Colaboradoras del libro El oficio de defender los derechos humanos, coordinado por el jesuita David Velasco, revisan las limitaciones de los organismos encargados de velar por ellos.
POR GUSTAVO ABARCA

Uno de los principales retos que enfrenta la defensoría de los derechos humanos en México es la falta de un equilibrio entre las diferentes visiones de los organismos que fueron creados para velar por los derechos de la gente.

Para la elaboración del libro se hizo una minuciosa selección para entrevistar a hombres y mujeres dedicados a la defensa de los derechos humanos

De acuerdo con Laura Ortiz, egresada de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y colaboradora en el libro El oficio de defender los derechos humanos. Aproximaciones a una génesis de ombudsman, coordinado por David Velasco Yáñez, SJ, “hay organizaciones que tienden a colaborar más con agentes estatales, otras que tienen como meta encontrar más financiamiento y otras más se enfocan al trabajo de base, es decir, estar con las víctimas. Estas visiones tan distintas obstaculizan el proceso de defender los derechos humanos”.

Para Ortiz, quien recientemente partió rumbo a Francia para estudiar la especialidad en Cooperación Internacional y ONG en la Universidad París 13, si estos organismos no comparten el mismo punto de vista y compromiso, “se pierde de vista el objetivo principal: la defensa de esos derechos”.

En relación con el perfil que deben tener los defensores de derechos humanos, Ortiz actual colaboradora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (www.cladem.org), destaca los siguientes elementos:

“Deben ser sensibles; trabajar de manera interdisciplinaria; contactar a organismos estatales, gubernamentales, victimas y académicos, tienen que hacer equipo con todas y todos”.

¿Y las nuevas tecnologías?

Clara de Alba es estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales y también fue una de las colaboradoras en el libro. Para ella, el uso de tecnologías como las redes sociales puede ser de mucha ayuda para los defensores de derechos humanos, ya que son un instrumento sumamente útil para convocar a actividades o discusiones de temas. Pero también advierte de los riesgos.

“Los defensores de derechos humanos, tienen que ser sensibles y hacer equipo con todas y todos”

Laura Ortiz, egresada de Relaciones Internacionales

“Pueden ser un arma de doble filo, porque cuando empiezas a difundir números, números y más números, empiezas a invisibilizar a las víctimas”. Alba, quien al igual que Ortiz es egresada del Instituto de Ciencias, es coautora del texto “Los riesgos del oficio de defender los derechos humanos” junto con Denisse Montiel, estudiante de Derecho.

Sobre el proceso de creación del libro, las tres jóvenes participaron en la autoría y coautoría de varios artículos e hicieron entrevistas a defensores en organismos locales, nacionales e internacionales.

El oficio de defender los derechos humanos. Aproximaciones a una génesis de ombudsman, será presentado el 26 de octubre, a las 18:00 horas, en el Auditorio D2 del campus ITESO. Foto Archivo