En julio de 2022, el desbordamiento del conocido como Arroyo Seco y un desgajamiento de tierra en el vaso regulador en Zapopan provocó niveles de más de un metro y medio de agua y afectaciones a más de 20 domicilios en la colonia Miramar. Lo mismo había ocurrido en 2021, dañando a 300 viviendas en esta zona —esa vez el agua subió dos metros, aproximadamente— y afectando otras colonias como Lomas de La Primavera, Mariano Otero, Arenales Tapatíos, Colinas de La Primavera y La Floresta.
Quienes vivieron aquellos momentos recuerdan historias de pánico: gente saliéndose por los techos o sacando a sus hijos por las ventanas, llamando a gritos a sus vecinos, personas que perdieron todas sus pertenencias y el temor de regresar a sus hogares.
Este escenario fue el área de oportunidad que el PAP “Innovación de Diseño de Productos con Enfoque Social” vio para comenzar a trabajar con la comunidad de Miramar en el esbozo de una compuerta para la contención de aguas negras que se adapte a las casas aledañas al caudal del arroyo, que se suele desbordar o llegar a su límite durante la temporada de lluvias.
“Nos dimos a la tarea de investigar cuáles eran los materiales para evitar la corrosión y diseñar una compuerta para ayudar a que no se metiera el agua a las casas. Nos apegamos al diseño frugal, que es la idea de diseñar con lo que se tiene a la mano, para que la gente lo pueda replicar en sus casas y obtener un beneficio sin tanto costo y dificultad”, explicó Raúl Fernando Soto, estudiante de Ingeniería Mecánica y uno de los integrantes de este PAP.

El rector del ITESO, Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, realizó una visita a este PAP en tres de las zonas afectadas por la problemática de inundaciones. En este viaje lo acompañaron el coordinador del PAP y profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano Miguel Ángel Huerta, estudiantes de Ingeniería Industrial Aldo Espinoza, Éric Zazueta, Valeria González y Yusef Barba; de Mecánica, Gerardo Manzano, y de la carrera de Diseño Sofía Monroy.
“Es interesante ver esta interacción entre lo que aprenden en sus disciplinas y programas que estudian, y los problemas concretos, desde la industria, las comunidades o las necesidades de las familias. Desde que me encargaron esta misión me quedó claro que tenía que conocer bien el ITESO para poder servir mejor a la comunidad, y dado que los PAP son un distintivo de nuestro modelo educativo, quiero conocer todos los que pueda”, expresó Zatyrka Pacheco.
Luego de dos años de investigación, se ha diseñado la versión número dos de la compuerta, aunque se espera que el siguiente semestre puede llegar una tercera versión mejorada. El prototipo fue hecho con aluminio, cuesta aproximadamente mil 500 pesos y es de fácil fabricación e instalación —30 segundos en promedio—, tiene un diseño ergonómico y resiste la presión del agua.
Aunque la solución total de la problemática sería la creación de un muro de contención, esto implica más recursos y no ha sido resuelto por las autoridades, por lo que la apuesta por la compuerta se convierte en la diferencia entre salvar su patrimonio o perderlo.
“Es el 20 por ciento de la solución, pero soluciona el 80 por ciento del problema. La gente va a ver lodo y agua afuera de su casa, pero sus pertenencias van a estar a salvo. Las colonias como esta, que son limítrofes entre municipios, suelen ser tierra de nadie y los gobiernos se desentienden, se pelean y no se ponen de acuerdo. Faltan lugares recreativos, tienen problemas de inundación muy fuertes, y principalmente problemas de inseguridad”, expresó Huerta.

Este proyecto ha despertado el interés de investigadores de Brasil y Colombia, que quieren replicarlo en distintos países, gracias a la intermediación de la Red Latinoamericana de Innovación Frugal.
“Una de las misiones de este PAP es que genere patentes o modelos industriales, se pretende que esta compuerta se registre como modelo industrial, para que se utilice no para explotarlo monopólicamente, sino para que se pueda explotar el conocimiento y dejarlo abierto para que cualquiera lo pueda replicar”, continuó.
La señora Raquel, una de las personas que viven en la zona donde suele llegar las corrientes más potentes, y cuya vivienda es parte de al menos 150 construcciones que necesitarían esta compuerta, para la cual se pretende tener un taller y que los habitantes mismo puedan hacerla, aseguró ser consciente de vivir en un área de alto riesgo, pero no cuenta con los recursos para mudarse. Ella perdió su casa hace tres años, y ahora se encuentra en una lista de reubicación del gobierno, pero por lo pronto tiene que seguir donde está.
“No estamos totalmente seguros de que no vuelva a pasar otra inundación o una situación como esta. Pero me siento tranquila de que, al poner esta compuerta, por lo menos mis muebles o lo poquito que hemos tenido no se vuelvan a echar a perder como la primera vez que perdimos todo. Estoy muy agradecida con las personas del ITESO que han venido a ayudarnos, es un grupo de personas muy lindas que nos han apoyado”, declaró.
Arroyo arriba, el Ayuntamiento de Zapopan, por petición de la Comisión Nacional de Agua, tuvo que reubicar y hacer un operativo para derribar más de 70 casas que estaban en los linderos del cauce. Algunos habitantes fueron trasladados a albergues, otros siguen esperando un sitio donde vivir.
Este PAP lleva tres años trabajando en la colonia Miramar y fue el que hizo, durante la pandemia, un cubrebocas transparente de bajo costo y reutilizable, además de un filtro de aire de precio accesible conectado a un ventilador, todo vinculado al concepto de desarrollo de producto desde la metodología del diseño frugal: “Muchas veces, dentro de las universidades, se hace mucho desarrollo, pero pensando en lo último, en escalar, y se nos olvida que el entorno en que se desarrolla todo no da para que todo mundo pueda tener acceso a tecnología de punta”, concluyó Huerta.

Fotos: Luis Ponciano