A un año de haber sido integrado el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia, Francisco Suárez, SJ, el ITESO refrenda su compromiso de acompañar a las personas que han  sufrido violaciones a los derechos humanos.

“Pertenece a la naturaleza de toda universidad ser una fuerza social, y es nuestra particular vocación como universidad de la Compañía asumir conscientemente esa responsabilidad para convertirnos en una fuerza en favor de la justicia. Todo centro jesuita de enseñanza superior está llamado a vivir dentro de una realidad social y a vivir para tal realidad social…”. Peter-Hans Kolvenbach 

Ante las miles de desapariciones de personas que durante los últimos años se han perpetrado en México, particularmente en Jalisco, el acompañamiento a los familiares y colectivos de familias de personas desaparecidas es uno de los compromisos y de las líneas de acción del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia (CUDJ) Francisco Suárez, SJ, del ITESO. 

El pasado viernes 28 de agosto el CUDJ cumplió el primer año de su creación, mientras el domingo 30 se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada. Así se le llama al “arresto, la detención, el secuestro o cualquier otra forma de privación de la libertad”, además del ocultamiento de las personas y su sustracción de la protección de la ley, “que sean obra de agentes del Estado”, personas o grupos de personas que actúan con la autorización, el apoyo o el consentimiento de las autoridades, según la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas 

En los últimos años, ha sido un reto la documentación adecuada de las desapariciones en México. Jalisco se ha colocado como uno de los estados con más delitos de este tipo. Entre 1964 y el 31 de julio del 2020, el Sistema de Información sobre Víctimas de Desaparición del gobierno estatal registró 9,439 denuncias por desaparición de personas (1,110 mujeres, 8,321 hombres y ocho de las cuales se desconoce el sexo). Mientras, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas del gobierno federal reportó 10,266 denuncias en el estado, en el mismo lapso. 

Solo entre el 17 de noviembre de 2017 y el 13 agosto de 2020 desaparecieron, y no han sido halladas, alrededor de 4,200 personas, de acuerdo con los bancos de datos citados. 

Alejandra Nuño es la directora del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ.

 

Las instituciones del gobierno, los organismos de la sociedad civil y las universidades que acompañamos víctimas sabemos que, igual que como ocurre con otros delitos, existe un subregistro importante de denuncias, por lo cual estas cifras serían más altas. 

Ante esta situación, son prioritarias las labores de investigación sobre el tema y el acompañamiento de las universidades a las familias de personas desaparecidas, como lo reconoció en marzo de 2018 el entonces Relator Especial sobre la Situación de las y los Defensores de Derechos Humanos de la ONU, Michel Forst. 

En una visita a México, el Relator Especial conoció ejemplos del trabajo que hacen distintas casas de estudios para el acceso a la justicia y de cómo algunas han recibido represalias por sus acciones de defensa de los derechos humanos. 

“Las  universidades  tienen  la  obligación  de  garantizar  un  entorno propicio en el que todas las personas puedan promover los derechos humanos”, afirmó Forst, el 23 de marzo de 2018, en su informe sobre la situación de los y las defensoras en México https://bit.ly/3logeSw. Este mensaje fue reiterado el 13 de agosto de 2020, en un tweet, en el cual la ONU-DH México invitó a las universidades a defender los derechos humanos, ante los graves desafíos en este tema. 

El compromiso del CUDJ del ITESO es ir de la mano con los temas y las personas relacionadas con la desaparición, tortura y ejecuciones, seguridad y justicia, violencias de género, agua y territorio.

 

Este viernes 28 de agosto se cumplirá un año desde que el CUDJ del ITESO comenzó a trabajar de manera ardua en la desaparición de personas y otros temas que preocupan al ITESO. 

Este primer año ha sido un aprendizaje. El CUDJ del ITESO se ha coordinado al interior de la universidad para tener un mayor impacto.  

Dentro del mandato de investigación para la acción, incidencia, fortalecimiento de actores y litigio, el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia ha realizado actividades de distinta índole, participado en espacios de políticas públicas; documentado y, sobre todo, tenido el privilegio de acompañar a quienes han sufrido violaciones a los derechos humanos. Eso, el acompañamiento de “los vulnerados y los descartados del mundo” —como expresó el entonces Padre General Peter-Hans Kolvenbach—, ha sido la centralidad para el CUDJ del ITESO. 

En su primer año, el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Suárez, SJ, refrendó su compromiso de ir de la mano con los temas y las personas sobre los cuales está puesto su mandato: desaparición, tortura y ejecuciones; seguridad y justicia, violencias de género, y agua y territorio.