Promover el uso de transportes colectivos y no motorizados, así como continuar con la preferencia al peatón y ciclista, es la apuesta del ITESO en materia de movilidad

Más de 12 mil personas conformamos la comunidad universitaria en activo para el periodo de Otoño 2022, entre estudiantes, académicos, administrativos y demás colaboradores. Tal densidad de personas es especialmente visible en los estacionamientos de la Universidad, que al momento ofrece 3 mil 200 cajones.  

Haz una cuenta rápida y verás que las cifras no cuadran: cada coche tendría que transportar a cuatro personas para que pudiéramos caber todos en el estacionamiento. Pero la realidad es que hay muchos vehículos tripulados por un solo individuo, y eso hace que el caos vial traspase los límites del Periférico y se instale diariamente en los estacionamientos del campus. 

Sin embargo, la apuesta del ITESO es a favor de otras formas de llegar. “No podemos seguir teniendo tantos vehículos”, afirmó Mariana Carrillo Andalón, supervisora de sustentabilidad, durante el conversatorio “Hacia una movilidad sustentable en el campus”, realizado el 22 de septiembre en el auditorio D1, en el marco del Día Mundial Sin Auto (DMSA). 

El compromiso del ITESO ha sido, desde su concepción, participar en la construcción de alternativas que permitan crear un mundo más justo y humano, lo cual implica, entre otros aspectos, comprender la sustentabilidad en un sentido que integre el cuidado del medio ambiente y la dimensión social. 

En concordancia, la Universidad cuenta con 10 ciclopuertos con capacidad para más de 100 bicicletas. Ante la alta demanda, existe ya un proyecto para sumar 75 nuevos espacios como parte de un estacionamiento ciclista, que además contará con bebedero y estación de reparaciones menores y se ubicará frente al ingreso peatonal Sur, informó Mariana Carrillo. 

“Estamos enfocados en ser una universidad sustentable. Estamos trabajando para obtener la certificación como Líder Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet)”, señaló la supervisora. Este reconocimiento se otorga a instituciones y empresas que emprenden acciones específicas que resultan en beneficios sociales y ambientales; uno de los indicadores analizados es la disminución de la huella de carbono. 

Como parte de estas acciones, el estacionamiento del ITESO ya cuenta con cuatro estaciones de carga para coches eléctricos o híbridos, tres de ellas frente a la Plaza de los 50 Años y una más en el estacionamiento de profesores. 

Una estrategia que funcionaba muy bien es la de los cajones preferenciales para autos compartidos, programa que se puso en pausa debido a la contingencia sanitaria derivada de la pandemia. Sin embargo, se estará promoviendo nuevamente esta dinámica e incluso se plantea duplicar los 50 espacios ahora disponibles. 

“Tenemos que dar a los universitarios alternativas para llegar al campus. Parte de nuestro compromiso ambiental es apostar por alternativas más sustentables para la movilidad”, dijo. 

Estudiantes, la verdadera fuerza detrás del cambio 

La comunicación entre la Universidad y el gobierno, en sus diferentes esferas y circunscripciones, ha sido fluida y positiva, sin bien no ha estado libre de momentos de impasse. Ejemplo de ello son las mesas de trabajo instauradas para colaborar en proyectos como Mi Macro Periférico y en la instalación y mantenimiento de ciclovías y banquetas de vialidades cercanas a la Universidad, como Sierra de Mazamitla, Camino al ITESO y Vicente Guerrero. 

Sin embargo, el nombre del ITESO sólo pesa hasta cierto punto. “Mucho de lo que vemos en temas de movilidad en esta universidad ha sido impulsado por estudiantes. La institución está limitada a sus puertas, pero los estudiantes no. Somos más fuertes cuando actuamos en comunidad”, afirmó Pablo Montaño Beckmann, egresado de la licenciatura en Ciencias Políticas y Gestión Pública. 

En sus épocas de estudiante formó parte del colectivo Movilidad ITESO, en aquel entonces llamado Movilidad Solidaria. En red, el egresado aprendió a organizarse no solamente para exigir, sino también para proponer cambios e invitar al diálogo. 

Lamentó que algunos estudiantes obedezcan a una inercia en la que creen que su único rol es estudiar, “cuando, en realidad, en la universidad te enfrentas al pensamiento universal, te están invitando a criticar, a pensar. Algo muy importante para los estudiantes es involucrarse, organizarse y activarse. Eso fue lo que impulsó ciertos cambios dentro y fuera del ITESO”, añadió.  

Uno de los principales culpables de la crisis climática actual es el modelo de movilidad individualista y motorizada que predomina en las urbes. “Cuando entendemos que esa crisis está estacionada en una tercera parte del terreno del ITESO, pedir poner un sistema de aventones, transporte público o ciclovías para llegar seguros a la escuela no es un capricho. Es una medida para hacer sentido en nuestra sociedad”, mencionó Pablo Montaño. 

Movilidad ITESO

Desde el colectivo Movilidad ITESO, estudiantes promueven la creación de una comunidad solidaria y comprometida con el medio ambiente, a través de la promoción del uso de medios de transporte colectivos y no motorizados, señaló Miguel Hernández Noriega, alumno de la Licenciatura en Seguridad Informática y Redes.  

“En este colectivo tú puedes hacer algo y contribuir en donde la institución tiene sus límites. Estamos abiertos a escuchar cualquier inquietud, aún si no formas parte del colectivo”, comentó Paola Barrón Quevedo, estudiante de la licenciatura en Arquitectura y también miembro de este colectivo. 

FOTOS: Roberto Ornelas