Idean recaudar fondos para ayudar a los afectados por el sismo con calcomanías de Frida.

POR DAYANARA PIÑA

“Yo no tenía idea de nada” sobre el sismo del pasado martes 19 de septiembre, cuenta Sofía Ron, estudiante de Comunicación y Artes Audiovisuales del ITESO. Fue hasta la tarde de ese día cuando Sofía se enteró de lo sucedido ya que sus dos hermanas viven en estados que fueron afectados por el sismo: Morelos y Estado de México.

Cuando llegó a su casa ese día por la noche, Sofía comenzó a revisar Twitter con toda la información de los afectados, “me sentí súper impotente”, cuenta.

Al día siguiente del sismo, la estudiante hizo una ilustración de la perrita rescatista Frida para visibilizar que hacían falta zapatos para los canes rescatistas; era el tercer día de Sofía aprendiendo a ilustrar, subió a Twitter una imagen que ella misma realizó y comenzó a replicarse entre usuarios de redes sociales.

Así que, junto a Carlo Cortés, decidieron vender la ilustración como calcomanía para reunir dinero para los damnificados por el sismo.

“Aquí fue donde todo se salió de control” cuenta Carlo; él junto a Jesús Degollado, estudiante de Ingeniería en Biotecnología ayudaron desde el jueves 21 de septiembre a Sofía a vender calcomanías en el ITESO y por medio de Twitter a todo el país. El primer día reunieron 10 mil pesos y se dieron cuenta que la demanda de los #FridaStickers los rebasaba.

El equipo tuvo que crecer con la colaboración de más estudiantes del ITESO: Paula Martínez de Relaciones Internacionales, Flor Vázquez y Ana Falcón de Ingeniería en Nanotecnología, y David Ricardo Flores de Gestión Pública y Políticas Globales.

“Todos nos preguntan si estudiamos diseño, pero en el equipo no hay nadie de esa carrera”, cuenta Sofía.

Decidieron que lo donarían a una organización más cercana: UniRed ITESO.

“Yo conocí UniRed ese mismo día durante el simulacro que hicieron en el campus” platica Sofía.

El éxito de los #FridaStickers fue completamente inesperado,“creemos que se debe a la difusión que pueden tener redes sociales como Twitter, ya que fue inmediato al sismo, pero, sobre todo, a que las personas siempre buscamos tener una imagen solidaria, y claro, es una forma muy fácil de ayudar” dice Sofía.

Sobre las impresiones, al principio comenzaron con un tiraje pequeño en el centro de impresiones, pero cuando se vieron superados por la demanda de calcomanías, otros jóvenes solidarios alrededor del país se ofrecieron para apoyar donando impresiones y materiales para las mismas.

Al mismo tiempo, la demanda en distintos lugares de México y del mundo, implicó que el equipo tuviera que cancelar los envíos, que en un principio se plantearon como la forma de vender; en lugar de esto, decidieron crear una red de ayuda con personas de confianza a quienes les enviaron la imagen y ellos las imprimieron y vendieron, así las calcomanías comenzaron a distribuirse en menos de una semana en la IBERO de Ciudad de México, Puebla y Tijuana así como en el ITAM, UDLAP, e incluso en Vancouver y París.