La Ibero León fue anfitriona de la fiesta cultural del Sistema Universitario Jesuita, en la que el ITESO participó con diversos espectáculos.

“El arte siempre es comunicación, hay que exponerlo, volcarse fuera de sí mismo, tomar el sentimiento para concretarlo en una obra y correr el riesgo de que sea observado, criticado o ignorado”, dijo Rogelio Hernández, director general de Servicios Educativos Universitarios de la Ibero León, durante la inauguración de la exposición Estandartes, durante la décima edición del Encuentro Cultural del SUJ, que cada dos años reúne a las universidades jesuitas del país.

En su 35 aniversario, la Ibero guanajuatense acogió, del 8 al 12 de abril, a casi 300 alumnos de las iberos Torreón, Tijuana, Ciudad de México, Puebla,  así como del Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA), la Universidad Loyola del Pacífico y el ITESO, quienes compartieron talleres e hicieron presentaciones artísticas entre pinturas, fotografías y estandartes.

En el acto inaugural, se recordó que el tema de este año sería “Arte y sustentabilidad”. No hay que olvidar que el arte permite generar el ambiente humano en el cual la sociedad puede desarrollarse, explicó.

Los asistentes al encuentro dedicaron las mañanas a capacitarse en distintos talleres. Alejandro Barragán, quien estudia Mercadotecnia en el ITESO, escogió el de “Mural”, y comentó que fue “fantástico” ver que a pesar de los puntos de vista tan distintos entre los compañeros de otras delegaciones “llegamos a un acuerdo”. Acordaron plasmar el tema de la sustentabilidad ecológica mostrando las diferencias que hay en el país, desde Tijuana hasta Oaxaca, y cómo a pesar de ellas somos una misma nación. “Está padre también dejar huella, porque el Mural quedará en la Ibero”, dijo.

Jade Medina, estudiante de Ingeniería Financiera, tomó el taller de “Danza africana”. “No sabía nada, así que fue interesante conocer todo un nuevo concepto de danza. Me gusta mucho la libertad de expresión a través del cuerpo que permite”, dijo Jade, quien disfrutó poder reunirse con “personas que tienen el arte y la cultura como interés común”.

Otros talleres que se impartieron fueron los de “Foto documental”, “Flash mob”, “Arte popular efímero”, “Videointervención”, “Flamenco”, “Música digital”, “Arte objeto” o “Cuentos”. Ya por las tardes, las presentaciones artísticas permitieron observar un amplio abanico de estilos de teatro, danza, música y canto que se ofrecieron como una muestra de la formación integral que brindan las universidades jesuitas de México.

Acuarelas del juego

El montaje de danza contemporánea y percusiones Acuarelas del juego, llenó de colores, agua y música el escenario del Aula Magna de la Ibero León, la tarde del miércoles 10 de abril, en la primera de las dos presentaciones artísticas que el ITESO realizó en el encuentro.

Los percusionistas caminaron entre el público botando balones de básquetbol hasta subir al escenario donde comenzaron a tocar con ellos un ritmo que fue seguido por cuatro pares de pies que se asomaron por la escenografía.

La obra en seis actos fue un homenaje lúdico al agua y alternó números musicales con otros dancísticos. Contó con la participación de seis alumnos del “Taller de percusiones” y cuatro alumnas de “Danza contemporánea”. La dirección estuvo a cargo de los profesores Georgina Gastélum y Héctor Aguilar.

Las bailarinas recrearon personajes infantiles que, entre juegos, recordaron la importancia del agua para preservar la vida. El solo de Cristina Fink, alumna de Ingeniería Ambiental, valió el aplauso del público en dos ocasiones, por su habilidad y gracia en el uso del aro.

Los músicos mostraron distintas formas en las que las percusiones pueden vincularse con el agua, por ejemplo a través de música tradicional como el ritmo afrocolombiano Mapalé, utilizando instrumentos que funcionan con agua, como el Tambor Yaqui o que imitan el sonido de la misma, así como ritmos producidos con utensilios que sirven para almacenarla.

Respecto a su participación en Acuarelas…, Jonathan Sicilia, estudiante de Ingeniería en Sistemas Computacionales, comentó: “Fue una experiencia muy padre, única. Nunca había estado en un escenario y me gustó la experiencia de controlar los nervios y de trabajar en equipo”.

La delegación completa participó en Acuarelas… ya que, durante las transiciones, hicieron sonar bolsas de celofán imitando el sonido de la lluvia. En la última parte se unieron al ritmo que sus compañeros interpretaban en el escenario y lograron un cierre lleno de energía, propicio para la segunda presentación del ITESO.

Mujer, una tarea

¿Cuántas etiquetas impone la sociedad a la mujer? En la familia, con la pareja, en la organización social y hasta en la religión se ha condicionado el desarrollo de las mujeres a lo largo de la historia. Ese fue el punto de partida de Mujer, una tarea, un montaje hecho a partir de improvisaciones de los alumnos de la asignatura “Taller de teatro: actuación”.

El guion de Mujer, una tarea, pieza dirigida por Mary Paz Gómez e interpretada por 12 alumnos, integra distintos puntos de vista femeninos, situaciones cotidianas y fragmentos de textos clásicos como El cantar de los cantares, incluido en la Biblia; El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y las redondillas de Sor Juana Inés de la Cruz, para caricaturizar los arquetipos masculinos y femeninos y criticar las contradicciones de una educación en la cual se privilegia el matrimonio antes que la autoestima.

En palabras de Daniela Monter, estudiante de Diseño y actriz del montaje, eligieron el tema porque quieren hacer conciencia al respecto, pues consideran que mucha gente, incluidas las mujeres, es consciente de que pueden romper las etiquetas con las que la sociedad las va marcando. “[Los parlamentos son] fruto de nuestras propias experiencias y las cosas que hemos escuchado”, refirió Daniela.

Laura Rubio, quien estudia Derecho y también participa en la obra, comentó que formar parte de esta obra fue “una experiencia maravillosa, no se compara con nada estar en el escenario. Prácticamente haces tuyo al público”. Texto Alejandra Ruiz Fotos Cheshvan Santana y Darlen Muñoz