Como parte del evento Voces y Saberes sobre el Cuidado, organizado por el Departamento de Psicología Educación y Salud se llevó a cabo la conferencia “El TDAH desde una mirada psicosocial”, impartida por el especialista de CAXA, Germán Ríos Morfín  

Ampliar el contexto del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) implica ir más allá de sus bases biológicos y considerar el aspecto psicosocial, para así contribuir al entendimiento y tratamiento integral de las dificultades de atención, especialmente en el ámbito escolar. 

Bajo esta perspectiva trabaja el psicólogo Germán Ríos Morfin, asesor de la Coordinación de Acompañamiento para la Excelencia Académica (CAXA), quien dictó la charla “El TDAH desde una mirada psicosocial”, dentro del evento Voces y Saberes sobre el Cuidado: Reflexión y acción desde el ser y hacer profesional, organizado por el Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO. 

Ríos Morfín, quien es maestro en Terapia Familiar Sistémica y cuenta con amplia experiencia en psicoterapia clínica enfocada en jóvenes y adolescentes, explicó que este enfoque es importante porque permite atender situaciones que afectan a los estudiantes, tales como el maltrato, la violencia o el estrés. Además, se incorpora la experiencia del propio estudiante, no sólo la del especialista, lo que aumenta las posibilidades de éxito, se sustrae al individuo como única causa del problema, se libera culpa y disminuyen riesgos como la toma de estimulantes. 

“A veces, cuando nos dan un diagnóstico de un problema atencional, el individuo se explica a sí mismo como el problema, y este tipo de explicaciones omite otras posibilidades. Dejamos de ver aquello que es importante hablar en cuestión de relaciones y ambientes sociales, de sueños o deseos”, explicó. 

Esta postura evita explicaciones circulares del TDAH, esto es que los estudiantes comprendan su problema haciendo que el síntoma explique la problemática y la problemática vuelva a explicar el síntoma.  

Para el terapeuta debemos partir de la explicación de que el TDAH es una condición, no es una enfermedad mental, por lo tanto, no es algo que te incapacite a realizar alguna acción, sino que es una forma en que las personas van a procesar su mundo.

Hay distinciones del TDAH en edades tempranas muy claras: los niños, por ejemplo, exhiben mayor hiperactividad, impulsividad y problemas externalizantes; mientras que las niñas se muestra generalmente más inatención, problemas como ansiedad y depresión y compromiso cognitivo. Algunos de estos síntomas (como la hiperactividad) suelen desaparecer en la adolescencia, sin embargo, otros permanecen dificultando la adaptación saludable. 

En su conferencia, el asesor de acompañamiento hizo un repaso por diversos autores y sus aproximaciones y estudios sobre el TDAH, y posteriormente abordó problemáticas concretas y factores psicosociales que abonan al agravamiento, la pérdida de interés o al abandono de los estudios en etapa temprana. 

“Hay tres razones por las que ustedes pueden abandonar la universidad, uno es el factor económico, factor de crisis emocional, o falta de hábitos de estudio. Hay quienes tienen una alta exigencia de los papás y eso también les puede generar un problema atencional, entonces, es importante que dialoguemos, y que además de no concentrarse, veamos que está pasando en la vida que puede estar complicando la concentración”, explicó. 

Tres días de cuidado 

El cuidado de los otros es un acto de amor, es parte de una cultura de respeto, empatía y responsabilidad compartida, y desde la universidad jesuita, en cada uno de los nueve programas que integran el DPES, es uno de los ejes que forman parte de la comunidad. 

Es a partir de esta convicción que se lleva a cabo Voces y Saberes sobre el Cuidado, evento inaugurado por el Rector del ITESO, Alexander Zatyrka Pacheco, quien destacó que esta actividad está alineada con la cura personalis (el cuidado de la persona), que promueve la Compañía de Jesús desde su nacimiento, y que involucra atender al individuo en sus múltiples dimensiones, que incluyen mente, espíritu y afectos. 

“Invito a explorar y reflexionar sobre cómo podemos integrar el cuidado a nuestras prácticas diarias, tanto en el ámbito profesional como personal, aprovechen este espacio interdisciplinario para intercambiar opiniones y puntos de vista, para ver cómo podemos promover un ambiente de apoyo mutuo, para fomentar acciones, adquirir herramientas y habilidades de cuidado”, mencionó. 

Para Catalina Morfín López, directora general académica, el cuidado es un factor central no solo de la salud sino de una sociedad en la que todas y todos nos salvaguardamos mutuamente. En su participación destacó que, de acuerdo con Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo de 2019, 86 por ciento de los cuidados en México están a cargo de las mujeres y las niñas del país.  

“El cuidado satura literalmente el tiempo de las mujeres y esto conduce a una dimensión de la pobreza, de la escasez del tiempo para una misma. Según el INEGI, en 2022 el valor del trabajo doméstico fue de 7.2 billones de pesos, es decir, un 24 por ciento del PIB nacional generado. Hay una urgente necesidad de reconocer el derecho del cuidado como parte de la defensa de los derechos humanos”, dijo. 

Eugenia Casillas Arista, directora del DPES consideró que este encuentro es una oportunidad de vernos en un espejo y revisar nuestros modos de interactuar con las personas en el cotidiano, de reflexionar sobre lo que sucede en nuestros contextos y de cuestionarnos que tanto me cuido y cuido a los demás. 

“La ética del cuidado es una resistencia ante el autoritarismo y las injusticias. Si queremos fortalecer el entorno social, pensar en el cuidado de los otros, deber ser parte no solo del discurso, sino de la acción”, argumentó. 

FOTO: Zyan André