El Proyecto de Aplicación Profesional “Mejoramiento de la calidad, productividad y logística en la Industria Regional” trabajó en Primavera 2018 con la Unidad Asistencial para indigentes.

Los conocimientos técnicos y la labor social convergieron en el Proyecto de Aplicación Profesional “Mejoramiento de la calidad, productividad y logística en la Industria Regional” en el que participaron Susana Llamas Guerrero, estudiante de Ingeniería en Empresas de Servicio, Yuliana González González y David García Mares Hernández, de Ingeniería Industrial. 

Aunque a ambas carreras parecen tener un enfoque empresarial, lo cierto es que, a decir de David García, pudieron “llevar los conocimientos profesionales a una instancia social para beneficiar a sectores que se encuentran excluidos, que la sociedad no voltea a ver”. 

En México, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), de 2005 a 2016 el porcentaje de personas en situación de indigencia aumentó de 8.7 a 14.2.  

En el periodo de Primavera 2018, los tres estudiantes trabajaron con la Unidad Asistencial para Indigentes (UAPI), un programa del Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS) que en la actualidad brinda techo, alimento, servicios médicos a 270 personas en situación de indigencia para reincorporarlos a la sociedad. 

Los estudiantes presentaron el viernes 11 de mayo los resultados del PAP ante el profesor Juan Pablo Zatarain Hernández; Delia Ramírez Vázquez, coordinadora de la Ingeniería en Empresas de Servicio del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática (DESI) y Aurelio González, administrador de la UAPI. 

Susana Llamas detalló que, este semestre, se enfocaron en los principales procesos operativos de la Unidad: el ingreso, la estancia y el egreso de los usuarios, como les llaman a las personas que entran a la UAPI. “Nuestro proyecto se enfocó en los procesos que tocan al usuario y el propósito fue optimizar lo que está alrededor de él”. 

El producto final, explicó Yuliana González, fue un manual de procesos operativos que busca ser útil para la capacitación de personal nuevo, la estandarización de procesos y que sea la base desde la cual se puedan generar cambios, además de certificaciones o que el modelo de atención se replique en otros estados, por ejemplo. 

“Esperamos que beneficie a IJAS y a UAPI, y lo principal que mejore la calidad de vida del usuario”, dijo Susana Llamas. 

Además de aplicar los conocimientos adquiridos durante la carrera y el trabajo interdisciplinar que realizaron durante el PAP, los estudiantes destacaron el impacto que tuvo la experiencia de ir a las instalaciones de la UAPI.  

“Te cambia el panorama ver ese tipo de proyectos y saber que como profesionales podemos ayudar; me daré tiempo para pensar qué voy a hacer, no voy a quedarme con que ya puse mi granito de arena” afirmó Yuliana González. 

David García calificó como titánica la labor que se realiza en dicha instancia a pesar de que el trabajo los rebasa. 

De hecho, según contó Aurelio González, desde hace 10 años querían hacer el manual, pero cuentan con un personal de 60 personas para atender a las personas en situación de indigencia y señaló que lo ideal es contar con tres profesionales por usuario para lograr su total rehabilitación. 

“No importa el estatus, no hay algo que determine la indgencia” afirmó Aurelio González al asegurar que nadie está exento de vivir en esta situación. 

 Este fue el primer semestre que el ITESO colabora con la UAPI desde un PAP entre las tareas pendientes está el tener una base de daos digital que facilite la comunicación entre áreas.