Agustín Basave, académico, ensayista, exmiembro del Grupo San Ángel y diputado federal, visitó el ITESO para participar en el diálogo “Vigencia de la Constitución: abismo entre norma y realidad”.

El próximo 5 de febrero se cumplen 100 años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Un documento que, un siglo después, luce cada vez más obsoleto. Desde su aprobación por el Constituyente de 1917 la Carta Magna ha sufrido cerca de 500 enmiendas, lo que la ha convertido, según Basave, en “un galimatías iconexo, lleno de detalles innecesarios y conceptos que se contradicen”. Por eso, dice el diputado federal perredista, ya es necesaria una nueva Constitución, que se traduzca en un cambio de régimen político para el país.

El próximo 5 de febrero se cumplen 100 años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Un documento que, un siglo después, luce cada vez más obsoleto. Desde su aprobación por el Constituyente de 1917 la Carta Magna ha sufrido cerca de 500 enmiendas, lo que la ha convertido, según Agustín Basave Benítez, en “un galimatías iconexo, lleno de detalles innecesarios y conceptos que se contradicen”. Por eso, dice el diputado federal perredista, ya es necesaria una nueva Constitución, que se traduzca en un cambio de régimen político para el país.

El legislador estuvo en el iteso el pasado lunes para participar en el diálogo titulado “Vigencia de la Constitución: abismo entre norma y realidad”. Comenzó su exposición señalando que actualmente Méxito atraviesa “una crisis integral, porque es una crisis política, económica, social y moral”. Señaló que la administración de Enrique Peña Nieto ha cometido todos los excesos posibles y dijo que ha habido “dos chorros” de agua que colmaron el vaso: la visita del entonces candidato y ahora presidente Donald Trump y el llamado gasolinazo.  Todo esto, dijo, debería dar pie para que en 2018 no haya sólo un cambio de gobierno, “sino un cambio de régimen, un cambio que presupone una nueva Constitución”.

En ese sentido, como apunta el título de la conferencia, señaló que uno de los grandes problemas del documento actual es que “es un anhelo, no algo que podamos cumplir en el día a día”. Y como ejemplo puso los llamados derechos sociales, que están enunciados en la Constitución pero no hay condiciones para exigir su cumplimiento. “Son pura poesía jurídica”, sentenció y luego añadió que en el fondo se trata de un problema ético: “Es más factible violar la norma que cumplirla. En este país es hasta racional corromperse. Urge una nueva Constitución y pasar al régimen parlamentario, porque el presidencialismo ya no nos sirve más”.

Basave Benítez recordó que las tres constituciones que han regido al país desde su independencia —1824, 1857 y 1917— fueron resultado de victorias militares, no de un pacto social. En ese sentido, añadió que el diseño de una posible nueva Constitución “debe ser encabezado por la sociedad. Debe haber una convergencia de todos los movimientos sociales, para que los diputados recojan esas demandas de la sociedad”, de modo que queden plasmadas en el nuevo documento.

Finalmente, el diputado perredista invitó a los asistentes a sumarse y participar activamente en la política. Reconoció que hay un desprestigio de la clase política —aunque fue enfático en señalar que hay excepciones—, por lo que es importante que los jóvenes se involucren e incidan en el escenario político, como ha venido haciendo en Jalisco Pedro Kumamoto desde su diputación independiente. Foto Roberto Ornelas