La figura de autoridad -ya sea el padre de familia o el Gobierno, por ejemplo-, enfrenta conflictos debido a la forma en que se ejercen la ley y la corrupción, explica Antonio Sánchez, jefe del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad del ITESO.

La vida moderna y los nuevos acomodos familiares han llevado al hombre a cuestionarse cuál es su papel como jefe de familia, consideró Antonio Sánchez Antillón, jefe del Departamento de Salud, Psicología y Comunidad (DSPC) del ITESO.

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El psicólogo explicó que es el hombre el que más confundido está con el cambio de roles en la familia tradicional, pues le ha costado encontrar su lugar.

“En esta época el que está desconcertado es el hombre. Está desconcertado respecto a cuál es su lugar dentro de esta cadena relacional (padre, proveedor; madre, ama de casa). Porque a la mujer lo que se le ha hecho es sumarle cosas. Y al hombre, por un lado, sí se le han restado algunas funciones, pero eso lo ha dejado con un estado de desconcierto. ¿Qué de lo que hago es correcto o no es correcto? Yo antes era el proveedor, era más claro, traigo el dinero y tan tan. O antes de eso, yo soy el que trabajo, yo soy el que educo a los hijos y la madre es la que educa a las hijas. Y yo creo que ahora el asunto es que ¿dónde está el padre en esa función?”, dijo.

Sin embargo, señaló que el padre no es el único que se encuentra en crisis, pues, en general, la figura de la autoridad enfrenta conflictos en la sociedad mexicana.

“Lo que está en crisis no es la figura del padre solamente, lo que está en crisis es la figura de la autoridad, de toda autoridad en el país. ¿Por qué? Porque se ha hecho una corrupción de las instituciones, de modo que los modelos de ejercicio de la autoridad, o son permisivos o son perversos. ¿Qué quiero decir con perversos? La autoridad, cuando no respeta la ley y se vuelve una autocracia, un autoritarismo, genera estados en donde al quedar deshabilitada la ley, se puede hacer lo que sea como autoridad.

“Cuando alguien que está colocado en la función de la autoridad, sea padre de familia, sea el Gobierno, no ejerce la función de autoridad con el respeto de decir ‘la autoridad se ejerce bajo el aval de la ley’, cuando no existe esa función, precipitamos a la sociedad a la anarquía”, opinó el académico.

Por ello, el jefe del DSPC de la Universidad Jesuita de Guadalajara explicó que es necesario analizar la forma en que se ejerce la autoridad y que, quien la ostenta, sea el primero en cumplir con la ley.

“Este Día del Padre, que nos recuerda finalmente nuestro primer modelo de autoridad, quienes tengamos alguna función de autoridad hay que darnos un espacio de reflexión sobre cómo la ejercemos, si respetamos la ley, si aplicamos la ley. Y en ese respeto y aplicación de la ley hay que tener en cuenta el contexto, al otro y al otro que está en un proceso, pensando en el beneficio más allá de la inmediatez”, pidió. Texto Laura Rodríguez Foto Archivo