Rocío Valdez, estudiante de Publicidad y Comunicación Estratégica, lo ganó por el texto “Pueden o no defenderse los derechos humanos por medio de entidades gubernamentales: Caso CNDH”.

¿Qué hace bien y qué hace mal la Comisión Nacional de los Derechos Humanos? ¿Utiliza bien los recursos que se le otorgan? ¿Qué peso real tienen sus recomendaciones? ¿Cómo trata a los ciudadanos que llegan a presentar una queja? ¿Les da el seguimiento adecuado?

 

Rocío Valdez, estudiante de Publicidad y Comunicación Estratégica en el ITESO

Rocío Valdez, estudiante de Publicidad y Comunicación Estratégica en el ITESO y ganadora del concurso de ensayo del XI Foro de Derechos Humanos del SUJ

Un amplio panorama de lo que dicha comisión representa en la actualidad para México, fue lo que Rocío Valdez plasmó en su ensayo “Pueden o no defenderse los derechos humanos por medio de entidades gubernamentales: Caso CNDH”, con el que ganó el primer lugar del concurso que organizó el XI Foro de Derechos Humanos del Sistema Universitario Jesuita que tendrá lugar en Puebla, del 15 al 17 de octubre en el campus de la Ibero poblana.

La CNDH sirve y es sumamente necesaria para el país, de eso no tiene ninguna duda la estudiante de la Licenciatura en Publicidad y Comunicación Estratégica del ITESO, pero la burocracia, la lentitud, la inadecuada asignación de los recursos con que cuenta o la falta de seguimiento a la mayoría de los casos –entre muchos otros aspectos tratados en el ensayo–, exigen que este organismo, presidido actualmente por Raúl Plascencia, experimente una profunda renovación.

“Sí sirve. En el ensayo hablo de cómo trabaja, de lo que piensan algunos políticos de la CNDH, ya que es de las pocas entidades que hace algo para mediar entre tú como civil y alguien que viole tus derechos. Sin embargo, el trabajo [que hacen] a veces es flojo”, afirmó Valdez, quien como ganadora ha sido invitada al Foro para participar en un panel sobre derechos humanos y su texto se publicará en la edición especial que la revista Rúbricas (editada por la UIA Puebla) le dedicará al foro.

Con un presupuesto que para 2014 superó los mil 416 millones de pesos anual, la CNDH destina más del 70% de este al pago de salarios, y con el resto debe encargarse de las decenas de miles de quejas que llegan en las áreas de víctimas de delitos, personas desaparecidas, ausentes y secuestradas, infantes, familias, adolescentes y adultos mayores, personas que viven con VIH, trata de personas o los pueblos y comunidades indígenas.

Entre sus diversos testimonios, el documento de la estudiante del ITESO incluye el de un hombre cuyo hijo desapareció y al que la CNDH al principio atendió amablemente, pero posteriormente no le dio seguimiento al caso, por lo que él la califica como una institución “de adorno. Hacen presencia pero no hacen acciones reales para defenderlo y respaldarlo a uno”.

“La misión de la CNDH es relevante y puede ser de mucho beneficio para los miles de quejosos. Lamentablemente, como cualquier institución, no es ajena a la corrupción, intereses personales de altos mandos y a la burocracia experta en ralentizar procesos”, apunta el documento de Valdez, egresada de la preparatoria del Instituto de Ciencias y quien desde hace poco más de un semestre trabaja como voluntaria de la organización FM4, la cual atiende de distintas maneras a los migrantes que atraviesan Guadalajara en su camino hacia los Estados Unidos.

El ensayo ganador nació en la clase optativa de derechos humanos que Valdez tomó con Carlos Peralta, académico e investigador del ITESO; en el mismo concurso, titulado “Derechos Humanos y Acceso a la Justicia: la dignidad de las personas frente a las formas de poder en México” y organizado por los Programas de Derechos Humanos de las Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en México, el tercer lugar fue para Alejandra Sandoval, estudiante de Ciencias de la Comunicación de esta Casa de estudios, autora del texto “Medios de comunicación y discriminación a la mujer”.

Verano de trabajo intensivo en la Iniciativa Kino

“Uno de los trabajos como voluntaria en la organización se enfoca en el comedor para migrantes, donde ayudo en la preparación de los alimentos y también los sirvo a cada migrante. En la mañana y en la tarde se sirven aproximadamente 150 platos”, Alejandra Sandoval, itesiana quien obtuvo el tercer lugar en el mismo certamen, laboró como voluntaria en el proyecto Iniciativa Kino para la Frontera, en Nogales, en pleno desierto de Sonora.

La estudiante de octavo semestre de Ciencias de la Comunicación en el ITESO también colaboró como consultora en comunicación, enfocándose en la producción de videos, la gestión de redes sociales.

El citado proyecto jesuita binacional se creó para asistir y acompañar a los migrantes que quieren llegar a Estados Unidos, así como educar a los ciudadanos de dicho país –y también a los mexicanos que radican en la zona– que han de convivir inevitablemente con el fenómeno migratorio que se vive en una de las fronteras más activas y conflictivas del mundo.

“Los días lunes, miércoles y viernes hago pequeñas dinámicas y presentaciones que sirven para educar a las personas migrantes sobre sus derechos humanos y también para motivarlos a documentar y denunciar las violaciones de derechos humanos a las cuales se enfrentaron en México”, relata Alejandra, de 22 años, originaria de la Ciudad de México.

“De esta forma, la organización al tener pruebas de las violaciones de derechos humanos puede exigir a las autoridades justicia y políticas públicas que cambien esta situación, que pone en riesgo la dignidad y hasta la vida de estas personas. Este trabajo acerca de los derechos humanos me da más experiencia para continuar mi trabajo como becaria en el Programa Institucional de Derechos Humanos y Paz en el ITESO”.

Texto Enrique González Foto Luis Ponciano