Se celebró en el ITESO el IV Coloquio en Matemática Educativa, cuyo objetivo fue reunir a especialistas en didáctica de las ciencias exactas y a profesionales de la docencia a fin de enriquecer el ecosistema de educación en la ciencia de los números
Por Daniel Medina Jackson
Existen amplias investigaciones y desarrollo de teorías y metodologías en la materia que son fundamentales para el desarrollo disciplinario de la pedagogía de las matemáticas. Aun así, el propósito del IV Coloquio en Matemática Educativa, que tuvo lugar los días 7 y 8 de julio pasados, fue hacer una puesta en común sobre la práctica. La experiencia de los profesores en los espacios de aprendizaje con los estudiantes ocupó la centralidad de las actividades realizadas.
Con el tema “Competencias desarrolladas a través del aprendizaje de las matemáticas para su aplicación en diversos ambientes profesionales”, el Coloquio se conformó con tres conferencias, nueve ponencias, tres talleres, cinco mesas de discusión, un panel y una presentación de libro. Los 160 asistentes se dividieron en 130 que asistieron de forma virtual y 30 que estuvieron presentes en los auditorios D1 y D2. Bernardo Cotero Ochoa, director del Departamento de Matemáticas y Física (DMAF) inauguró las jornadas de trabajo, haciendo hincapié en la importancia de construir puentes entre quienes aplican las habilidades matemáticas en el contexto laboral y quienes las desarrollan en el salón de clases.
La conferencia inaugural corrió por parte de Renato Lemus Casillas, investigador SNI nivel 3 perteneciente al Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, quien abordó el tema de las simetrías de la naturaleza. Lemus compartió su amor por las matemáticas y explicó cómo éstas componen toda la belleza natural del mundo, así como aquella que los seres humanos han representado en el arte y la arquitectura. Destacó el trabajo de M. C. Escher, el artista gráfico holandés cuyas obras han cautivado la imaginación de los espectadores, al tiempo que han influido en la integración creativa de las matemáticas en la pintura. Tomando los objetos imposibles representados por Escher como ejemplo, Lemus mostró cómo hay que conocer la reglas para posteriormente romperlas. En ese mismo tenor se desarrolló la ponencia de Rosa Myriam García Medina, de UNE Tesistán, titulada: “Conoce tus gigantes matemáticos para destruirlos”.
Las actividades cubrieron una amplia gama de campos profesionales donde se aplican las matemáticas: la ingeniería industrial, la industria de producción de alimentos, la biotecnología, las finanzas, entre otros. A fin de integrar la experiencia de estos ámbitos laborales con el escenario educativo, los ponentes y conferencistas propusieron esquemas pedagógicos como el modelaje matemático, la simulación, los estudios de caso y la gamificación. Este último fue abordado por Héctor Manuel Gómez Gutiérrez, del ITESO, quien expuso la estrategia didáctica que consiste en convertir sesiones completas de clase en un entorno de juego en el que los estudiantes adoptan avatares, participan en dinámicas y utilizan elementos que forman parte de una narrativa creada por el docente, o bien que se adapta a partir de contextos de cultura popular, como las series animadas, las obras literarias o las películas.
El profesor Raúl Romero Barragán, ingeniero financiero, ofreció una conferencia titulada: “Hackeando al mundo dato por dato”, acerca de la importancia de las matemáticas dentro de la ciencia de datos mediante la creación de algoritmos que conforman modelos de sistematización masiva de información. La inteligencia artificial es el futuro de todos los campos disciplinarios. “No es lo mismo saber manejar que ser mecánico”, puntualizó Romero al explicar que, para estar realmente al volante, es necesario entender cómo funcionan los procesos de machine learning que cada vez más están en la raíz de las decisiones que determinan la vida social.
La profesora Eneyda Suñer Rivas, filósofa, presentó una ponencia titulada “Recibí mi invitación a Hogwarts”, en la que contó cómo su experiencia de aprender matemáticas transformó su vida. Los docentes de matemáticas se enfrentan cotidianamente a lo que Suñer describe como un miedo absoluto a las “artes oscuras”, como el que enfrentaban los jóvenes a los que les llegó la carta de invitación para estudiar en el mítico colegio de Hogwarts, descrito en la saga de Harry Potter. La académica relató cómo, a pesar de no sentirse capaz para desarrollar un pensamiento matemático, llegó a desarrollar un amor platónico por esta ciencia al reconocer su importancia en todos los aspectos de la vida, tanto profesionales como personales. “Para mí, el momento clave fue cuando el aprendizaje de las matemáticas me quebró la intuición. Me di cuenta de que los sentidos nos pueden llevar ver lo que no es, y sólo las matemáticas permiten ver lo que ahí está”, expuso.
FOTO: Carlos Díaz Corona