La rehabilitación de espacios urbanos abandonados o conflictivos a través de pequeñas intervenciones y el caso de Guadalajara fueron los temas abordados por tres analistas en la Casa ITESO Clavigero.

Santiago, Guadalajara, Buenos Aires, Lima, Bogotá… En estas y muchas otras ciudades importantes de América, los centros históricos no son la primera opción que la gente tiene al momento de decidir dónde quiere vivir.

Gabriela Solano, profesora del ITESO, observa a Albert Tidy, arquitecto chileno, durante el panel "Espacios en desuso (acupuntura urbana)"

Gabriela Solano, profesora del ITESO, observa a Albert Tidy, arquitecto chileno, durante el panel «Espacios en desuso (acupuntura urbana)»

“Los latinoamericanos nos parecemos mucho, para lo bueno y para lo malo”, expresó Albert Tidy, arquitecto chileno que se encuentra en Guadalajara invitado por el ITESO para impartir un taller en el Verano Internacional de Arquitectura organizado por el Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano de esta universidad.

Al lado de Gabriela Solano, profesora del ITESO, el arquitecto Javier Díaz y el también arquitecto Alejandro Ramírez como moderador, Tidy participó en el panel “Espacios en desuso (acupuntura urbana)”, la noche del 17 de junio en la Casa ITESO Clavigero.

La charla se centró en el caso del Parque Morelos, un rincón histórico de Guadalajara (sobre la Calzada Independencia, a unas cuantas calles de la Catedral Metropolitana) que fue elegido por las autoridades para reconvertirse en dos proyectos hasta el momento fallidos: hace algunos años la Villa Panamericana  y actualmente la Ciudad Creativa Digital.

¿Qué sucede cuando las autoridades promueven proyectos urbanísticos y arquitectónicos invasivos, sin consultar, sin escuchar y sin incluir en sus planes las necesidades de la gente? ¿Qué pasa cuando lo que domina el trazado de las ciudades es el mercado, la especulación, los prejuicios de autoridades y ciudadanos o el conservadurismo a la hora de tomar decisiones? Fracasan, coincidieron en señalar los panelistas.

“Voy a defender el concepto de acupuntura urbana, porque lo conozco y lo he protagonizado”, dijo Tidy como prólogo a su narración de cómo eligió comprar un departamento no en la zona “socialmente aceptada” de Santiago, sino en el centro de la capital chilena, justamente en una zona muy parecida a la del Parque Morelos, espacio que actualmente sufre problemas de inseguridad, consumo de drogas y prostitución, todo enmarcado en la falta de densidad poblacional. No hay residentes.

“Era un espacio más grande, más lindo, con más espacio y calidad arquitectónica; era mucho más atractivo, más diverso, hacía más sentido de ciudad caminarla, conocer al tipo de la esquina y vivir con gente diversa. Las ciudades siempre han sido un lugar de intercambio y un lugar de diversidad y se crearon para eso, para mejorar la calidad de vida ampliando la oferta de servicios y de bienes, etcétera”, afirmó Tidy, quien eventualmente se organizó con los vecinos, pintaron la fachada y vieron cómo la gente empezó a repoblar el barrio.

“Llegaron artistas, llegaron cafés, tiendas de bicicletas, llegaron librerías y se generó todo un mundo alrededor de ese sitio olvidado de la ciudad que hoy día es el barrio más trendy de Santiago”.

¿Cómo tratar a una ciudad enferma antes de hacerle la autopsia?

Como organismos vivos, apuntaron los panelistas, las ciudades nacen, crecen, se desarrollan y gradualmente mueren, y citaron los casos de Filadelfia o Detroit, esta última con un centro prácticamente deshabitado desde que se desplomó la industria automotriz que la encumbró como una pujante metrópoli hace 50 años.

Díaz recomendó que, antes de hacer cualquier comentario o planear cualquier intervención, hay que saber de qué enferman y mueren las ciudades, hacerles la autopsia, ya que hay muchos factores que intervienen incluso más de lo deseado, como el dinero, los intereses privados y políticos y las decisiones individuales.

En lugar de abordar los problemas de las ciudades contemporáneas desde la dicotomía público-privado, Solano señaló que estas dos esferas no deben ir separadas.

“Hay ejemplos que tienen que ver con medio ambiente o con arte en donde se puede notar que no está peleado lo público con lo privado”, dijo la académica, y puso como ejemplo la Vía RecreActiva de Guadalajara, cuya supervivencia requirió de un complejo proceso de negociación por parte de todos los actores involucrados: ciudadanos, comerciantes y gobierno.

“Sabemos que la arquitectura es lenta y los tiempos políticos no esperan a la arquitectura. Desde lo privado y desde lo individual es posible hacer urbanismo y es posible hacer ciudad”, coincidió Tidy, quien, basado en su experiencia, recomendó que mientras se busca el tiempo para diagnosticar (o autopsiar) al enfermo, se puede actuar, se pueden llevar a cabo pequeñas acciones que reactiven este parque, aquel edificio o aquella calle, y citó ejemplos como el Barrio Gótico de Barcelona o el Soho neoyorquino.

Al finalizar el panel, la nueva mesa directiva de la Sociedad de Alumnos de Arquitectura del ITESO, a través de su presidenta, Isadora Vargas, presentó algunos adelantos de lo que serán sus actividades durante los próximos meses, las cuales se pueden seguir en Facebook buscándolos como “Sociedad de Alumnos Arquitectura ITESO”.

Texto Enrique González Foto Roberto Ornelas