La milenaria tradición filosófica y estética de la isla fue desmenuzada por Jorge Rivera, profesor del ITESO, en la primera actividad organizada por la nueva Sociedad de Alumnos de Arquitectura del ITESO.

Mientras la ciudad vive días medio nublados y medio soleados y aunque el verano oficialmente aún no ha comenzado, la nueva mesa directiva de la Sociedad de Alumnos de Arquitectura (SAAI) arrancó la noche del miércoles 18 de junio sus “Charlas de Verano. Hablar Arquitectura”, cuya primera sesión estuvo dedicada al vasto mundo de la filosofía y la estética japonesas.

Rivera

Todo un fanático de la cultura nipona, según sus propias palabras, Rivera preparó la charla “La poética del vacío: filosofía y estética en la cultura japonesa”, un veloz recorrido de dos horas a través de algunos de los elementos lingüísticos, los artistas y las corrientes arquitectónicas que han moldeado por siglos a esta nación.

Uno de los aspectos de Japón que Rivera dijo admirar, es su carácter camaleónico y su capacidad de absorber elementos de otras culturas (la china, por ejemplo) que, lejos de traicionarlas o abandonarlas, le han permitido enriquecer y darle continuidad a sus tradiciones.

Pero antes de llegar a los kanji, los ideogramas que conforman la escritura de la lengua japonesa, Rivera recurrió a Martin Heidegger para explicarle al medio centenar de alumnos presente en el Auditorio Q que el alemán es el indicado para tratar de entender cómo el uso y la comprensión del lenguaje nos permite crear conceptos y dialogar con los otros, dos ingredientes fundamentales en la concepción japonesa del tiempo, el espacio, el cine –otra de las filias de Rivera–, el arte y la arquitectura que mostró.

Echando mano de alguna pintura de Rafael (“La escuela de Atenas”), de traducciones de varios kanjis, de la sabiduría del escritor Yukio Mishima (cuya trágica muerte en 1970 se narra en la película Mishima), Rivera trazó un panorama muy general respecto a cómo en Japón los interiores y exteriores, el espacio y el tiempo, la presencia y la ausencia, el todo y la nada se conjugan y yuxtaponen una y otra vez para crear una sensación de continuidad que se desmarca de las tradiciones occidentales dominantes.

Sirvan como ejemplo de ese empleo japonés del lenguaje como constructor de realidades complejas dos de los kanjis que le tradujo a los asistentes:

“Ma” puede significar, según el contexto, tiempo y espacio o el espacio que queda entre dos objetos y al mismo tiempo entre dos fenómenos.

“Oku”, a su vez, significa espacio, interior y corazón, pero también el espacio interior de los límites de nuestro espacio interior o incluso se puede traducir como la profundidad dentro de un espacio dado.

“Okusama” puede traducirse como “esposa”, y también como “aquella que ocupa el espacio profundo de la casa y el espacio interior mío”, afirmó Rivera.

Pintura de Hasegawa Tōhaku (1539-1610), donde los límites y los puntos de fuga se distinguen claramente del arte occidental de la época

Pintura de Hasegawa Tōhaku (1539-1610), donde los límites y los puntos de fuga se distinguen claramente del arte occidental de la época

“La forma es vacío y el vacío es la forma”, dijo el arquitecto, citando una de las máximas de la arquitectura japonesa tradicional, donde no se sabe bien dónde empiezan y dónde terminan los jardines, edificios u hogares, sino que los espacios externos e internos –en muchas ocasiones asimétricamente– se conjugan y plantean un diálogo entre pasado y futuro construyendo infinidad de “momentos” para quien los habita, otra diferencia con las prácticas “occidentales”, donde las fronteras entre el “adentro” y el “afuera” fueron la norma durante siglos.

En el último tramo de la charla, Rivera citó a Kengo Kuma y Toyo Ito como dos referentes de la mejor arquitectura contemporánea japonesa, advirtiendo que analizar la manera en que ambos han amalgamado en sus obras las tradiciones de su país con las influencias globales ameritaría otra sesión completa.

La siguiente sesión de las “Charlas de Verano. Hablar Arquitectura” será el miércoles 25 de junio, con la presencia de Alejandro Guerrero, cuyo tema será “Kahn eterno”, a partir de las 19:00 horas en el mismo Auditorio Q; puedes informarte de todas las actividades de la SAAI en Facebook, buscándolos como “Sociedad de Alumnos de Arquitectura del ITESO”. Texto Enrique González Foto Roberto Ornelas