La arquitectura del paisaje es un arte que crea espacios y ambientes a través del encuentro entre el cielo y la tierra. “El arquitecto paisajista manipula la superficie de la tierra para crear nuevas topografías. La maravilla es que nosotros podemos crear espacios que luego retoma la gente, los vuelve suyos, los transforma y actúa en relación de cómo quieren esos espacios. Ambos campos profesionales, arquitectura y arquitectura del paisaje, están orientados a mejorar la calidad de vida de los individuos y comunidades”, explicó Mario Schjetnan en su conferencia Otras formas de hacer arquitectura, impartida el pasado 27 de agosto en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ.

Cada semestre, la licenciatura en Arquitectura organiza una conferencia magistral como arranque de su ciclo escolar, y en esta ocasión se integró la comunidad de la nueva licenciatura en Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje que se abrió en agosto pasado con once nuevos estudiantes.

Ignacio  Ponce  de  León,  coordinador  de  la  carrera  de  Arquitectura,  se  encargó  de  presentar  al invitado especial, Mario Schjetnan,  egresado  de  la  Universidad  Nacional Autónoma de México y maestro en Arquitectura de Paisaje y Diseño Urbano por la Universidad  de  Berkeley.  Explicó  que  el  contexto  histórico  de  finales  del  siglo   XX,   fue   fundamental   en la formación profesional de las personas que se dedicarían a la creación de espacios, pues en ese tiempo las y los profesionales de la arquitectura y el urbanismo se hicieron mucho más conscientes de las consecuencias del desarrollo urbano sobre la vida en el planeta y sus habitantes, y crearon nuevas teorías y prácticas sobre el diseño de nuestras ciudades, basadas en el conocimiento ambiental y en la relación de las personas, con su calidad de vida, su bienestar y su entorno, por lo que crearon una nueva relación ética y estética entre la arquitectura con el medio ambiente.

Durante la charla el arquitecto Mario Schjetnan insistió que esta profesión es como un arte, porque comunica y provoca emociones y porque genera una noción espiritual a través de ideas y conceptos. Hizo hincapié en cómo el mismo campus del ITESO tiene recorridos y trayectorias que son una obra de arte, por ejemplo, la llamada Calzada Scheifler, un camino arbolado que remata con la cruz y que se encuentra entre el edificio R y la Biblioteca. Ahí se “pueden ver emociones, naturaleza, flora, fauna. Estas emociones evocan el espíritu”, explicó.

Antes de finalizar su charla y dar paso a presentar varios proyectos en los que se ha involucrado, Mario Schjetnan, quien encabeza desde hace más de 40 años el taller Grupo de Diseño Urbano, firma que ha realizado arquitectura de paisaje en México, Estados Unidos, Chile, China y Líbano, aconsejó a los estudiantes sobre su método para trabajar la arquitectura de paisaje: partir desde el análisis de la naturaleza del espacio (cómo es ambiental y artificialmente), involucrarse de manera interdisciplinar (el conjuntar diversos saberes de distintas profesiones), mantener la sustentabilidad como parámetro (cuál será el efecto mínimo y cuál será el beneficio máximo del proyecto), considerar la cultura, lo arquitectónico y la calidad del diseño.

Finalmente, Schjetnan presentó varios de los proyectos post industriales más importantes en los que ha trabajado, como el Jardín Natura del Parque Bicentenario en la Ciudad de México, el Plan IMMSA en San Luis Potosí, el Parque Deán en Guadalajara o el Museo de las Culturas del Norte del Centro INAH de Chihuahua.

En agosto pasado el ITESO abrió la carrera de Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje, programa que se suma a una estructura académica de formación de pre y posgrado en diseño y desarrollo urbano compuesta por las licenciaturas en Arquitectura, Ingeniería Civil, Diseño, Diseño de Indumentaria y Moda y los posgrados en Ciudad y Espacio Público Sustentable y la Maestría en Proyectos y Edificación Sustentable. Encuentra más información sobre materias y programas en iteso.mx