Con el respaldo de instancias como el Conacyt o el Instituto Nacional del Emprendedor, el ITESO inauguró sus Laboratorios de Biotecnología, los cuales serán un importante pivote para impulsar en la región la colaboración entre universidad, industria y centros de investigación.

El ecosistema de innovación tecnológica y científica de Jalisco cuenta con un nuevo polo de atracción: los Laboratorios de Biotecnología del ITESO.




Consolidada a nivel global como una de las áreas multidisciplinarias con mayor impacto en el mejoramiento de procesos productivos en la industria alimentaria y farmacéutica, así como en el cuidado del medio ambiente, la biotecnología es un asunto prioritario para gobiernos, universidades y empresas, subrayó Enrique Cabrero, director nacional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, durante la inauguración de dichos laboratorios, celebrada la tarde del lunes 23 de noviembre en el Parque Tecnológico ITESO.

“En los últimos años se han dedicado más recursos y apoyos para impulsar esta disciplina, en la que estamos convencidos que México tiene un área de oportunidad”, afirmó el funcionario federal.

“Es un motor económico que permite la implementación de nuevos procesos en la industria; mundialmente la mayor inversión en investigación y desarrollo del sector privado se realiza en biotecnología y farmacéutica”.

Mejores y más económicos alimentos, control de hongos nocivos para el sector agrícola, desarrollo de vacunas contra enfermedades infecciosas contra el ganado, insumos de origen biológico para la industria cosmética o la farmacéutica, procesos productivos más amigables con el medio ambiente y un largo etcétera de materiales y compuestos químicos de alto valor a través de la acción de microorganismos, células y enzimas, son algunos de los aportes concretos de la biotecnología.

La biotecnología tiene el potencial de mejorar las condiciones de vida de la sociedad mexicana, afirmó el Rector del ITESO

“En México la biotecnología es aún una actividad económica en proceso de desarrollo; sin embargo, en el mercado mexicano los productos biotecnológicos tienen un crecimiento muy dinámico”, afirmó Elvia Castro, jefa del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales del ITESO, responsable de los nuevos laboratorios.

Ante profesores y alumnos de la carrera de Ingeniería en Biotecnología y otros invitados especiales, el Rector de la Universidad Jesuita de Guadalajara, José Morales, SJ, reiteró el compromiso de la institución con el desarrollo tecnológico de la región y el país, siempre ligado a la resolución de problemas sociales concretos.

Enrique Cabrero, director general del Conacyt (al centro), durante su visita a los nuevos Laboratorios de Biotecnología del ITESO

Enrique Cabrero, director general del Conacyt (al centro), durante su visita a los nuevos Laboratorios de Biotecnología del ITESO

“El ITESO, en congruencia con su misión y su filosofía, ha decidido incorporar la biotecnología en su quehacer por ser una disciplina que articula campos de conocimiento tan relevantes como son la biología molecular, la microbiología y la bioquímica, cuyo desarrollo puede impactar de manera significativa en el mejoramiento de las condiciones de vida de diversos sectores y grupos sociales de nuestra región y nuestro país”, señaló el jesuita.

Demandan mayor inversión de empresarios e industriales

Morales, quien agradeció las aportaciones económicas del Conacyt y el Instituto Nacional del Emprendedor para la construcción de los laboratorios, subrayó la necesidad de que exista una sinergia entre universidades, industria y centros de investigación, particularmente en los cuatro campos estratégicos que se ha planteado Jalisco: agropecuario e industria alimentaria; el del sector salud y la industria farmacéutica; el de las tecnologías de información y comunicación y las industrias creativas y, finalmente, el de la biotecnología.

El titular del Conacyt se sumó a la petición del Rector ya que, aseguró, de no contar con las aportaciones de empresarios e industriales –en los países industrializados esta ronda el 70% y en México no llega al 30%– será complicado que México alcance al final de este sexenio la inversión mínima en innovación tecnológica que recomiendan expertos internacionales: el 1% del Producto Interno Bruto (PIB).

Esta cifra llegó apenas al 0.56% en 2014, el porcentaje más alto en la historia del país, muy lejos de Corea del Sur (4%), Alemania (2.92%), EEUU (2.79%) o Suecia (3.41%).

“La industria y las instituciones privadas deben rebasar los niveles de inversión que están llevando a cabo”, dijo Cabrero.

“Hay que generar este círculo virtuoso donde gobierno [en todos sus niveles], academia y sector privado vayamos reforzándonos, apoyándonos, complementando nuestros esfuerzos. Estoy seguro que estos laboratorios permitirán impulsar todavía más la colaboración con el sector productivo”.

Actualmente, el Conacyt tiene 41 programas de biotecnología en su padrón de Posgrados de Calidad y apoya a más de mil becarios.

El director del Conacyt, Enrique Cabrero, pidió a empresarios e industriales mexicanos que inviertan más en desarrollo e innovación tecnológica

“La materia prima fundamental para que un país como México avance hacia la sociedad del conocimiento es el capital humano altamente calificado; nos da mucho gusto la creación de esta carrera de Ingeniería en Biotecnología”, dijo Cabrero, quien hizo un recorrido por unos laboratorios que, como recordó el Rector del ITESO, cuentan con el equipamiento y el personal necesario para alcanzar diversos objetivos.

“No solo se pondrán al servicio de la formación de los ingenieros sino que también, y de manera prioritaria, abrirán sus puertas para ofrecer sus servicios de diversa índole y colaborar con todos aquellos investigadores, centros, organizaciones y demás actores sociales que estén trabajando en proyectos de generación de conocimiento y de desarrollo de productos en este campo”, apuntó Morales.

En el presídium estuvieron presentes, además de los antes citados, Guillermo Martínez Conte, presidente de ITESO, AC; Gisel Hernández, directora General Académica del ITESO; Arturo Díaz, representante de Enrique Jacob, presidente del Inadem, y Jaime Reyes, secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco.

Texto Enrique González Foto Roberto Ornelas