La académica coordinó la investigación “Violación a derechos humanos en situación de crisis sociohídrica como problemática compleja”, a partir de una denuncia ante el Tribunal Latinoamericano del Agua. Entre los proyectos de la investigación se encuentra el libro Crisis sociohídrica en la ribera del lago de Chapala, que será presentado en la FIL de Guadalajara

En 2018,  el Tribunal Latinoamericano del Agua sesionó en el ITESO, a donde acudieron un grupo de pobladores de la ribera de Chapala para denunciar la contaminación del lago más grande México y los efectos negativos que su consumo estaba provocando en la salud de las personas. El entonces llamado Grupo del Agua de la Universidad —hoy Seminario Permanente de Estudios del Agua (Sea)— tuvo conocimiento de la situación y en 2019 comenzó un equipo interdisciplinario para llevar a cabo un proyecto de investigación que se realizó desde ese año y hasta 2023. Los hallazgos de la investigación, así como el proceso de trabajo, están documentados en el libro Crisis sociohídrica en la ribera del lago de Chapala, que fue coordinado por Susana Herrera Lima y que será presentado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. 

Susana Herrera fue coordinadora del Sea del ITESO y es académica del Departamento de Estudios Socioculturales (Deso). Explica que la investigación —titulada “Violación a derechos humanos en situación de crisis sociohídrica como problemática compleja”— tuvo dos antecedentes: el primero, la presentación del caso en el Tribunal Latinoamericano del Agua en el que se denunció el gran número de casos de enfermedad renal entre los habitantes de la ribera del lago, específicamente de las poblaciones de Mezcala de la Asunción y San Pedro Itzicán; el segundo, el acercamiento con la investigadora Charlotte Smith, de la Universidad de Berkeley y especialista en salud pública y agua, quien se acercó al Grupo del Agua y realizó un estudio sobre la calidad del agua que sale del grifo en San Pedro, Mezcala y Chapala. “Los resultados fueron la evidencia del alto grado de contaminación de diversos tipos, pero sobre todo de bacterias, en el agua que se suministra y es consumida por los habitantes”, dice Susana Herrera. 

A partir de estos dos antecedentes, se conformó un equipo de trabajo interdisciplinario para el proyecto, que recibió recursos del Fondo de Apoyo a la Investigación del ITESO. Para su realización, se buscó un formato que tenía por objetivo, dice Susana Herrera, quien coordinó los trabajos y ahora, el libro. “Además de trabajar junto con las comunidades y tener algo de incidencia en sus circunstancias, nos planteamos dos grandes objetivos: uno, armar un modelo de más académico, más analítico, que nos permitiera saber cuáles son los factores que están contribuyendo a que esta situación terrible de contaminación se esté dando; el otro, hacer comunicación pública de esta situación, para dar a conocer esta información tanto a los habitantes de las poblaciones como entre tomadores de decisiones y en la ciudadanía de Guadalajara, porque el lago es una verdadera cloaca”. 

Entre los hallazgos de la investigación, Herrera Lima explica que en todas las muestras que se tomaron para analizar el agua hay presencia de coliformes fecales, químicos, residuos de fertilizantes, además de otros contaminantes “nuevos” que ni siquiera están enlistados en la Norma Oficial Mexicana. Por otra parte, también se pudo constatar que, si bien la contaminación afecta a toda la población, lo hace de manera “muy diferenciada”: mientras en algunas poblaciones cuentan con potabilizadoras y acceso al agua purificada, en otras de alto nivel de marginación es común que tomen agua directo del lago para su uso y consumo, sin tratamiento alguno. Pobreza, miseria, marginación se combinan para crear un escenario “con muchas fallas estructurales”. 

Además de apostar por la interdisciplina, la investigación propuesta por Susana Herrera Lima y el equipo contempló a los pobladores como parte fundamental para producir conocimiento. “El modelo involucra a las comunidades y trabajamos junto con ellas desde el principio como productores de conocimiento”, explica y añade que también se involucraron en las estrategias de comunicación, que entre otras cosas incluyeron talleres, la elaboración de un mural, la producción del documental Aún sigo aquí y la publicación del libro. 

Uno de los resultados más relevantes, dice la académica, fue “la transformación en la forma en que intervinieron las mujeres. Al principio se involucraron primordialmente los hombres, pero las mujeres fueron transformando su capacidad de agencia”. 

Susana Herrera Lima concluye reiterando la importancia de que las personas de las comunidades participen no sólo como fuentes de información, sino como generadoras activas de conocimiento, además de crear un andamiaje que permita el trabajo inter y transdisciplinario. “Las ciencias sociales y naturales deben converger con el conocimiento de las personas que están viviendo las situaciones. Ahí el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil es fundamental, porque son un nexo entre la academia y las personas afectadas. Todos los conocimientos son útiles, pero deben articularse”, dice. 

FOTO: Zyan André

El libro Crisis sociohídrica en la ribera del lago de Chapala, coordinado por Susana Herrera Lima, se presentará el domingo 1 de diciembre a las 13:00 horas en el stand del Sistema Universitario Jesuita (H-31) dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.