Las vacaciones de verano pueden ser un periodo para fortalecer tu salud mental, y para ello conviene tener en cuenta ciertos factores, como lo hace ver el coordinador de la Licenciatura en Psicología del ITESO. Además, si tu plan es salir de viaje, toma en cuenta las recomendaciones que te hacen desde la Licenciatura en Hospitalidad y Turismo
Del 17 al 28 de julio, la comunidad ITESO tendrá su periodo vacacional de verano. Con la finalidad de aprovechar al máximo estos días, aquí te brindamos varias recomendaciones en dos temas fundamentales: la salud mental y el buen manejo de tus finanzas personales si vas a viajar dentro o fuera del país. ¡Disfruta este tiempo y regresa con la mente recargada, el cuerpo descansado y con nuevas experiencias por contar!
¿Quieres relajar tu mente? ¡No esperes a las vacaciones!
Es común que las vacaciones de verano sean utilizadas por muchas personas para empezar a practicar hábitos saludables, como hacer ejercicio o levantarse temprano, o bien para actividades que relajen la mente y han quedado pendientes por la rutina laboral, por ejemplo la meditación o la lectura.
Sin embargo, afrontar así los próximos días de asueto es un error, ya que el descanso y la relajación de la mente y el cuerpo son hábitos de todos los días, señala Bernardo Celso García Romero, coordinador de la Licenciatura en Psicología del ITESO.
“Un gran error es creer que todo lo tenemos que hacer en las vacaciones: las esperamos con muchas expectativas, nos cargamos de cumplir muchos deseos o necesidades y regresamos al trabajo cansados o fatigados”, menciona. “Hay que educar a la mente para que cuidarnos, chiquearnos, hacer cosas que nos den placer y nos saquen de la rutina, sea una labor de todo el año. Por lo tanto, comienza ahora, no esperes a las vacaciones”.
Otro problema de ver este periodo como una tabla de salvación para adoptar hábitos saludables es que luego éstos no tienen continuidad al volver al trabajo, de acuerdo con García.
Por lo tanto, el tiempo de vacaciones debería ser más un espacio libre para reflexionar hacer a de lo que se ha hecho en el resto del año y bajar la velocidad con la que se vive la rutina laboral y/o estudiantil.
El coordinador de la Licenciatura en Psicología te brinda estos consejos para que las vacaciones de verano te brinden paz mental y tranquilidad:
No dejes de lado las necesidades de tu familia. Evita imponer una forma de vivir el tiempo libre en el verano a las personas que están a tu alrededor. Escucha las necesidades de descanso de los niños, la pareja o algún otro miembro del hogar (los abuelos, por ejemplo). “Es probable que alguno quiera quedarse en casa, pero el otro quiere salir, y esas discrepancias provocan desgaste”, dice Bernardo García.
Ejerce la mesura… Los excesos por fiestas, el alcohol, la comida, etcétera, te hacen daño a la larga. Además, hay que ser precavidos con el dinero para evitar tener deudas en el resto del año. “Si sólo haces algo para cumplir con una experiencia vacacional, les costará más trabajo recuperarse a tu cuerpo y a tu mente”.
…pero date algunos gustos. Usa el método 80/20: destina 80 por ciento del tiempo a los hábitos saludables y el 20 por ciento restante a permitirte excepciones o placeres que “son también provechosos para tu bienestar”, según el coordinador de la Licenciatura en Psicología.
Ve documentales o lee libros sobre viajes. Esto te ayudará a relajarte y a darte una escapada mental. “Aunque no tengamos la posibilidad de viajar, ver documentales o leer libros le permite a nuestra mente despejarse y tener imágenes muy distintas a las que vemos habitualmente”, menciona el profesor del ITESO.
Que el trabajo no te queme. Si eres estudiante y piensas aprovechar estos días para tomar experiencia en el mercado laboral con algún empleo parcial, evita contagiarte de las exigencias permanentes de productividad de las empresas, con el fin de no llegar «tronado» a las clases en agosto. También procura no pensar en los asuntos pendientes que dejaste en el trabajo o en la escuela. “Debemos soltar la idea de que tenemos que hacer todo. No pasa nada si no lo hacemos durante las vacaciones”.
Date tiempo de cocinar. Usa estos días para practicar las artes culinarias, ve al supermercado y escoge los alimentos con calma, piensa en menús para cocinar y come sin las prisas de cumplir un horario laboral. “Eso le da a tu cuerpo un mensaje de que esos momentos son importantes para ti y que los necesitas”.
Regresa gradualmente a la rutina días antes de recomenzarla. En estos días de vacaciones se rompen hábitos: se tiende a dormir y despertarse más tarde, se descansa del tráfico. Pero el verano se acabará y tendrás que volver a la rutina, así que retoma algunos hábitos días antes de la vuelta al trabajo, como levantarte temprano. “Por ejemplo, en el caso de los niños, eso les ayudará a enfrentar muchísimo mejor la experiencia de regreso a clases y reducir el estrés posvacacional”, recomienda García.
