La sociedad necesita a la filosofía. ¿Para qué? Para pensar de manera crítica sobre rubros tan disímbolos como la economía, la cultura o la política, afirma el filósofo y jesuita.

Para Alfonso González, SJ, saber preguntar es la base de la filosofía. “Yo no concibo a un filósofo que no haga preguntas, que no cuestione; el filósofo se admira de lo que acontece”, dice el profesor del Departamento de Filosofía y Humanidades.

Entrevista

El jesuita Alfonso González ubica a la filosofía en el centro del pensamiento crítico; es uno de los promotores del ciclo «Pensamiento jesuita sobre la actualidad»

González es parte de la comunidad ITESO desde 2006 y enseña la materia “Antropología filosófica” en la carrera de Filosofía y Ciencias Sociales, la cual tiene a escolares jesuitas y laicos estudiando codo con codo.

También está involucrado en el ciclo “Pensamiento jesuita sobre la actualidad”, el cual tendrá su tercera sesión de este año el jueves 18 de febrero, a las 18:00 horas, en la terraza de la biblioteca.

¿Cuál es el perfil de los estudiantes de Filosofía y Ciencias Sociales?

Es gente muy inquieta –jesuitas y laicos–, con muchas interrogaciones, sobre todo por el sentido de la vida humana; hay una preocupación por el mundo y la realidad que viven. Son personas en búsqueda, con un deseo de conocimiento.

Les gusta escribir, el arte, la historia, la música, pero también hay interés en la incidencia social. Tienen una pasión por lo humano, un asombro por la realidad.

¿Para qué sirve la filosofía en estos tiempos?

No es un saber instrumental; su objeto de estudio es todo y se está construyendo, es el hombre, la historia, la naturaleza, Dios… Como mera erudición, la filosofía no es filosofía; lo único que se puede enseñar es a filosofar, como dijera Ignacio Ellacuría. La filosofía es una disposición interrogativa, una eterna inquietud y pasión por lo que te hace más humano; te ayuda a abrir nuevos horizontes y dudar de lo que se da por hecho. Es una mirada que puede posibilitar la recreación del sentido del mundo, en donde lo importante es aprender y enseñar a pensar.

“No hay una materia que no pueda servir de insumo para la reflexión filosófica”

Se cree que la filosofía se ocupa de cuestiones etéreas, intangibles, abstracciones que no tienen nada que ver con la vida. Sin embargo, nada que tenga que ver con el hombre le es ajeno. No hay una materia que no pueda servir de insumo para la reflexión filosófica. Un filósofo puede trabajar en la investigación, en la docencia, en una organización no gubernamental (ONG), en el Estado, etcétera. La sociedad necesita de la filosofía, de su ingente esfuerzo por saber, pero saber crítica y creativamente.

¿Cómo se concibió el ciclo “Pensamiento jesuita sobre la actualidad”?

Queremos mostrar qué piensan los jesuitas sobre ciertos temas que interesan a la comunidad universitaria, asuntos estructurales y coyunturales que tienen que ver con las especialidades de los jesuitas del ITESO.

¿Cómo se eligen los temas?

Dialogamos entre nosotros, proponemos temas y vemos quién puede participar, e incluso podemos convocar a jesuitas de otras partes.

Si hablamos de coyuntura política, por ejemplo, contamos con David Velasco; si hablamos de historia, se lo pedimos a Arturo Reynoso; si hablamos de comunicación y redes, a Juan Carlos Henríquez.

La elección de temas responde, en parte, a las coyunturas, como la próxima visita del Papa Francisco. Pero también sobre aquellas cosas que viven los estudiantes en su paso por la universidad, como el sentido jesuítico de los Proyectos de Aplicación Profesional (PAP) o la desigualdad económica.

Sentimos esa necesidad de abrir canales de diálogo. El formato es muy distendido, no se trata de conferencias, sino de conversaciones en las que todos se sientan involucrados, participen y pregunten.

Foto Luis Ponciano