Egresado de la preparatoria Pedro Arrupe, SJ, diseñada para brindar educación de calidad a jóvenes con pocos recursos, Adrián ya cosecha esos frutos en Ingeniería Civil ITESO.

Le dijo que sí a la Prepa Pedro Arrupe, SJ cuando el edificio aún no estaba totalmente acondicionado y su única referencia era Ana Paula de Obeso, la directora del plantel, y ya contaba con el apoyo de sus padres.

Tinajero

Adrián es hoy uno de los 10 becados por la Fundación Dalton con una Beca de Excelencia Humana para estudiar en el ITESO; desde agosto de 2016 estudia Ingeniería Civil en la Universidad Jesuita de Guadalajara.

¿Qué tal fue tu experiencia en esta preparatoria de alto rendimiento?

El Arrupe no es algo que se pueda comprender por medio de palabras; para mí fue una experiencia que hay que vivir para definirla. En el aspecto académico es muy demandante: las clases comienzan a las 7:30 en punto, terminan a las 3:15 y después hay tiempos específicos para actividades extracurriculares como talleres de debate o clases de baile, dependiendo del gusto personal. Para permanecer en la escuela es necesario tener por lo menos un promedio de 8.5, incluyendo las materias que no son válidas ante la SEP, como “Formación ignaciana”, “Inglés” o “Deportes”.

Además, no nos es permitido trabajar por nuestra cuenta, ya que nos dan una experiencia laboral en Dalton a través de las Prácticas de Aprendizaje Situado (PAS).

“Para resolver los problemas del agua la ZMG necesita una reestructuración general, no una obra en particular”

¿Qué destacas de esta preparatoria?

Requiere un compromiso total. Una de las cosas más distintas que yo veo es que el personal de la prepa se involucra mucho con los alumnos. También ayuda que somos 80 por generación, porque eso permite una comunicación a nivel personal entre profesores y alumnos.

¿Qué es lo que más te gustó del Bachillerato?

Yo estaba muy encerrado en mí mismo y me ayudó a confiar en los demás y me permitió crear lazos que no había podido formar antes, creer que puedo realizar cosas diferentes. Me gustaron mucho las actividades extracurriculares; realizamos obras de teatro como Jesucristo Superestrella o Los Miserables.

¿Por qué Ingeniería Civil?

Desde muy pequeño supe que quería algo relacionado con la construcción, pero me decidí hasta la preparatoria, gracias a la orientación vocacional y las sesiones que nos proporcionaron ahí. Y también vine a Vive ITESO.

¿Qué tal fue tu experiencia en Vive ITESO?

Al principio estaba un poco nervioso, pero nos tocó convivir con alumnos de muchas otras escuelas y conocer las instalaciones; me fue muy útil. Aquí descubrí que me atraía más lo matemático y lo estructural que lo estético.

¿Ya sabes a qué te gustaría dedicarte?

Me llama la atención el aspecto de la hidráulica, sobre todo la atención a los problemas que tenemos en la ciudad con la distribución inequitativa del agua. Se necesita una reestructuración general en toda la Zona Metropolitana de Guadalajara, no una obra en particular. Foto Luis Ponciano