Da caminatas largas. Relaja tu mente dando muchos pasos y disfruta el andar sin fijarte en regresar a una hora determinada o en acudir a un lugar específico. Te relajarás y liberarás endorfinas, esas proteínas que generan felicidad en tu cerebro.
Antes de salir, planifica tu viaje
¿Quieres aprovechar las vacaciones para darte una escapadita de la ciudad? La planificación previa es fundamental para obtener una buena experiencia y descanso en este verano, coinciden María Migdalia Zazueta Hernández, coordinadora de profesores de la Licenciatura en Hospitalidad y Turismo del ITESO, y María de los Ángeles Aceves Martínez, coordinadora del Proyecto de Entrenamiento en Hospitalidad y Turismo.
Ambas profesoras te brindan los siguientes consejos para que tu experiencia turística sea la más adecuada:
Elabora un presupuesto. Revisa primero si tienes dinero para viajar y haz un listado de rubros en los que esperas gastar. Puedes seguir estos pasos:
- 1. Identifica cuánto dinero tienes disponible para financiar tus vacaciones.
- Revisa posibles destinos que quieras visitar y anota estos costos asociados:
- Transporte (boleto de avión, transporte terrestre, renta de autos, taxis y/o servicios de transporte privado mediante apps).
- Hospedaje (cuartos de hotel, Airbnb, hostales).
- Gasto en alimentos (visitas a restaurantes, comida preparada).
- Actividades culturales, recreativas y deportivas del destino (museos, sitios arqueológicos, parques de diversiones, conciertos, obras de teatro, etcétera).
- Escoge una opción que sepas que vas a disfrutar, sin quedarte con deudas muy fuertes que te causen estrés en el futuro.
“Apégate al presupuesto. Si no tomas en cuenta lo que vas a pagar, el viaje te puede salir mucho más caro de lo que originalmente estimas”, apunta Migdalia Zazueta.
Escoge prestadores de servicios regulados y de confianza. Haz las reservaciones de tu viaje directamente con proveedores de servicio y agencias reguladas por las autoridades federales. Por ejemplo, si quieres hospedarte en un hotel de cadena, haz la reservación directamente en la página web del hotel. Puedes revisar el catálogo de prestadores de servicios turísticos regulados en el Registro Nacional de Turismo, aunque ¡ojo!, su actualización más reciente fue en 2016.
Reserva, de preferencia, con tarifa flexible. En estos días hay mucha demanda de servicios turísticos y poca oferta disponible, por lo que, si quieres viajar a un lugar específico, revisa primero las ofertas turísticas existentes y reserva la opción de tu preferencia con una tarifa flexible, es decir, que te permitan hacer cambios sin costos adicionales. De acuerdo con la maestra Angélica Aceves, la tarifa flexible puede salir más cara al inicio, pero podrás recuperar gran parte de tu gasto si haces cambios o necesitas cancelar.
Cuídate de los fraudes online. Verifica que las páginas web de estas agencias sean sitios seguros: a la izquierda de tu navegador debe tener un candadito y/o la leyenda “sitio seguro”, y la URL debe empezar como “https”.
Usa las tarjetas de crédito con medida. El uso de la tarjeta de crédito en vacaciones es una buena opción, pues el uso de efectivo puede exponer tu seguridad. Sin embargo, evita estas malas acciones:
- Gastar sin control y sin prever que debes tener ingresos suficientes para liquidar esos consumos cuando te toque pagarlos.
- No revisar los términos y condiciones en los que puedes usar los puntos, millas u otras promociones que dan los bancos a quienes utilizan las tarjetas para viajas.
- Dar el “tarjetazo” sin antes apegarte a tu presupuesto de gastos.
Aprovecha el turismo local. Si quieres evitar los destinos de sol y playa por estar repletos de visitantes o no tienes mucho dinero para vacacionar, contempla disfrutar el turismo regional, por ejemplo, los Pueblos Mágicos o los municipios cercanos a la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG).
En caso de que vivas en la ZMG y no salgas de viaje, aprovecha para visitar destinos locales de interés e inclusive gratuitos como los parques o los museos. Además, estas fechas suelen ser aprovechadas por los gobiernos municipales para ofrecer actividades turísticas gratuitas.
Si el viaje es muy barato, ¡desconfía! Los altos precios por la temporada vacacional hacen muy atractivas las ofertas de viajes que presumen ser de bajo costo, especialmente a través de internet y las redes sociales. Sin embargo, puede tratarse de un fraude para robarte datos sensibles. “Si (el viaje) sale muy barato o se presenta como la oportunidad de tu vida, puede que no sea cierto”, apunta María de los Ángeles Aceves.
Usa la tecnología a tu favor. Si no has planificado nada para viajar este verano, existen varias aplicaciones y plataformas web que te permiten acceder a alojamientos de último minuto o buscadores de vuelos que te permiten escoger trayectos más económicos el mismo día de tu traslado.
FOTO: Mircea – All in collections en Pixabay