En el marco del Día Internacional de la Mujer, estudiantes y profesores dialogaron respecto al rol del hombre en las tareas de cuidado en el foro Los hombres y los cuidados: trabajo doméstico, crianza y vínculos afectivos. 

A segundos de haber comenzado, el diálogo Los hombres y los cuidados: trabajo doméstico, crianza y vínculos afectivos” ya había sido boicoteado. Contenido pornográfico y estridentes canciones obligaron a que el foro virtual tuviera que ser pospuesto durante varios minutos, hasta que los organizadores pudieron retomar el control de la conversación. 

Los participantes del evento manifestaron su molestia, incomodidad e inconformidad ante los ataques. Todos coincidieron: es por actos como éste que el tema de las masculinidades debe ser puesto sobre la mesa, hoy más que nunca.  

El diálogo, realizado el viernes 5 de marzo en el marco del Día Internacional de la Mujer, fue organizado por el Departamento de Educación, Psicología y Salud (DPES) y el Conjunto Estructurado en Estudios de Género y liderado por los estudiantes que actualmente cursan la asignatura “Estudios de las masculinidades, impartida por los profesores Héctor Robledo y Sergio Salazar. 

Vanessa Medrano, coordinadora docente de la asignatura, dijo que este curso abre un espacio a la reflexión, “hacia considerar otro tipo de perspectivas para lograr un impacto tangible y también para dejar de naturalizar creencias muy arraigadas”. 

La académica añadió que el cuidado es normalmente feminizado, pero que hay que preguntarse la importancia del involucramiento de los hombres como cuidadores, “en búsqueda de una igualdad en estas tareas, culturalmente heredadas a la mujer”. 

Replantear las masculinidades 

Dominique León, estudiante de la Licenciatura en Psicología, señaló que la división sexual del trabajo se justificó a partir de una serie de cambios biológicos entre hembras y machos, a partir de lo cual se fue desarrollando la identidad de hombres y mujeres basado en sus tareas y relaciones. A la larga, esto devino en el patriarcado capitalista, entendido como el sistema jerárquico de dominación masculina que al día de hoy sigue vigente. 

María Mejía, estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, comentó que “el patriarcado pone en riesgo a mujeres, niños, niñas y a los géneros no binarios, así como a los hombres mismos en su salud mental y física, al ser sometidos por la presión de sus pares”. 

Asimismo, comentó que “hay que plantearnos escenarios donde haya una aceptación de masculinidades que no sean agresivas. Sin embargo, creemos que no debe ser un movimiento aislado de las causas feministas y de las manifestaciones de la comunidad LGBT, porque a fin de cuentas estamos hartas de ese sistema y queremos que se reconozcan los abusos. Si no se llega a ese proceso de introspección, somos partícipes de ello”. 

Por su parte, Galia Meza, también de la licenciatura en Relaciones Internacionales, añadió que “cuidar y cuidarnos es una herramienta fundamental, la vida sin cuidado no es posible. Ponernos en el sitio del otro es un ejercicio que alivia la carga”. 

David Becerra, alumno de la Ingeniería en Seguridad Informática y Redes, habló respecto a algunos ámbitos de la actividad social y cómo estos se relacionan con los cuidados. Refirió que en la vida doméstica, por ejemplo, los cuidados se ven representados en las tareas del hogar, como cocinar, lavar la ropa y limpiar, así como en la organización económica. “Estas actividades son usualmente asignadas a una figura femenina, siendo la madre o la empleada doméstica la encargada de esto, aunque hay situaciones que se salen de la norma”, dijo. 

En la crianza, lo pertinente es entonces “arrebatar los cuidados de cualquier rol de género, dándole así la misma obligación a padres y madres; en las relaciones personales los cuidados emocionales deben estar presentes de manera bidireccional. Los cuidados siguen siendo vistos como femeninos, por lo que es importante hacer un trabajo de deconstrucción y reeducación, aboliendo los roles de género para que todos formemos parte de los cuidados”, mencionó el estudiante. 

La apuesta de la universidad 

Desde Primavera 2020, el ITESO oferta una serie de asignaturas que forman parte del Conjunto Estructurado en Estudios de Género, liderado por los departamentos de Estudios Socioculturales (DESO), de Formación Humana (DFH), de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (DSOJ) y el DPES. 

En el semestre en curso se imparten las asignaturas de Equidad y género; Sexualidad y sociedad; Estudios de género, violencia y equidad; Derechos sexuales de las y los jóvenes; Conflictos armados y género; Género y políticas públicas; Historia del feminismo en México; Género, mujer y derecho y Estudios de las masculinidades. Ésta última es impartida por los profesores Héctor Robledo y Sergio Salazar a 25 estudiantes de diferentes carreras.   

El Conjunto Estructurado en Estudios de Género se complementa con la materia de Género, comunicación y cultura.