El Rector del ITESO, José Morales, SJ, presentó su Informe correspondiente a 2015 y el primer semestre de 2016. Los logros, retos y reflexiones de una universidad jesuita ante los grandes problemas contemporáneos de la región y el país, fueron los ejes de su discurso.
POR ENRIQUE GONZÁLEZ

“Todo el conocimiento que se adquiere en la universidad es valioso en sí mismo, pero tiene que preguntarse a sí mismo en favor de quién y en favor de qué está”.

El Rector ante la Junta de Gobierno del ITESO

El Rector ante la Junta de Gobierno del ITESO

La cita es del jesuita holandés Peter Hans Kolvenbach, ex Superior General de la Compañía de Jesús, pero le sirvió a José Morales, SJ, Rector del ITESO, para rubricar el que fue su segundo informe de actividades al frente de la Universidad Jesuita de Guadalajara, correspondiente a 2015 y la mitad de 2016, al cual acudieron autoridades de los tres niveles de gobierno en Jalisco y dos colegas rectores de instituciones educativas en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

¿Hacia quiénes tienen que ir dirigida las investigaciones, las reflexiones, los Proyectos de Aplicación Profesional en que participan profesores y estudiantes, los esfuerzos por consolidar la salud financiera de la universidad, las acciones de los voluntariados o las iniciativas de emprendimiento en la que se trabaja codo con codo con empresas, gobiernos y organizaciones civiles?

“Al mirar sus logros, el ITESO queda convocado a continuar el camino de la construcción de una libertad que no se apega a lo conseguido y que no se desordena ante lo alcanzado sino que, al desprenderse de lo cosechado, se hace consciente del compromiso que tiene con la sociedad, en especial con los más marginados y necesitados”, afirmó Morales.

El objetivo último, dijo, es “construir juntos una ciudad, un estado y un país más justos, pacíficos, incluyentes, productivos y equitativos”.

El Rector dividió su informe en rubros como excelencia académica, vinculación, infraestructura, integración comunitaria, investigación, interculturalidad y la identidad jesuita, todos estos ingredientes fundamentales del Modelo educativo que caracteriza a la institución y del Programa de Desarrollo Institucional 2017-2021 que ya se está cocinando.

“Hay que insistir en que es estratégico continuar y profundizar en la elevación del nivel académico de la universidad”, mencionó.

¿Cómo? A través de una mejor selección de los profesores, la revisión de la pertinencia en los programas académicos y una mayor exigencia a la hora de evaluar a estudiantes y profesores, enlistó Morales.

Redes e innovación por y para la sociedad

Dos palabras aparecieron constantemente en el informe del Rector del ITESO: redes e innovación. Mediante estas dos herramientas, afirmó el jesuita, el ITESO será más eficiente a la hora de cumplir con sus objetivos.

“La innovación seguirá siendo un elemento central del quehacer de la universidad; implica la creación, en un mundo cada vez más interdependiente, de redes que ofrezcan respuestas a la pobreza, la desigualdad y la degradación medioambiental, pues solo así serán más eficaces las soluciones a estos problemas”, aseveró el jesuita.

“Lograr un desarrollo justo, pacífico y sustentable, es tarea de cada vez más actores sociales y organizaciones que debemos trabajar en conjunto para configurar estructuras y reglas económicas, políticas y culturales que sirvan al bien común antes que al bien privado de quienes gozan de un mayor poder”.

Además de recordar el inminente arranque de tres programas nuevos (las licenciaturas en Seguridad Informática y Redes y la de Hospitalidad y Turismo, así como el Doctorado en Interinstitucional en Investigación Psicológica arrancarán en el Otoño de 2017), el Rector puso especial énfasis a la investigación que se debe esperar de esta universidad.

“La investigación no puede caer en la tentación de la búsqueda de resultados rápidos. Este trabajo arduo, y a veces árido, es de capital importancia para responder a un mundo global, diverso y complejo. Nos corresponde sentirnos interpelados por la sociedad de manera continua, entender que estamos llamados a influir en las realidades económicas, tecnológicas, científicas públicas y culturales que nos ha tocado vivir”, sentenció Morales.

Para acometer estos retos, el ITESO cuenta con más de una veintena de profesores en el Sistema Nacional de Investigadores, es la institución privada con más presencia en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), tiene alojadas en su Parque Tecnológico a 32 empresas y mantiene convenios de colaboración con varios actores de la iniciativa privada y la sociedad civil organizada.

“Los Posgrados deberán constituirse en la punta de lanza de la formación que ofrezca el ITESO, por lo que será imperativo que los esfuerzos para orientarlos, dinamizarlos y articularos con la investigación sean continuos y permanentes”.

Algunos de los resultados de la investigación hecha en el ITESO son las primeras seis patentes registradas por la universidad; en un futuro cercano se esperan aún más resultados, a partir de la instauración del Fondo de Apoyo a la Investigación.

 

Cumpleaños, nuevos organismos y más infraestructura

El ITESO vio llegar dos “rostros” nuevos en el último año y medio: el Departamento de Psicología Educación y Salud, su Escuela de Negocios; además, cumplieron años dos de las instancias que más la acercan a los problemas de la sociedad: el Centro de Investigación y Formación Social (CIFS) y los Proyectos de Aplicación Profesional celebraron 20 y 10 años de vida, respectivamente.

