El planeta requiere medidas urgentes para evitar que el mero interés económico niegue a millones su derecho al vital recurso, alertan expertos internacionales reunidos en el ITESO en la séptima sesión anual de la Red Water Gobacit.

Al tiempo que les daba la bienvenida al ITESO a los integrantes de la Red Water Gobacit, el Rector de la universidad, el jesuita José Morales, vertía algunas de las duras cifras que dan pie a esta y muchas otras reuniones que se registran por el mundo en las que se debate cómo conseguir que ningún ser humano viva privado de un derecho tan fundamental como el de tener agua limpia para beber.

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Cinco mil niños mueren cada día por culpa de enfermedades evitables relacionadas con el agua; 884 millones de personas beben agua insalubre en el mundo y unas 2 mil 600 millones de personas no tienen acceso a instalaciones básicas de saneamiento e higiene.

La Universidad jesuita de Guadalajara es la sede (del 19 al 23 de octubre) de la VII Reunión Anual de la Red Waterlat Gobacit, una organización multinacional e interdisciplinaria dedicada, según su página web, a luchar “contra la injusticia, la desigualdad y la indefensión conectadas con el agua”.

Su coordinador general es Esteban Castro, investigador argentino adscrito a la Universidad de Newcastle (Inglaterra), quien en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ del ITESO mencionó durante la ceremonia de inauguración del encuentro, la mañana del lunes 19, que este coincide con el año en el que se vencen los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU, duramente criticados por la Red.

“Si bien se han hecho avances, ya de por sí las metas del milenio eran metas mezquinas y conservadoras, porque se propusieron para 2015 reducir a la mitad la proporción de la población humana que no tenía acceso al agua. Ya ni siquiera se planteaba universalizarla, apenas reducirla a la mitad… Y ni siquiera la meta mezquina se logró”, afirmó Castro.

Esteban Castro

Esteban Castro

“Realmente los avances por un lado son lentos, incompletos, y además, lo que es una ganancia y toma mucho tiempo conseguirla se pierde a veces en segundos”.

Países americanos como Brasil, México, Argentina, Bolivia o Colombia (incluso Canadá) viven situaciones muy complejas en torno a la gestión y la política del agua, donde grandes transnacionales suelen imponer sus condiciones para hacerse con el control de los recursos hídricos, en detrimento de comunidades y regiones enteras que sufren daños culturales, ambientales y económicos, tal como se expuso en la primera mesa de trabajo del encuentro.

“Nuestra reunión”, añadió Castro, “va a tratar de hacer aportes, de decir ‘bueno, eso fue una derrota’, y ya sabemos quiénes son los derrotados: los sectores más vulnerables… y ahora la cuestión es qué aprendemos de todo esto, en vez de quedarnos quejándonos y haciendo diagnóstico –que los tenemos que hacer–, pero hay que pasar a la acción”.

 

Trabajo en conjunto o no servirá de nada

La diversidad de los asistentes a la reunión que coorganizó el ITESO, a través del académico e investigador Mario López, del Centro de Investigación y Formación Social (CIFS), sirvió como ejemplo de que para resolver los graves problemas de escasez y especulación relacionados con el agua que experimenta el mundo –el agua dulce para consumo humano no llega ni al 1% del volumen total del líquido que hay en el planeta–, es indispensable el trabajo conjunto entre gobiernos, académicos y sociedad civil organizada.

“El reto es muy grande y los esfuerzos los estamos haciendo, pero las realidades van de frente y van más poderosas que todo esto que estamos haciendo, que pueden quedar en buenas intenciones”, reconoció Magdalena Ruiz Mejía, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco (Semadet), presente en el presídium.

“Necesitamos los acompañamientos, las voces de los demás actores, para que con consensos o con disensos, nos vayan haciendo que estas reestructuras, transformaciones, sean más radicales y significativas”.

Según diversos informes de la ONU, los cuales ya son una realidad en varios puntos del globo (África, Sudamérica, México), las futuras guerras no serán por el petróleo, sino por el agua, sobre todo si persiste, “la inercia de los dirigentes”.

Contaminación industrial, crecimiento poblacional o el cambio climático, son algunos de los factores que disminuirán continuamente los recursos hídricos, señala la ONU, situaciones que se agudizarán en los países en desarrollo.

“En este difícil escenario, el planteamiento de alternativas debe ser un proceso cuidadoso de cada detalle, horizontal, responsable, transparente y que integre la participación efectiva de todos los actores relevantes en la gestión del agua. La visión de un futuro sustentable debe ser un proyecto compartido y solidario; el agua como recurso y bien común así nos lo exige”, aseguró el Rector del ITESO.

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Premian a cortometraje sobre sequía en la Pampa argentina

Un río, el Atuel, bloqueado por décadas por las autoridades de la provincia de Mendoza para su uso exclusivo y las serias repercusiones económicas y sociales sufridas por sus vecinos de la Pampa, es el tema de Atuel, la memoria del agua, el cortometraje ganador del concurso lanzado por la Red Waterlat.

Valeria Tochi, la realizadora, estuvo presente en el ITESO para recibir su premio; la joven argentina dijo que buscaba reflejar una injusticia con más de 70 años de antigüedad, un caso que ni siquiera los mandatos gubernamentales ha podido resolver y que ha propiciado la desertificación y la escasez de agua potable en la región donde ella vive, la célebre Pampa argentina.

Además de los ya citados Castro, Ruiz Mejía y Morales, en el presídium estuvieron presentes Alicia Torres, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la UdeG; Guillermo Márquez, coordinador del Observatorio para la Gestión Integral del Agua en Jalisco; Óscar Castro, jefe del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO; Carlos Ortiz, jefe del CIFS, y Miryam Mancha, representante de la Unión de Sociedades de Alumnos del ITESO.

Texto Enrique González Foto Luis Ponciano