En los albores de la década de los años setenta, diversas situaciones históricas dieron pie a un hecho que marcaría el devenir del ITESO, una universidad que había sido fundada recién 16 años atrás y seguía descubriendo aquellas cosas que determinarían su ser y su quehacer. Así, en 1974 vio la luz el documento que habría de trazar este camino: las Orientaciones Fundamentales del ITESO (OFI), documento que cumple 50 años de su publicación y en torno al cual se han organizado una serie de actividades para que la comunidad universitaria se reencuentre con ellas, o las conozca por primera vez. O, como en el caso de la charla “Diálogos en Comunidad I. Las Orientaciones Fundamentales del ITESO y la Formación”, en la que se repasó el documento a la luz de una de las tareas sustantivas de la Universidad..
La mesa convocó a David Buentello, estudiante de la Ingeniería en Alimentos y asesor voluntario en CAXA; Paulina Quintero Toscano, titular de la Coordinación de Reconciliación para una Cultura de Paz (Cerpaz); Cristina González Bermúdez, profesora jubilada del Departamento de Matemáticas y Física; y Bernardo García González, académico del Departamento de Formación Humana. Los comentarios de las cuatro personas participantes fueron moderadas por María Guadalupe Lira, coordinadora de la Comisión Disciplinaria, quien abrió la charla diciendo que el objetivo de las actividades organizadas en torno a las OFI era propiciar una “reflexión sobre cómo les podemos dar vida día a día. Se trata de un documento que más allá de perder vigencia, adquiere una nueva vida ante los retos actuales”.
En su descripción más general, las OFI son tres: la inspiración cristiana, la filosofía educativa específica y el compromiso social. Aunque el documento está redactado con el tono de los años setenta, las tres ideas generales siguen haciéndose vida dentro del campus, en la comunidad universitaria y en el ejercicio docente. Por ejemplo, Cristina González comenzó compartiendo anécdotas de cómo había vivido la inspiración cristiana dentro de las aulas y cómo también la vivencia de esta OFI le permitió vivir “un silencio contemplativo. Yo no podía con el silencio: me parecía ensordecedor y aprendí a apreciarlo”. En cuanto a la filosofía educativa específica, habló que ella la había vivido como una “libertad enmarcada”, construida a partir de mucha escucha. Finalmente, para referirse al compromiso social recordó cómo durante el confinamiento por la pandemia de influenza AH1N1 en 2009 terminó convertida en estrella de YouTube, plataforma en la que sus tutoriales de matemáticas se volvieron virales. “Al revisar de nuevo las OFI, es posible ver palabras que se repiten y siguen vigentes, como el diálogo, la verdad y la escucha”.
En su intervención, Paulina Quintero habló de cómo las OFI se enmarcan en el trabajo de construcción de paz que se realiza desde la Cerpaz del ITESO y el Laboratorio por la Paz y la Reconciliación del Sistema Universitario Jesuita. Dijo que el documento da herramientas para “abordar situaciones de manera pacífica, para que los problemas no escalen y afecten a los equipos”. Para aterrizarlo a la temática de la mesa, compartió el trabajo de formación que se está realizando con estudiantes y profesores a partir de cursos y talleres de construcción de paz y concluyó diciendo que en estos tiempos es “central celebrar los logros e invitar a no perder la esperanza. Hay mucha gente luchando para no perderla”.
Al hablar de la vivencia del estudiantado, Daniel Buentello comenzó con una idea que se repite con frecuencia: aunque muchas veces como estudiantes no se conoce el documento, cuando lo leyó descubrió que es algo que se vive en el día a día: la inspiración cristiana, dijo, “cuando compartes tus dones para ayudar al próximo”, a través de las asesorías de CAXA; la filosofía educativa específica, cuando te das cuenta de que la “excelencia académica va más allá de sólo recibir información. Esto me parece muy bello de las OFI; finalmente, dijo que el compromiso social se vive “en todos los proyectos orientados a impactar en la sociedad, eso es algo que sabes desde antes de llegar al ITESO”.
Finalmente, Bernardo García González habló de cuatro temas muy sensibles que se viven en las sociedades contemporáneas: una violencia creciente y que se normaliza; una “desigualdad tremenda”; un mundo desgastado por los seres humanos, que lo habitan en una dinámica de apropiación, aprovechamiento y consumo; y una convivencia conflictiva entre las personas. Dijo que, dejando de lado la redacción de la época, las OFI seguían vigentes y, para equilibrar, dio cuatro ejemplos: el primero, tomado de la presentación del texto, en el que se recuerda la preocupación de los fundadores por una generación inmersa en “una cultura de consumidores” y la necesidad de formar jóvenes con creatividad e imaginación para crear nuevos mundos; sobre el compromiso social recordó como el ITESO se define como “una universidad para la justicia”; sobre la filosofía educativa dijo que esta se hacía realidad en los procesos de formación permanente de toda la comunidad; y que la inspiración cristiana se expresaba en el “compartir la vida, entregarse al servicio y a la colectividad”.
La ronda de preguntas y respuestas presentó una variante: desde la mesa se lanzaron preguntas para que fueran contestadas por la audiencia, entre quienes había personas de la academia y personal administrativo —de diferentes generaciones— y un par de estudiantes. Entre las ideas que se escucharon, una de las que más se repitió fue, precisamente, que las OFI se viven en el día a día en el campus, y que esta vivencia permea incluso en quienes llegaron al ITESO a trabajar sin haber pasado por sus aulas como estudiantes.
Ya en las preguntas convencionales —es decir, del público a la mesa—, hubo consenso en afirmar que lo importante de las OFI no es el librito que las contiene, sino las tres ideas que dictan un modo de proceder.
El siguiente diálogo, centrado en el compromiso social, tendrá lugar el 6 de febrero de 2025 en el auditorio de Posgrados, de 11:00 a 13:00 horas.
Foto: Zyan André