Café Scientifique ITESO, un espacio gestionado desde el Centro de Promoción Cultural, cumple 17 años de ser un punto de encuentro para disfrutar del conocimiento científico

Pese a la facilidad con que podemos prepararnos un café, gracias a la presentación soluble que numerosas marcas comercializan, muchas personas – generaciones recientes incluidas – eligen disfrutar esta bebida a través del ritual que implica su preparación. Desde hace 17 años, en el ITESO se prepara un café que numerosas personas – sean parte o no de la comunidad universitaria – eligen como un espacio propio para ser partícipes de un diálogo en torno a la ciencia, el Café Scientifique ITESO.  

A lo largo de estos 17 años, la visión de comunicación de la ciencia que se ha ido desarrollando en este proyecto, “ha ido creciendo, de este gozo de toparnos con el conocimiento científico como un producto cultural, de decir ‘yo veo esto y me maravillo’, porque finalmente es una producción cultural e ir entendiendo su sentido es una experiencia muy placentera”, cuenta Maya Viesca, coordinadora de Comunicación de la Ciencia del ITESO.  

La premisa de este espacio es generar una experiencia positiva. Sí, tal vez no le entiendas del todo a quien conduce la charla, pero disfrutas estar en este espacio que, al ser gestionado desde el Centro de Promoción Cultural, “busca que estas actividades se vuelvan un espacio de consumo cultural, para pasarlo bien, para estar con otros, para estimular la creatividad, para crear comunidad y reflexionar sobre tu sentido político”, señala Maya. “La idea es que podamos tener acceso a actividades de ciencia que te generen todo tipo de experiencias, donde nos sintamos interesados, apelados, que podemos participar”. Esa, en un sentido amplio, es la idea de Café Scientifique ITESO. 

Y es que la ciencia tiene muchas vertientes que están presentes de forma protagónica en la sociedad actual, así que, sea que la ciencia no te cause interés, no le entiendas o no participes, atraviesa prácticamente a todas las personas en el planeta. “La ciencia no es neutra, no está al margen de la política ni de la cultura, entonces, como ciudadanos comprender cómo es que surge, cuáles son las disputas y la dimensión ética que hay detrás es importantísimo”.  

Divulgación en tiempos de pandemia 

Lo que nos ha estado haciendo ver la pandemia, explica, es, por un lado, refrendar la necesidad de que los ciudadanos tengamos una mayor cultura científica, entendida como un conjunto de información, actitudes, valores y toma de decisiones en donde podamos utilizar el conocimiento científico – ojo, no ser científicos – y decir ‘yo comprendo más o menos cómo funciona la ciencia, sé el papel que puede jugar un centro de investigación o una revista especializada, y puedo tener cierta posibilidad de valorar la información que me llega’. 

En la medida en la que las y los ciudadanos en general podamos tener esas coordenadas, podremos tener una cultura personal, social y política y manifestarnos a favor o en contra, pero desde una postura mucho más informada.  

“Tener cultura científica es la posibilidad de ser realmente crítico ante la producción del conocimiento o ante el funcionamiento del campo de la ciencia. Lo que buscamos es poder tener posturas alrededor de ciertos temas, poder reaccionar ante situaciones como la pandemia, por ejemplo, pero, sobre todo, son hábitos y prácticas, posicionamiento no sobre una situación o conocimiento, sino sobre una forma de proceder”.  

La pandemia también resaltó que, muchas de las posturas de la sociedad evidencian la falta de cercanía con el campo de la ciencia en nuestro país. “Como sociedad, no tenemos muy claro cómo funcionaba la ciencia, y si un día una organización como la Organización Mundial de la Salud decía una cosa, y tres meses después decía otra, nuestra valoración es que no saben, cómo les vamos a creer. Y entonces la sociedad, todavía más, se va hacia lo que le genera menos ruido, menos incertidumbre. No tenemos el hábito de entender que la ciencia no es un conjunto de certidumbres inamovibles, sino que está en continua evolución”.  

Café Scientifique

La pandemia no detuvo el diálogo. Café Scientifique ITESO se trasladó a la virtualidad.

Corte de caja y futuro 

Maya se declara orgullosa y satisfecha – con palabras y con la sonrisa inevitable al hablar de ello – del trabajo que se ha logrado en estos primeros 17 años de Café Scientifique ITESO. Han logrado fidelizar públicos, que asisten no solo como espectadores, sino que se apropian de un espacio donde se identifican, crecen y conocen a otras personas interesadas en el tema, “y esto a mí me parece la mejor apuesta”. 

Podrían, sí, hacer actividades tal vez más espectaculares – que complementan este ecosistema muy necesario de la comunicación de la ciencia – “pero también necesitamos esta constancia, esta ritualidad, este sentido de pertenencia que genera una actividad como esta, y a eso le hemos apostado con Café Scientifique ITESO. Buscamos el diálogo horizontal, pero la horizontalidad no está dada por el grado de conocimiento o información sobre el tema, sino por el interés compartido”.  

Convertida por un instante en hada madrina que otorga dones a este joven de 17 años, Maya le otorga dos, con miras a los próximos 17: el primero, que sea creativo para seguir siendo pertinente, tanto al momento histórico como al institucional, que siga respondiendo preguntas de la gente, que siga siendo un lugar en donde nos queramos reunir y que siga convocando a un público diverso y plural; el segundo, “que siga siendo un chico o una chica guapa, que siga siendo atractivo para la gente, que no pierda su sex appeal”. 

¡Nos encontramos en el próximo Café! 

Maya Viesca, coordinadora de Comunicación de la Ciencia del ITESO.

FOTOS: Luis Ponciano

#MayaRecomienda

“Estos Cafés me encantan porque mezclan lo presencial, lo virtual, hombres, mujeres, temas diversos, científicos jóvenes y consolidados”