El libro Bordados de paz, memoria y justicia: un proceso de visibilización, recoge el laborioso y valiente trabajo de cientos de ciudadanos que con hilo, aguja y tela, combaten el olvido y la impunidad en torno a las víctimas de la violencia en México. En la página 20, un par de niños de no más de seis años armados con aguja e hilo rojo y perfectamente concentrados, bordan un mensaje en sus respectivos bastidores. En la 28 y la 29, tres ancianos y una joven que mientras borda parece dejar fluir el llanto, deslizan sus manos para plasmar en la tela el relato de un episodio –uno más, uno entre miles– de horror propiciado por la violencia en México. En la 112 y la 113, cinco fotografías muestran a unas 60 personas en distintos espacios públicos –alrededor de ellas hay muchas más– mientras bordan, conversan, se encuentran y hasta alcanzan a sonreír.

Sergio René de Dios, Francesca Gargallo, Juan Carlos Núñez, Margarita Robertson y Guadalupe Morfín

Sergio René de Dios, Francesca Gargallo, Juan Carlos Núñez, Margarita Robertson y Guadalupe Morfín

¿Qué producen estas manos? ¿Qué han dejado en las blancas telas que luego se despliegan como un “largo mosaico laico” los 27 colectivos de Bordamos por la Paz repartidos en varias ciudades mexicanas, Bélgica, Japón, Holanda, Italia o Francia?

“UNA MUJER FUE EJECUTADA POR UNOS HOMBRES ARMADOS… FUE ULTIMADA DELANTE DE SU HIJO Y DE DOS HERMANOS”.
“Juan Antonio Hernández Marrufo, 37 ans est mort fusillé en descendant de l’autobus oú il vendait des brochures. Gómez Palacio Durango 10/3/11”.
“Elvia Zúñiga Lázaro. Asesinada el 9-10-2010 en su domicilio en la Del. Benito Juárez. Murió de 33 puñaladas”.

No olvidar a los más de 100 mil muertos que desató la Guerra contra el Narco de Felipe Calderón. No darle ni un respiro a la impunidad. Situarse en pie de paz y no en pie de guerra. Cerrar heridas. Brindar esperanza. Retomar las calles.  Promocionar la paz. Recordar a los muertos. A los desaparecidos. A las mujeres víctimas de feminicidio. Evitar la desmemoria. Llevar a cabo un acto de “rebelión pacífica y digna rabia”. Indignarse.

Son muchos los objetivos que persiguen estos colectivos, los cuales ahora constituyen la esencia del libro Bordados de paz, memoria y justicia: un proceso de visibilización, iniciativa de Bordamos por la Paz y coeditado por diversas instituciones, entre ellas el ITESO, el cual fue presentado la noche del 13 de agosto en la Casa ITESO Clavigero ante más de un centenar de personas.

Allí, Francesca Gargallo, autora del texto central de la obra, afirmó que el libro “hace memoria en el momento que intentan quitarnos la memoria. Cuando damos una puntada no sabemos hasta donde va a llegar el hilo”.

httpv://www.youtube.com/watch?v=f4QxT7PXYCo

Citado por Francesca en el libro, el pacifista Pietro Ameglio añade: “Bordar ante la desmemoria. Es crear un sistema de alarma comunitaria que nos despierta del adormecimiento”.

La investigadora y escritora estuvo acompañada en el estrado por la poeta y activista social Guadalupe Morfín Otero, el periodista Sergio René de Dios, la periodista y activista Margarita Robertson y Juan Carlos Núñez, titular de la Dirección de Integración Comunitaria del ITESO.

El libro es gratuito y a los asistentes que se lo llevaron solamente se les pidió una colaboración voluntaria; si te interesa tener uno o más ejemplares, ingresa a la página de Publicaciones ITESO, www.publicaciones.iteso.mx.

Puedes seguir las actividades del colectivo Bordamos por la Paz en Facebook, en Twitter (@bordamospaz) o en la página bordamosporlapaz.blogspot.mx. En Guadalajara, por ejemplo, se reúnen a bordar en el Parque de la Revolución o Parque Rojo (Federalismo y Juárez) los segundos y los últimos domingos de cada mes, a partir de las 11:00 horas. Texto Enrique González Foto Luis Ponciano