Del 22 al 24 de mayo, el Centro de Aprendizaje en Red (CAR) del ITESO organizará “Ágora: conversar y aprender en red”,  actividad para que los académicos dialoguen y reflexionen en torno al aprendizaje en red.

Piensa en el siguiente escenario: un preparatoriano que vive en Guadalajara está a punto de decidir qué carrera estudiar y elige, digamos, Negocios.

Investiga y decide que su carrera no solo la hará en el ITESO, sino que además tomará por Internet algunos cursos de la universidad jesuita, otros de la UNAM, algunos más en Harvard y Yale, y otro más en la Universidad Autónoma de Madrid. Así, este joven culminaría desde la computadora de su casa sus estudios superiores con títulos de las mejores instituciones del mundo.

Los avances de las tecnologías y las herramientas virtuales plantean lo anterior ya no como un sueño, sino como una posibilidad absolutamente real, ya que para ello existen recursos como los MOOC (Massive Online Open Courses), cursos universitarios que se han convertido en protagonistas de una revolución a escala mundial. Las plataformas ahí están, por ejemplo Edx, Coursera, Udacity, Khan academy, entre muchas más, a las que se suman portales como openculture.com/freeonlinecourses.

José Miguel Tomasena, profesor de la clase “Conocimiento y cultura” del Centro de Formación Humana del ITESO, ya se acercó a las posibilidades de la virtualidad, al impartir su clase en modalidad semipresencial y cursar él mismo varios MOOC.

“Internet está transformando toda la civilización, incluyendo la cultura de la imprenta, que en gran medida fue la cultura que dio impulso a la universidad moderna. Entonces, ¿qué explosión viene con Internet? No lo sabemos, pero ciertamente esta estructura, esta enseñanza, este método, esta forma de concebir la universidad con un currículum cerrado, me parece que va a tronar. Las grandes universidades del mundo ya lo entendieron”, expresa.

Desde su experiencia, Tomasena considera la enseñanza virtual permite aprendizajes “más amplios” que los que se dan en el aula, además de desarrollar capacidades diferentes en los alumnos, como el trabajo colaborativo en línea y la investigación en bases de datos muy complejas.

“Son temas importantes para el nuevo entorno al que van a salir a chambear los chavos. Cada vez son más las empresas en las que se puede hacer homeoffice o trabajo a distancia”. Agregó que este modo ver la educación puede beneficiar a jóvenes que no tengan la posibilidad de acceder a una universidad tradicional.

Entre las herramientas virtuales que suele utilizar en clases está la plataforma itesiana Moodle, Scoopit, Googledocs, Facebook, Twitter y Wikipedia.

httpv://www.youtube.com/watch?v=6N66EHOFumI

Perder el miedo a la tecnología

Juan Diego Castillo, profesor de la clase “Ética, conocimiento y cultura”, es otro que ya incursionó en las herramientas virtuales, aunque acepta que por su edad (arriba de los 50) tuvo que “violentarse” y luchar contra su terror a la tecnología.

“Es muy interesante la experiencia que he tenido. Yo pensaba que los únicos que teníamos una visión poco flexible para entrarle a esto éramos los profesores, pero los estudiantes –no todos–, aunque son más jóvenes y nacieron apretándole las teclas, también tienen cierta resistencia, no tanto al uso del equipo, sino a entrarle a estudiar”, menciona.

Para él, el gran reto del uso de las herramientas virtuales tiene que ver con que profesores y alumnos sean “capaces de imaginar nuevas formas de lograr el contacto humano”.

El doctor Miguel Bazdresch, jefe del Centro de Aprendizaje en Red, señala que este organismo del ITESO apuesta por aprovechar los avances de la tecnología y las posibilidades que ofrece la red para la comunicación y la colaboración a distancia.

Con el propósito de que los profesores de la universidad dialoguen y reflexionen el aprendizaje en red y compartan sus experiencias, el CAR organizará “Ágora: conversar y aprender en red”, del 22 al 24 de mayo en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ. Texto Natalia Barragán Foto Archivo