Las pláticas de ciencia del Café Scientifique celebraron 15 años con una tormenta y con Julia Carabias. En la charla abundó la lluvia tanto como asistentes, intercambios de ideas, regalos, vino y pastel
POR MONTSERRAT MUÑOZ
El proyecto del ITESO de charlar la ciencia en la casa que lleva el nombre de Francisco Xavier Clavigero, SJ, uno de los científicos mexicanos que dio a conocer en Europa la riqueza natural y cultural del nuevo mundo, Café Scienfique, cumplió 15 años de divulgar la ciencia con una sesión que casi inundó la casa.
Al mismo tiempo en el que Julia Carabias Lillo, la invitada de honor, se situó en la mesa principal del Café, llegó la lluvia. Con ella transcurrió una charla que se detenía en momentos para escuchar a la propia voz de la naturaleza y que la investigadora de El Colegio Nacional, interpretaba hábilmente con el aforo de más de 100 asistentes guarecidos en techos y terrazas del patio de la Casa Clavigero.
El tema de la plática lo atrajo todo: “Medio ambiente y futuro, retratos de la interconexión”.
Para la investigadora, lograr un mundo justo, próspero, con equidad y bienestar es posible si el ambiente está sano. “Es ahí donde nos está fallando. Estamos colocando el tema ambiental siempre como una disciplina más, como una sola visión que se ha dejado mucho en los límites de esas disciplinas, no se pueden resolver esos problemas”, dijo.
Urgió a las y los asistentes a que encuentren nuevas formas de gobernanza y mecanismos para la participación de la sociedad en el tema. “El medio ambiente no subsiste si no hay participación de la sociedad. No se ha entendido que el bienestar social no puede ser en un medio ambiente erosionado, destruido, contaminado”, afirmó la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Señaló que podemos disminuir el daño al medio ambiente a través de conocer y modificar factores como las tendencias de crecimiento poblacional, los patrones de consumo y producción y la tecnología.
Para la ex funcionaria del gobierno federal, el trabajo transgeneracional es el elemento que permitirá el cambio en beneficio del medio ambiente. “Los jóvenes tienen más acceso que nunca a la información, saben organizarse y tienen mucha energía. Colaborando con los que tenemos experiencia y hemos vivido los cambios de las últimas décadas tenemos esperanza de revertir el deterioro ambiental”.
Respecto al papel que las universidades juegan, la investigadora Carabias Lillo asentó que la interdisciplina es un mecanismo clave en la formación de profesionales para ampliar las visiones. El papel que tiene la educación, especialmente en contextos urbanos, donde habita el porcentaje más alto de la población mundial es vital porque en las ciudades la sociedad no es consciente de dónde vienen los servicios ecológicos.
Al finalizar los intercambios de ideas entre las y los asistentes y Julia Carabias, también se acalló la lluvia y con el ambiente fresco, el vino y el pastel se sumaron a la celebración de los 15 años del Café.
Curiosas y asiduas
Maya Viesca Lobatón, coordinadora de este programa de difusión de la ciencia, afirma que la clave está en el contacto emocional que se logra entablar entre investigadores y personas curiosas de todas edades. “En el Café, la parte humana y emocional de los científicos también tiene ocasión de estar. A lo largo de estos 15 años, nos hemos reído, hemos llorado, nos hemos enojado y también sorprendido.”
La regularidad con la que se realizan las sesiones de Café Scientifique, todos los primeros martes de mes, ha sido un factor importante en el desarrollo del público, señala Maya Viesca. La académica adelanta que desde el Centro de Promoción Cultural (CPC) del ITESO se están trabajando otras actividades en torno a la comunicación pública de la ciencia; respecto al futuro de Café Scientifique, augura una agenda rica en temas que permita fortalecer y hacer nuevas vinculaciones, con instituciones como El Colegio Nacional o la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.