Luis Carlos Sordo y cuatro compañeros encabezan este proyecto que, desde una aplicación para móviles, quiere ayudar a que cualquier persona cuente con un lugar de trabajo adecuado para sacar adelante sus proyectos sin necesidad de instalar una oficina fija y sin que le falte nada.

A más de uno le ha pasado: el trabajo es mucho y el tiempo para hacerlo no es suficiente. Algunos se ven obligados a trabajar fuera de la oficina, otros no tienen un espacio fijo. Alguno está en la calle y necesita imprimir un archivo; otro, escanear un documento; todos necesitan una excelente conexión a internet, una buena mesa, luz adecuada y, ya encarrerados, una rica taza de café. En la ciudad sobran espacios así; por ello el objetivo principal de CoworkLife es conectar a los primeros quienes buscan espacios dignos para trabajar con los segundos los lugares.

Luis Carlos Sordo, socio fundador y CEO de CoworkLife, explica que el proyecto que encabeza junto con otros cuatro socios surgió en 2017, cuando se reunieron para “generar un startup que busca solucionar el problema de tener un espacio de trabajo digno para personas que no tienen un espacio fijo”. Esta necesidad, que vivió en carne propia, es consecuencia de los nuevos modelos de emprendimiento y de proliferación de personas que trabajan en el modelo de freelance. Como ejemplo, pone un escenario ficticio pero que refleja la situación de muchos: tras dejar a los hijos en la escuela, muchos buscan un lugar donde puedan trabajar sin límite de tiempo pero que les permita estar cerca de la escuela para cuando sea necesario regresar por los pequeños. Espacios como Starbucks y otras cafeterías han servido para solucionar la demanda, pero no cumplen necesariamente con todas las características que se requieren.

El ambiente de los espacios alternativos de trabajo está integrado, detalla Carlos Sordo, egresado de Ingeniería Electrónica del ITESO, por tres grupos principales: el coworking corporativo, el estándar y el alternativo. En este último entran universidades, algunas oficinas de gobierno y sitios como restaurantes y cafeterías. Explica que incluso en algunas ciudades ya se empieza a usar el modelo de Airbnb, con casas particulares que buscan monetizar espacios como oficinas. En México el esquema ha funcionado bien con cafeterías, e incluso algunos espacios en los que se renta tiempo de estancia y el café es cortesía de la casa, detalla. La aplicación CoworkLife se encuentra en etapa beta, pero ya está disponible para iOS y Android; y ya tienen 150 espacios distribuidos en CDMX, Guadalajara y Monterrey. El objetivo es llegar a mil en el primer semestre de 2020.

El CEO de CoworkLife señala que para echar a andar el proyecto se han adaptado a las necesidades que han ido detectando, para lo cual les ha servido un modelo de emprendimiento que tiene por premisa arrancar con el mínimo viable para poder responder a los cambios que surgen y, al mismo tiempo, ir creciendo conforme se requiera. El equipo de CoworkLife está encabezado, además de por Luis Carlos Sordo, por Juan Carlos Rodríguez, Guillermo Ortega y Jorge Alfaro, egresados del ITESO, y por Francisco Lara, de la UP; Luis Carlos comparte que están en la búsqueda de un socio técnico que quiera “asumir el riesgo de sumarse al proyecto y venirse a trabajar de tiempo completo con nosotros”.

Sobre el perfil que debe cumplir, detalla que debe tener capacidad para desarrollar aplicaciones de alto nivel, espíritu emprendedor y disposición para dedicarse de tiempo completo a CoworkLife. Uno de los valores agregados del proyecto es que todos los socios comparten la búsqueda por que la aplicación tenga un lado social, que se traduce en el hecho de crear puentes entre los lugares que ofrecen sus servicios y las personas que por el momento no tienen los recursos para montar una oficina, pero cuyos proyectos dependen de contar con las condiciones de trabajo adecuadas. “Queremos quitarle obstáculos a las personas que buscan desarrollar un proyecto personal y conectar espacios, crear asociaciones. Queremos ser ese puente”, concluye Luis Carlos.