«El Judicial siempre ha sido el poder más alejado de los ciudadanos»: Azul Aguiar

La académica del ITESO editó el libro El Poder Judicial en acción. Perspectivas desde los derechos, la erosión democrática y la integridad electoral, que busca arrojar luces sobre lo que puede ocurrir en los países cuando el Poder Ejecutivo elimina los contrapesos

En los últimos meses, el Poder Judicial de México ha estado en el ojo de la discusión pública como no lo había estado en mucho tiempo, como consecuencia de la reforma que fue impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, respaldada por la presidenta Claudia Sheinbaum y aprobada por el Congreso de la Unión. Sin embargo, aunque la discusión ha sido reciente, Azul Aguiar señala que lo que está pasando ahora “se veía venir desde 2018”. Y lo lleva más allá: no es algo nuevo ni exclusivo de México: muchos otros países “han elegido, vía las urnas, liderazgos que tienen tendencias autocráticas o que son populistas y que tienden a desmantelar los contrapesos”. Este es el escenario que enmarca la publicación del libro El Poder Judicial en acción. Perspectivas desde los derechos, la erosión democrática y la integridad electoral, editado por Aguiar y publicado por el ITESO. 

“El libro es muy ilustrativo porque aparece en un momento clave de la historia judicial en México”, dice Azul Aguiar, académica del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Desoj). Por esta razón, el libro busca “contribuir a la política judicial, que es una subdisciplina de la ciencia política, estudiando algo que no se había estudiado con rigor y tampoco con profundidad, que tiene que ver con todas esas cortes y poderes judiciales que no son sólo la Suprema Corte”. Así, el libro incluye textos sobre poderes judiciales subnacionales, los tribunales electorales, estudios de Supremas Cortes relacionados con derechos específicos, entre otros temas. 

Sobre cómo se integraron los contenidos del volumen, Aguiar Aguilar explica que durante la segunda edición de la Cátedra Giovanni Sartori convocó a diferentes académicos especialistas en política judicial, después se organizaron diversos seminarios y todo este trabajo devino en el libro que “aborda de manera general diferentes temas relacionados con el Poder Judicial, en particular los que tienen que ver con la erosión democrática, la protección de derechos y la integridad electoral”. Otro de los objetivos del libro, continúa Azul Aguiar, es “discutir diferentes temas relacionados con qué pasa cuando se captura el Poder Judicial, qué pasa con la democracia cuando esto ocurre”. 

Para la académica del ITESO, hay una tendencia global que busca restar fuerza al Poder Judicial para que el Ejecutivo pueda tener un mayor control político y concentre más poder. En México esta dinámica comenzó en 2018, con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, momento en que comenzaron los ataques dirigidos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, primero centrados en los salarios de los magistrados, después en acusaciones de nepotismo, luego en la propuesta de que sean electos por vía del sufragio popular desmantelando la carrera judicial. “No pensamos que se fuera a lograr de manera tan súbita, pero tampoco es sorprendente. [Nayib] Bukele hizo lo mismo en El Salvador: tan pronto como su partido ganó la mayoría en la Cámara, lo primero que hizo en el primer mes fue desmantelar la Corte”. 

Uno de los factores que juegan en contra de la defensa del Poder Judicial es el hecho de que muy pocas personas conocen sus funciones o cómo trabaja. Azul Aguiar dice que “el desconocimiento del Poder Judicial tiene que ver con su diseño institucional. El Judicial siempre ha sido el poder más alejado de los ciudadanos, en la búsqueda de decidir los casos de manera independiente e imparcial. Pero ese alejamiento de la población ha sido parte de la razón por la que ha sido atacado: nadie los conoce, están lejos, entonces puedo inventarme lo que quiera y nadie lo va a refutar, ni siquiera ellos, porque no están preparados para intervenir en el ámbito público”.  

Pero este desconocimiento, continúa la académica, va más allá: fuera del derecho, son muy pocas las disciplinas que estudian al Poder Judicial. Comienza con un ejemplo: el periodismo. “¿Cuántas personas periodistas son expertas y logran entender una discusión del pleno y traducirla de manera amigable al público? En México no hay personas así y es un error de las licenciaturas, los posgrados y los programas de comunicación y periodismo. En el ámbito de las ciencias políticas, ¿cuántas clases tienes que te hablen de Poder Judicial? Cero. Ahí hemos fallado como universidades para socializar la función del Poder Judicial y qué hace por nosotros. Las organizaciones de la sociedad civil están enfocadas en vigilar a los gobiernos y la administración pública, pero nadie le pide cuentas al Poder Judicial”. 

Azul Aguiar dice que, si bien hay lo que describe como “un aprendizaje político”, lo que ha pasado en México con el Poder Judicial es “lamentable en términos políticos, pero en términos de derechos también”. Menciona también que es necesario reflexionar por qué prevalece una preferencia por los regímenes autoritarios. “Sabemos el resultado de este modelo y aun así lo perseguimos, aun cuando más poder para el Ejecutivo no te lleva a más democracia, sino a un gobierno autoritario. Lo que queda claro es que tenemos que evaluar los compromisos democráticos, o no, que tienen quienes nos gobiernan y los que tenemos nosotros como ciudadanos”, concluye Azul Aguiar. 

FOTO: Luis Ponciano