del desarrollo aportamos otra perspectiva que nos ayuda a enriquecer la visión sobre un mismo tema. Por ejemplo, en el uso del transporte público muchas mujeres hacen lo que se llaman viajes de cuidado, que tienen que ver con llevar a un niño, una persona adulta o con alguna discapacidad. Necesitamos donde poner nuestras pertenencias, que tengan espacios para subir una carriola o una silla de ruedas. Esas cosas comienzan a ser evidentes cuando la persona que tiene la necesidad habla. Cuando se hace evidente esta necesidad entonces se comienzan a trabajar soluciones».
Anna Paula Félix Amante, estudiante de la Maestría en Ingeniería de Productos y Procesos.
Anna Paula es originaria de Hermosillo. Su curiosidad por la ciencia despertó a muy temprana edad. Desde niña le gustaba saber cuál era el proceso de elaboración de las cosas que había a su alrededor, también veía videos de cómo se elaboraban ciertos alimentos y con frecuencia hacía preguntas para comprender con mayor precisión el funcionamiento de los procesos de producción de las cosas.
Ella eligió la Licenciatura en Nutrición y Ciencia de los Alimentos en el ITESO. Afirma que, desde que comenzó sus estudios se dio cuenta de que le interesaba la ciencia de los alimentos: «Por eso fue que decidí entrar al ITESO, me pareció que el campo de estudio era muy amplio. Desde los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) sabía que necesitaba saber más. El primer PAP de innovación me enseñó todo el proceso y el impacto, el segundo fue sobre difusión de información científica y ambos me hicieron sentir que con mi carrera sí podía llegar a más», puntualiza la estudiante.
Cuando egresó de la licenciatura, buscó trabajo en áreas relacionadas con la ciencia de alimentos, pero enfrentó obstáculos como los cuestionamientos y dudas sobre sus conocimientos y experiencia: «me encontré con personas que me dijeron ‘es que tú no eres ingeniera, es que tú no sabes, solamente eres nutrióloga’. Pero yo continué con mis ganas de saber más», explica Anna Paula. De este modo decidió continuar con sus estudios a nivel posgrado en la Maestría en Ingeniería de Productos y Procesos.
Su propuesta de TOG es la creación de una plataforma de información confiable para el consumo de suplementos alimenticios con base en los conocimientos de la herbolaria tradicional mexicana. En este proyecto, Anna Paula emplea el pensamiento creativo como elemento clave para los procesos de innovación de carácter alimenticio. Así lo manifiesta: «Es importante que las mujeres entremos al campo de la investigación por esa cualidad que nos brinda el pensamiento creativo de pensar fuera de la caja y que es muy necesario para la innovación en el campo de la ciencia y la tecnología. Desde ámbitos como el hogar, la escuela, nuestra profesión, tenemos experiencias que nos hacen encontrar una solución en algún momento».
Karla Paola García Larios, estudiante de la Maestría en Sistemas Computacionales.
Karla creció en una familia de ingenieros en la que se acostumbraban actividades como reparar objetos y pensar en la solución de problemas. Ella recuerda que su primer acercamiento a la ciencia fue en la preparatoria, cuando asistió a una conferencia sobre mujeres científicas. Este evento fue un parteaguas en su vida y en su vocación.
Egresó de la Ingeniería en Mecatrónica del Centro de Enseñanza Técnica e Industrial (CETI), actualmente cursa el segundo semestre de la Maestría en Sistemas Computacionales en el ITESO. Su TOG está relacionado con Blenderbot 3, un chatbot que hasta ahora solo opera a través del idioma inglés, y que ella busca adaptar y traducir al español. Su intención es escribir también un artículo científico sobre su investigación, pues descubrió que es insuficiente lo que se ha estudiado sobre sistemas informáticos como este, y que hayan sido desarrollados en español. Espera que luego de su trabajo con este chatbot, se facilite su acceso a más usuarios.
En relación con la participación de las mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología, Karla opina lo siguiente: «la representación es importante para que más mujeres puedan decir: ‘si esto es lo que quiero, yo también puedo lograrlo’. Siento que estoy aquí para abrir puertas para que quienes lleguen después de mí no avancen por el mismo camino que yo avancé, sino por un camino mejor».
FOTOS: Luis Fernando González y Yoana Rodríguez