Gracias a la “situación financiera sólida y estable” a la que se refirió el Rector, se invirtieron 73 millones en infraestructura, reflejada en dos nuevos auditorios en el edificio D o el equipamiento de varios laboratorios, entre ellos los de Biotecnología y Nanotecnología.

Informe1

La matrícula del ITESO se ha mantenido a la alza: 2 mil 156 ingresaron a alguna de sus licenciaturas en 2015 (un crecimiento del 5.2%), mientras que 511 lo hicieron en enero de 2016. Hoy, la universidad cuenta con unos 10 mil estudiantes de licenciatura y otros mil en sus posgrados.

Sus números le han permitido consolidarse como la institución privada que más apoyos financieros les otorga a sus estudiantes, con 288 millones de pesos destinados en 2016 en becas y créditos, a los que se sumaron otros 163 millones entre enero y junio de 2016.

 

Interculturalidad, cultura y salud física

La presencia del ITESO en las comunidades indígenas se afianzó. La Red de Centros Educativos Comunitarios en la región wixárika amplió su cobertura con dos nuevos espacios, para sumar seis bachilleratos y dos secundarias.

En Oaxaca, en territorio mixe, se mantuvo el apoyo al Instituto Superior Intercultural Ayuuk, integrante del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), mientras que en la Sierra Tarahumara, en alianza con la Ibero de la Ciudad de México y la asociación civil Servicios Integrales Émuri, se constituyó el Centro de Estudios Superiores “Construcción de Mundos Alternativos Ronco Robles”.

Morales citó las cuatro exposiciones montadas en la Casa ITESO Clavigero –espacio de extensión cultural en la ciudad–, los 41 títulos editados por Publicaciones ITESO –37 novedades editoriales–, algunas en coedición con la UdeG, la Universidad de Sonora o El Colegio de la Frontera Norte, y los más de 8 mil universitarios que acudieron al Domo deportivo del ITESO, un 14.8% más que el periodo anterior.

 

El elemento transversal: la identidad jesuita

Todo lo anterior, toda acción y decisión del ITESO, ha de venir impregnada por cuatro rasgos que constituyen la columna vertebral del Modelo educativo jesuita, rasgos que datan de 1551, formulados por el padre Diego Ledesma, SJ, los cuales fueron enumerados por el Rector.

Utilidad (una educación enfocada a solucionar problemas); Justicia (compromiso con el cambio de las estructuras sociales y las personas), Humanidad (formar gente compasiva y capaz de sentir el gozo y el dolor de los demás), y la Fe (confiando en que todo ser humano tiene el potencial de trascender, el ITESO debe invitar a sus estudiantes a salir de sí mismos y amar desinteresadamente).

A estos rasgos, el Rector añadió lo que los jesuitas llaman la cura personalis, es decir, el cuidado de las personas, una actitud que alentó a que se instale aún más entre estudiantes, profesores y personal del ITESO.

“Este cuidado personal incluye la formación y la capacitación de los profesores y de todo el personal del ITESO para que contribuyan con él a que se constituya como un lugar en el que todos nos educamos y todos nos formamos”, dijo.

“El futuro de la institución también será moldeado por nuestros deseos y capacidades que, estoy seguro, están inspirados por la búsqueda del bien mayor y más universal, el constante discernimiento y la convicción expresada por San Ignacio de Loyola: ‘Poder más de lo que puedo’”.

El informe se presentó ante la comunidad universitaria y ante la Junta de Gobierno del ITESO, cuyos miembros titulares presentes fueron: Guillermo Martínez; Alison Clinton; Héctor Garza, SJ; Gisel Hernández; René Lara; Juan Carlos Ramírez, Antonio Sánchez; David Velasco, SJ, y sus miembros suplentes Guillermo Gatt, Alfonso Hernández, y Arturo Reynoso, SJ. Fotos Roberto Ornelas

 

INVITADOS ESPECIALES EN EL INFORME DEL RECTOR DEL ITESO 2015-2016

A escuchar al Rector del ITESO acudieron autoridades de los tres niveles de gobierno y tres de sus pares en Guadalajara: Tonatiuh Bravo, Rector de la UdeG;  Mario Flores, director general del ITESM Campus Guadalajara; Eduardo Almaguer, Fiscal General del Estado de Jalisco; Pablo Lemus, Alcalde de Zapopan;  Gustavo Padilla, director general de Educación Superior, Investigación y Posgrados de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, en representación de Jorge Aristóteles, Gobernador de Jalisco; el Magistrado Antonio Flores, Servando Sepúlveda, secretario de Movilidad; Miguel Castro, secretario de Desarrollo e Integración Social; Felipe de Jesús Romo, presidente de la Mesa directiva del Congreso estatal; Ignacio Ortiz, director jurídico de la Secretaría de Economía jalisciense, y Guadalupe Morfín, regidora de Guadalajara, representando a Enrique Alfaro, alcalde tapatío.