Cuando la etapa de respuesta inmediata termina, UniRed ITESO propone recaudar fondos para la reconstrucción de las zonas más afectadas, como Oaxaca y Chiapas.


POR ADRIANA LÓPEZ-ACOSTA Y MARÍA FERNANDA MARTÍNEZ

Estos son momentos de prueba como seres humanos. Las tragedias del desastre en la Ciudad de México, Morelos, Puebla, Guerrero y el Estado de México, ocurridas el 19 de septiembre, se unen a las de Chiapas y Oaxaca, cuyo temblor y huracán sucedieron el 7 de septiembre y aún se encuentran en situaciones precarias. La pregunta es: a distancia, ¿cómo?

Las tragedias llaman a responder a las urgencias de lo inmediato; manos para retirar los escombros y encontrar a la mayor cantidad de personas vivas, a enviar víveres y agua. Pasada esa etapa, la búsqueda se torna en la de cuerpos, y la necesidad se acentúa en la recuperación de la economía y la reconstrucción de las viviendas.

Es una especie de etapa de repliegue que tiene un paso más lento y complicado, y que requiere aún más apoyo de voluntariado, sobre todo, para sumar recursos económicos.

¿Cómo articularnos de la forma más efectiva en las labores de reconstrucción? Canalizando de la mejor manera el apoyo a las víctimas de este desastre. La etapa de respuesta inmediata puede haber terminado, pero las necesidades siguen.

El ITESO pertenece a la Red Universitaria de Prevención de Desastres (UniRed), un grupo de instituciones de educación superior en la República Mexicana que actúa coordinadamente para prevenir y responder de forma eficaz en los desastres como los que nos ocupan ahora; en este caso, esta red es una manera efectiva de ayudar a distancia a la recuperación de las comunidades más afectadas.

Una red para apoyar

UniRed nació en 1997 después de la catástrofe que dejó el Huracán Paulina en las costas de Oaxaca y Guerrero. El Centro Mexicano de Filantropía solicitó la ayuda a distintas universidades del país para promover la cultura de la prevención de desastres entre estudiantes universitarios.

Esta red actualmente cuenta con el apoyo de 65 universidades públicas y privadas, entre ellas el ITESO, encargada de la coordinación del Occidente del país. Durante 20 años, se ha dedicado a la recaudación de fondos, a generar centros de acopio, y a entrenar a futuros brigadistas para la ayuda humanitaria.

Ha cooperado ante distintos desastres naturales nacionales como el Huracán Stan en Chiapas, las inundaciones en el estado de Tabasco, el tornado y la inundación en Coahuila, entre otros; además de brindar su apoyo internacional en dos ocasiones: el tsunami en Asia, en 2005, y el terremoto en Haití, en 2010.

Las universidades de la Ciudad de México han sido las primeras en sufrir y evaluar el desastre. Por estar situadas en las zonas afectadas, han instalado algunos centros de acopio para proporcionar alimentos, agua, material de primeros auxilios y otras necesidades que tienen los rescatistas y las familias afectadas.

También han enviado a alumnos de medicina para apoyar a las brigadas de rescate y la Ibero se convirtió en centro de acopio. Estas universidades están el primer círculo cercano a la emergencia y evalúan las necesidades en las distintas localidades, antes de solicitar apoyo del resto del país, para que las otras universidades de la red respondan de manera articulada a los requerimientos específicos.

En este caso el ITESO pertenece al segundo círculo de respuesta. Esto quiere decir que atiende los requerimientos específicos de aquellas universidades en el centro del desastre, y las organizaciones con las que se comunican para canalizar el apoyo.

Hasta este momento, las universidades de la Ciudad de México y de Puebla de UniRed piden que la ayuda se centre principalmente en Morelos y Puebla, las comunidades más afectadas por el sismo y con menor ayuda por el momento; además, solicitan que no olvidemos a Oaxaca y Chiapas, que continúan necesitando donaciones y apoyo. En ese sentido, el ITESO, como universidad hermana, responderá a estos requerimientos.

¿Cómo ayudar?

La Ciudad de México comunica que la ayuda está fluyendo y tienen los recursos para organizarse. Puebla pide no enviar víveres, sino auxiliar con recursos monetarios; hasta el momento, UniRed está en espera de la respuesta de Morelos. Por lo pronto, el doctor urgenciólogo del ITESO, Francisco Morones, fue enviado como apoyo de la universidad a Morelos para la atención de urgencias, y lleva medicamentos.

UniRed ITESO no abrirá un centro de acopio, ya que este tipo de ayuda se está encausando por otras vías como Cáritas Guadalajara, organismo que está vinculado directamente con la distribución de víveres en la Ciudad de México.

“Muchas veces existe una luna de miel entre donadores y afectados. Cuando pasa la emergencia y pasan las emociones, las personas regresan a sus ocupaciones y olvidan que la parte más costosa y lenta es la reconstrucción”, explica Cristina Barragán, del Centro Universitario Ignaciano, y enlace de UniRed ITESO.

Los donativos económicos se reciben en la cuenta de BBVA Bancomer de UniRed ITESO, convenio CIE 80012, referencia 43398138 o vía trasferencia interbancaria a la CLABE 012 914 002 000 800120 y concepto o referencia el número 043398138 En Biblioteca, Centro Universitario Ignaciano, la Oficina de la USAI (edificio C), Servicios Escolares, Capeltic, el Departamento de Formación Humana, el Edificio Ñ y la Clínica Ignacio Ellacuría, SJ, tienen botes de UniRed ITESO.

El personal del ITESO, puede solicitar que se descuente de su nómina una cantidad específica escribiendo a monitz@iteso.mx.

La donación permanecerá abierta hasta el 29 de septiembre. Se realizará un corte, conteo nacional, y se determinarán las zonas más necesitadas que recibirán este apoyo.

Si aún quieres donar en especie, contacta a Cáritas México, que se encarga de estas donaciones, y además está en busca de voluntarios para Oaxaca y Chiapas. El contacto es Javier Orozco, al teléfono 3333635308 y al correo procuracion1@caritasgdl.org.mx.